En medio del aniversario número 83 de la Universidad Nacional de Cuyo, esta mañana Esther Sánchez y Gabriel Fidel asumieron como rectora y vicerrector de la casa de estudios.
El acto se llevó adelante en la Nave UNCuyo y contó con presencia oficialista de peso, aunque faltó el gobernador Rodolfo Suárez y envió su saludo por escrito a las nuevas autoridades. Participaron el vicegobernador Mario Abed, el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez, el senador nacional Alfredo Cornejo y los diputados nacionales, Lisandro Nieri y Pamela Verasay, además de intendentes y legisladores provinciales del radicalismo.
La Orquesta Sinfónica de la universidad abrió el acto con el himno nacional y luego el rector saliente Daniel Pizzi le tomó juramento a su sucesora, entre aplausos del recinto colmado por personal académico y militantes del Interclaustro, el frente ganador de las elecciones.
Luego Sánchez recibió uno por uno en el escenario a los doce nuevos decanos y juntos conformaron la “mesa académica”. En ese momento la rectora comenzó su discurso, diciendo que “es muy emotivo para mí, asumir esta enorme responsabilidad que significa ser la rectora de la UNCuyo. La universidad forma parte de mí vida, desde los 12 años. De modo que ser la autoridad máxima de una institución que formó parte de mi vida es muy importante”.
Sánchez aseguró que recorrieron “sinuoso camino con obstáculos que fuimos sorteando” en relación a las idas y vueltas que tuvo la elección que la consagró y dijo que eso “significó un importante mensaje sobre la necesidad de reconstruir la trama social en nuestra universidad”.
“Estamos convencidos de que esa reconstrucción solo es posible si todas las voces son escuchadas y desde los disensos, construimos consensos, teniendo como fin último el bien común en nuestra universidad y en la sociedad a la que pertenecemos”, sostuvo.
Y comentó que “a partir de hoy tenemos la responsabilidad de representar a la comunidad universitaria en su conjunto, independientemente de cómo piense cada uno. Definir los proyectos relevantes para la universidad y trabajar colaborativamente en ellos. Ya hemos iniciado ese camino”.
“Me toca ser la segunda mujer en 83 años que hoy cumple nuestra querida universidad, en asumir la enorme responsabilidad y el compromiso que significa liderar la gestión de la universidad más prestigiosa e importante del oeste argentino”, continuó Sánchez.
Y manifestó que le gustaría que este nuevo período esté signado por el consenso, el diálogo y “la capacidad de poner sobre la mesa abiertamente y con franqueza los temas complejos”.
“Ser el espacio neutral donde se pueden debatir los temas más sensibles de nuestra sociedad, escuchando todas las voces y aportando los conocimientos necesarios para resolver los problemas de la sociedad”, afirmó la rectora.
Luego agradeció a toda la gente que “creyó” en su proyecto. Entre ellos a Daniel Pizzi y Jorge Barón, la dupla saliente del rectorado, los miembros del Consejo Superior, a los docentes que sostuvieron a la universidad durante la pandemia y particularmente a los estudiantes “por su resilencia para adaptarse a las distintas circunstancias”.
“A todos los que nos acompañan hoy aquí, en esta mesa académica, les deseo el mayor de los éxitos”, les dijo a los nuevos decanos.
LAS PROMESAS DE SÁNCHEZ
La nueva rectora dijo que proponen una universidad con un objetivo claro de modelo inclusivo, que forme personas integralmente con saberes y capacidades que les permita actuar ante los desafíos y complejas exigencias de la dinámica actual.
En ese sentido, insistió con construir una universidad “abierta al diálogo, innovadora y protagonista de la transformación social”. Buscarán que su gestión tenga una fuerte impronta de vinculación con el mundo y que “abrace a la sociedad a la que pertenece”.
“Somos reformistas y defendemos la universidad pública, laica y gratuita”, aseguró Sánchez, ante la ovación de la gente, y añadió que su compromiso es con la educación de calidad “como bien público y derecho humano universal”.
“Proponemos co-construir con la participación de todos, un modelo de universidad que inspire al mundo académico, al sector público y privado, a las organizaciones sociales y a la comunidad toda. Ser agentes transformadores que contribuyan a cambiar la calidad de vida y el desarrollo de la región”, aseguró la rectora.
Por otro lado, habló de implementación de políticas de género y diversidad en su gestión, teniendo en cuenta que la universidad “ha sido pionera” en ese aspecto con su estatuto de paridad de género.
También habló de la necesidad de abordar el territorio desde una perspectiva integral y multidimensional, “entendiéndolo como una realidad compleja”.
Además, en otro tramo de su discurso destacó la internacionalización “como una condición necesaria para posicionarnos en el mundo” globalizado y habló de las oportunidades que brinda la constante innovación tecnológica como herramientas de aprendizaje.
“El futuro ya llegó, nos alcanzó. Y lo que tenemos es la obligación de dar respuesta, desde el aquí y el ahora. Con la convicción de que al futuro no se lo espera, se lo construye”, dijo al respecto.
“Reivindicamos a la UNCuyo como referente en la región y como ámbito en donde pueden confluir las distintas voces en el tratamiento de temas de interés y los múltiples debates de nuestra sociedad”, cerró Sánchez.