Javier Milei es el nuevo presidente de los argentinos después de derrotar en las urnas a Sergio Massa en las elecciones de balotaje de este domingo.
El libertario se instaló en la vida política argentina a partir de un discurso disruptivo y formas de expresión distantes de las tradicionales. Es un outsider que irrumpió con la promesa de ponerle fin a la casta política, pero en la recta final de la campaña habilitó una alianza con Mauricio Macri para tratar de imponerse al peronista Sergio Massa.
Se posicionó con duras críticas (que incluyeron ataques al papa Francisco) y con polémicas propuestas que marcaron la agenda de la discusión en la campaña, como la dolarización y el cierre del Banco Central, entre otras. Así, consiguió ser en las PASO el candidato más votado.
Pero su armado no tardó en exponer contradicciones porque, a pesar de exponer su desprecio a la política tradicional, se vio obligado a sellar acuerdos ante la falta de una estructura capaz de darle potencial.
Su último y cuestionado acuerdo fue con el ex presidente Mauricio Macri. El pacto se formalizó horas después de las elecciones generales, en las que la candidata de Juntos por el Cambio Patricia Bullrich quedó fuera de la carrera.
Por momentos, Macri se puso al frente de la campaña del libertario. “Yo voto a Milei”, lanzó en la antesala del balotaje con un extenso mensaje en el que aseguró que el economista y diputado nacional “está del lado correcto, comprometido en hacer crecer a la Argentina y en erradicar a las mafias, a los corruptos y a los vagos”.
El acercamiento con Macri obligó a Milei a aclarar que sus propuestas más extremas seguían en pie. En el último tramo de la campaña repitió una y otra vez que esas banderas son innegociables.
El codo a codo con Macri y Patricia Bullirch derivó en la ruptura de Juntos por el Cambio ya que el ala radical de la coalición rechaza esta unión e incluso varios de sus integrantes expresaron que votarán por Massa.
De esta manera, Milei logró alinear dentro de su espacio a los representantes identificados con la derecha argentina. Dentro de ese grupo hay quienes expresan una mayor convicción por compartir ideas con el libertario, mientras que otro sector sólo encuentra en Milei la herramienta para sacar del poder a Massa y a sus socios del kirchnerismo.
Lo concreto es que hasta el momento esta alianza sólo se tradujo en la indispensable acción de fiscalización de la elección. Posiblemente Milei y Macri hayan leído que un acuerdo más profundo de unión directa de ambas fuerzas para enfrentar al peronismo podía convertirse en un boomerang por la cuestionada imagen del ex presidente.
Perfil de Javier MIlei
El nuevo presidente tiene 53 años, no tiene hijos, vive con sus perros. Sus más íntimos le dicen “el Loco” y, en medio de la campaña, formalizó su relación con la artista Fátima Florez.
Se recibió de economista en la Universidad de Belgrano (allí fue docente), tiene posgrados en el Instituto de Desarrollo Económico y Social (Ides) y en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), y llegó a ser arquero de las inferiores de Chacarita.
En los últimos años ganó notoriedad pública por sus encendidas participaciones en programas televisivos, donde capitalizó su perfil más confrontativo.
Con esas características que también puso en práctica en la campaña, Milei se convirtió en un “fenómeno internacional” y acaparó la atención de importantes medios de comunicación del extranjero.
El libertario había llegado al balotaje con todo para ganar y muy poco para perder. No tenía que defender espacios de poder, ni debía favores políticos. Enfrentó a la maquinaria del peronismo que ante la posibilidad de la debacle electoral y perder las cajas que administra salió a la calle a militar barrio por barrio, casa por casa, persona por persona.
Fue una batalla entre el electorado más independiente y el aparato.