En una jornada marcada por distintos conflictos laborales (paro nacional de ATE, conflicto industria de los neumáticos, huelga en hospitales porteños), Pablo Moyano apagó su propio incendio: volvió sobre sus pasos y decidió no renunciar al triunvirato que conduce la CGT. La amenaza de abandonar el cargo fue la reacción del dirigente de camioneros, después de que no fuera invitado por el presidente Alberto Fernández a la cumbre celebrada el lunes con la mesa chica de la CGT.
Pablo Moyano se reunió en la sede porteña de Camioneros con sus aliados sindicales del Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona), en el barrio de Constitución.
El Fresimona adhiere a la CGT y lo conforman más de cincuenta gremios. Camioneros y Smata, por su peso político, son la columna vertebral. Este espacio tiene vínculos con la Corriente Federal que lidera La Bancaria y se referencia en el actual diputado nacional Sergio Palazzo, muy cercano a Cristina y Máximo Kirchner. Con ellos, Moyano expresó su deseo de irse de la CGT.
Según trascendió, los aliados del dirigente camionero lo convencieron sobre la inconveniencia de dejar un espacio de poder como el triunvirato cegetista. Una versión indicó que Hugo Moyano hizo llegar a la reunión su desacuerdo con su hijo.
En la CGT creen que esta no será la última vez que amenace Moyano con romper “la unidad”.
Los desencuentros con Pablo Moyano, dicen en la CGT, empezaron el mismo día en que se eligió el actual triunvirato: en noviembre del año pasado, Moyano no asistió al Congreso, en el que fue electo co-secretario general, igual que Héctor Daer y Carlos Acuña. Pablo Moyano solo envió un video con saludos.
“Así es, Moyano no fue invitado”, confirmó a este diario un sindicalista ligado a la mesa chica de la CGT. En Olivos, el objeto de la bronca de Moyano, estuvieron, además de Daer y Acuña, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez y José Lingeri.
“Moyano dijo que se iba de la CGT porque lo dejaron afuera de la reunión. Pero eso es una excusa: hace un mes, en Olivos, hubo una reunión similar con Moyano, (Walter) Correa, (Omar) Plaíni y (Mario) Manrique, y no se invitó a la CGT; nadie se quejó”, dijo el dirigente.
En la CGT hacen un conteo de los desplantes de Moyano: no gustó que por las suyas, antes de la marcha del 17 de agosto, se reuniera con el referente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni. En julio, Moyano tampoco fue al acto de la CGT en homenaje a Juan Domingo Perón, con Alberto Fernández como único orador.
“Pablo tiene su propia interna en camioneros, y debe resolver asuntos con sus aliados de SMATA: Moyano apoyó el conflicto de los trabajadores del neumático, que está afectando a gremios amigos como SMATA y UOM”, dicen en la CGT.
En Olivos, la mesa chica de la CGT le reafirmó al presidente Fernández su rechazó a un bono por fuera de las paritarias “porque es no remunerativo, no aplica para vacacinones ni aguinaldo y achica escalas”.
El ministro Claudio Moroni se comprometió a apoyar la reapertura de paritarias. UOCRA, por ejemplo, adelantó paritarias, y obtuvo un 14% que lleva a un 76% la recomposición anual. En noviembre abre de nuevo la discusión. Comercio y bancarios van por el mismo camino.
Hubo también dos acuerdos entre la CGT y el Presidente: el primero, se analizará un eventual bono pero para fin de año, generalizado y universal, no remunerativo. El segundo, Alberto Fernández será el único orador del acto que la CGT hará el 17 de octubre en Tucumán.
Paros y marchas
La Capital Federal y el Gran Buenos Aires vieron este martes sus rutinas alteradas. Sobre la porteña Avenida 9 de Julio, frente al edificio del ministerio de Desarrollo Social, se manifestó el bloque Unidad Piquetera. Las agrupaciones reclaman la apertura del registro de planes Argentina Trabaja. Podría haber acampe. El viceministro de Desarrollo Social de la Nación, Gustavo Aguilera, opinó que la movilización de la Unidad Piquetera tiene “mucha más connotación política que social”. “La salida es con trabajo y no con planes sociales”, dijo.
El reclamo social a la Nación, se mezcló con la marcha de los trabajadores porteños de la salud, que realizaron un paro de 24 horas, en demanda a Horacio Rodríguez Larreta de una recomposición salarial.
Prensa de ATE resumió la jornada nacional de lucha que se desarrolló este martes, “para exigirle al Gobierno de Alberto Fernández que en la negociación paritaria prevista para esta semana la propuesta salarial garantice salarios por encima de la inflación”.
El paro de ATE se hizo sentir en algunos aeropuertos y vuelos comerciales (controladores aéreos), organismos nacionales y sus delegaciones provinciales. En CABA hubo una marcha hacia el Ministerio de Economía, frente a la Plaza de Mayo.
Hugo “Cachorro” Godoy, Secretario General de ATE, dejó un mensaje al Presidente Fernández: “la unidad no se hace comiendo asado con un puñado de dirigentes. La unidad es esta, con los jubilados y jubiladas, las y los trabajadores de la Salud y de los distintos sectores, para construir un Estado al servicio del Pueblo argentino”, dijo, en crítica al cónclave de Olivos con la CGT.
