La Cámara de Diputados de Formosa aprobó anoche un proyecto de ley que declara la necesidad de una reforma completa de la Constitución provincial. Esta decisión desató una intensa polémica, especialmente en torno a la figura del gobernador Gildo Insfrán, quien lleva casi 30 años en el cargo (está desde 1995 y fue reelecto por última vez en 2023).
Con el respaldo de 20 votos de legisladores oficialistas y 10 en contra de bloques opositores, el proyecto establece que en un plazo de 12 meses se deberán convocar elecciones de convencionales constituyentes para reformular la Constitución de Formosa. Sin embargo, la rapidez con la que se procesó la reforma generó rechazo entre las fuerzas opositoras.
Así, se trata de una iniciativa de Insfrán para esquivar un eventual pronunciamiento de la Corte Suprema sobre las reelecciones indefinidas.
Posturas encontradas en torno a la Reforma
La diputada Agostina Villaggi, de la Unión Cívica Radical (UCR), criticó duramente la iniciativa, argumentando que su objetivo es afianzar el poder de Insfrán, eludiendo así un potencial fallo judicial en contra de la reelección indefinida. “Desde la UCR venimos pidiendo una reforma constitucional que limite la reelección de cargos ejecutivos, algo que permitiría evitar que un mismo funcionario se mantenga en el poder sin límites”, afirmó Villaggi.
Según la legisladora, la reforma aprobada no responde a una necesidad de renovación democrática, sino a la intención de sortear un fallo de la Corte Suprema que podría declarar inconstitucional la reelección indefinida en la provincia.
Reformas sin consenso
El tratamiento del proyecto ha sido objeto de críticas por parte de la oposición, que denuncia que el oficialismo avanza sin diálogo. Villaggi indicó que la oposición estaba dispuesta a apoyar una reforma basada en el consenso, que incluyera a todos los sectores políticos y sociales, pero que el gobierno optó por un proyecto cerrado que, a su juicio, busca consolidar la posición de Insfrán.
La oposición considera que este proyecto representa un intento de instaurar un sistema “totalitario y monárquico”. Villaggi describió a Formosa, desde 2003, como una “tiranía” gracias al modelo de reelección indefinida que ha permitido a Insfrán perpetuarse en el poder.
La Corte Suprema, un factor de peso en la disputa
A pesar de la aprobación de la reforma, Villaggi subrayó que esto no impide que la Corte Suprema se pronuncie sobre la constitucionalidad de la reelección indefinida en Formosa, lo que podría frenar las aspiraciones del oficialismo.
“Este gobierno pretende evadir la Constitución Nacional y la justicia, pero no lo vamos a permitir”, concluyó la diputada, subrayando la tensión que rodea a este nuevo capítulo en la política formoseña.