La presión opositora dio sus frutos en la Cámara de Diputados. Tras una nueva jornada de negociaciones contrarreloj tanto dentro en el Congreso como en Casa Rosada, el Frente de Todos aceptó modificar el proyecto de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se votará este jueves en el recinto con amplio consenso.
El oficialismo finalmente eliminó del proyecto el polémico artículo segundo, que comprometía al Congreso a avalar el programa económico del Gobierno. Era la condición que exigían los diputados de Juntos por el Cambio, del Interbloque Federal y de Provincias Unidas a cambio de acompañar la iniciativa.
De ese modo, el proyecto quedó con un solo artículo que consiste en avalar la operación de crédito público contenida en el Programa de Facilidades Extendidas pactado entre el Poder Ejecutivo y el FMI para cancelar los vencimientos del acuerdo “stand by” firmado por el gobierno de Mauricio Macri.
Se agregó además un segundo párrafo, que indica que “el Poder Ejecutivo Nacional suscribirá, en uso de sus facultades, los instrumentos necesarios para dar cumplimiento a lo establecido en el párrafo precedente”. Así, se eliminó toda referencia al plan económico, en un duro revés para el ministro Martín Guzmán, quien se encuentra en Houston, Estados Unidos.
Todo indica que el proyecto saldrá aprobado en Diputados por amplia mayoría. Votarán en contra la izquierda, los liberales y posiblemente un sector del Frente de Todos que rechaza la negociación. Un resultado abultado a favor facilitaría el debate en el Senado, que preside Cristina Kirchner.
Negociaciones contrarreloj
Las negociaciones se mudaron este miércoles del Salón de Honor al despacho del jefe del bloque radical, Mario Negri. Allí acudieron el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, el jefe del bloque oficialista, Germán Martínez, y los líderes de casi todas las fuerzas que integran Juntos por el Cambio.
Massa y Martínez entraron y salieron más de una vez de las oficinas ubicadas en el segundo piso del Congreso. En contacto permanente con el presidente Alberto Fernández, se aseguraron de que la redacción final no deje ningún resquicio legal. Finalmente, Massa se trasladó a Casa Rosada para darle al acuerdo el broche de oro.
Durante toda la jornada, los bloques de la oposición le acercaron a Massa, por escrito, distintas propuestas de redacción. Todas coincidían en no avalar el plan económico elaborado por Guzmán, quien pretendía que se apruebe el acuerdo en su conjunto y así lo hizo saber cuando expuso el lunes en comisiones.
La redacción final fue trabajosa y el texto definitivo se dio a conocer recién a última hora. Massa negoció durante todo el día y tuvo como principal interlocutor de la oposición al diputado y economista Luciano Laspina, quien se transformó en uno de los referentes económicos del PRO.
La fumata blanca llegó después de las 19 tras la reunión en el despacho de Negri, que por momentos fue subida de tono. Mientras tanto, en el Anexo C transcurría el plenario de comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas, que había comenzado cerca de las 14 sin certezas sobre la firma del dictamen.
Una vez que se logró el consenso, la reunión de comisiones pasó a un cuarto intermedio de dos horas. En ese lapso, los jefes de bloque comunicaron a sus diputados el acuerdo alcanzado. La jornada se encaminaba a finalizar con la firma de un dictamen unificado, que se votará este jueves en sesión especial.
“Estamos buscando que, con responsabilidad y seriedad y pensando en el país, todos pongan un granito de arena, y que todos cedamos algo para darle a la Argentina la posibilidad de tener resuelto este problema”, había expresado Massa durante la mañana antes de pisar por primera vez la Casa Rosada.
Poco después, el Interbloque Federal, donde conviven schiarettistas, socialistas y bonaerenses, dio a conocer a la prensa su propuesta alternativa y el jefe de la bancada, Alejandro “Topo” Rodríguez, se la entregó en mano a Massa. “Queremos que se apruebe la refinanciación y que Argentina no entre en default”, expresó.
También hizo lo propio el interbloque Provincias Unidas, que preside el rionegrino Luis Di Giácomo (Juntos Somos Río Negro) y que incluye también a diputados de Misiones y Neuquén. La propuesta fue muy similar a la del Interbloque Federal. Entre todas, se logró la síntesis que le permitirá al oficialismo salir airoso de la votación.
En las comisiones, los diputados calentaron motores para la sesión. “No tenemos nada que festejar, no estamos felices, pero no podemos dejar de valorar que se está refinanciando una deuda que era impagable tal como fue contraída”, expresó el titular de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller, al inicio de la reunión.
Más temprano, los diputados oficialistas del Frente Patria Grande identificados con el dirigente Juan Grabois (Itai Hagman, Federico Fagioli y Natalia Zaracho) adelantaron que no acompañarán la ley, pero no confirmaron si votarán en contra o se abstendrán. Solo anticiparon que darán quórum.
Paralelamente, en las afueras del Congreso hubo una movilización de organizaciones sociales en contra del acuerdo. Se montó un escenario donde los oradores fueron Claudio Lozano, director del Banco Nación, y la exdiputada Fernanda Vallejos, que integra la agrupación “Soberanxs” junto al exvicepresidente Amado Boudou y la exembajadora Alicia Castro.
