El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, aprovecharon la antesala de un vencimiento clave con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y volvieron a jugar al límite para acercar posiciones en torno a un acuerdo que no comprometa la recuperación de la Argentina.
Fue otra jornada de intensos contactos entre Guzmán y sus equipos con los funcionarios del organismo multilateral de crédito para dejar atrás las diferencias sobre el plan de ajuste fiscal para eliminar el déficit.
Incluso, entrada la tarde, trascendidos periodísticos indicaron que hubo entendimientos entre las partes y que en el gobierno se preparaban para anunciar el acuerdo este viernes.
Sin embargo, cerca de las 20, la portavoz presidencial Gabriela Cerruti se ocupó de desmentir esa información.
“A esta hora las conversaciones entre el gobierno argentino y el FMI continúan sin que haya definiciones ni novedades que comunicar”, afirmó Cerruti a través de su cuenta de Twitter.
Más tarde, la agencia Bloomberg adelantó que este viernes el personal del Fondo informará sobre las conversaciones con la Argentina.
Ese último dato reactivó las especulaciones de quienes prevén un anuncio inminente para reestructurar la deuda de alrededor de 45.000 millones de dólares que solicitó el ex presidente MauricioMacri.
La expectativa también encontró sustento en las declaraciones que realizó el jefe de Gabinete, Juan Manzur, ante un grupo de periodistas.
Luego de un acto en Escobar, el funcionario resaltó la decisión política y voluntad de pagar la deuda con el FMI.
Lo concreto es que, en la víspera, en la Casa Rosada se ocuparon de renovar sus condiciones: “Esperamos llegar al mejor acuerdo, pero la Argentina no va a aceptar ningún acuerdo que implique comprometer esta senda de crecimiento”, dijo Cerruti, en su habitual conferencia de prensa matutina.
Al respecto, remarcó que la decisión de la administración de Alberto Fernández es “defender” en la negociación con el Fondo “las jubilaciones de los argentinos, el gasto en materia social, la inversión en ciencia técnica, la inversión en educación, los derechos de los trabajadores y, sobre todo, que continúe la senda de la producción y del crecimiento para que podamos seguir llegando con empleo genuino, con trabajo con educación, con buenas educaciones a todos los argentinos y argentinas”.
En esta oportunidad, Cerruti advirtió además que el giro de los U$S731 millones que vencen este viernes estaba sujeto al desarrollo de las últimas conversaciones con el Fondo. “Lo que va a suceder lo sabremos en las próximas horas, porque todo depende de la negociación que se está llevando adelante”, planteó.
“En este momento la negociación se lleva a cabo hora a hora, y está liderada por el presidente de la Nación y el ministro de Economía”, se limitó a señalar.
La portavoz reiteró que “el Gobierno argentino tiene predisposición, tiene voluntad de llegar a un acuerdo que permita pagar de manera sostenible la deuda que el gobierno de Mauricio Macri contrajo con el FMI, que es un problema para la Argentina, que va a ser un problema por muchos años para la Argentina, que es un problema que hemos heredado, pero del cual nos estamos haciendo cargo”.