Funcionarios, intendentes y dirigentes kirchneristas se sumaron a los militantes y a La Cámpora en las protestas que se llevaban a cabo en la casa de Cristina Kirchner en Recoleta. Los manifestantes se pronunciaban en contra de la decisión de Horacio Rodríguez Larreta y el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de vallar la casa de la vicepresidenta. Entre los que dijeron presente se encontraba Wado de Pedro, Axel Kicillof y Gabriela Cerruti.
La movilización había sido impulsada por La Cámpora quienes terminaron por tirar las vallas y enfrentar a la policía. Según el gobierno de CABA, tomaron esa decisión debido a las quejas de los vecinos por la suciedad y los ruidos que dejaba la gente que llevaba más de un día afuera de Juncal y Uruguay. La vicepresidenta también esgrimió contra Larreta.
Entre los referentes del Frente de Todos que se sumaron a las filas kirchneristas, se encontraba el ministro del Interior Wado de Pedro, quien arribó pasado el mediodía y se mezcló entre la multitud para sumarse al reclamo, y sacarse fotos con los fanáticos.
Axel Kicillof, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, también fue a la movilización pero antes le dejó un mensaje a Larreta: “El señor Larreta tiene que retirar de manera inmediata los vallados y dejar que la gente se manifieste. No tiene derecho Larreta a hacer esto porque es la capital de la Argentina”.
La ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta y Gabriela Cerruti, la portavoz del Gobierno, dijeron presente en la marcha. La vocera presidencial, también aprovechó para hablar con la prensa y decir que Alberto Fernández sigue “con atención” todo lo que ocurre en el lugar, y que está en contacto con Aníbal Fernández, el ministro de Seguridad.
Otros que también se acercaron fueron el diputado Leandro Santoro y el funcionario bonaerense Andrés Larroque. Entre los intendentes se encontraban Mayra Mendoza, de Quilmes y Fernando Espinoza de La Matanza.
La queja de los vecinos
Algunos vecinos se quejaron por las redes sociales debido a la suciedad y los ruidos de los militantes que acampan afuera de la casa de Cristina Kirchner.