Abogado y ejerciendo su profesión, pero con larga trayectoria en política, Ernesto Sanz no aspira a cargos pero sí a una Unión Cívica Radical protagonista. Se metió de lleno en la interna por el Comité Provincia en Buenos Aires porque el Área Metropolitana de Buenos Aires “te define el país”.
Facundo Manes aparece como el hombre sobre el que están depositadas las expectativas de ese renacer radical que ya tiene presidenciables. Además, Gerardo Morales, Martín Lousteau y Alfredo Cornejo se miden el traje. “Yo me sentiría enormemente feliz si cualquiera de ellos fuera candidato y estaría luchando sin lugar a dudas”, sostuvo.
En Mendoza no cree que sean necesarias las internas en Cambia Mendoza, pero le quita dramatismo recordando lo sucedido en 2019 entre Omar De Marchi y Rodolfo Suárez. Apunta duro contra el kirchnerismo y pide un debate profundo de ideas sobre modelos de país. Está convencido que la UCR “puede aportarle contenido a Juntos por el Cambio”.
-¿Hoy es más consultor que militante?
-La militancia es una palabra que engloba la vocación política, de lo público. La tarea militante es la de defender ideas en todo tiempo y en todo lugar. Es militar por las ideas.
-¿Qué aprendizaje dejó Cambiemos y qué errores no hay que repetir en Juntos por el Cambio?
-El aprendizaje es que era necesario la construcción de una coalición que viniera a generar equilibrio y la alternancia que es vital para la democracia. Desde lo teórico, la alternancia es que cada cuatro años haya alguien con capacidad para ganarle al otro. Eso se cumplió, en el 2015 ganó uno, en el 2019 el otro. La alternancia por sí sola no te soluciona los problemas de la Argentina porque son muy antagónicos los modelos. El aprendizaje es que seis años después, eso ya no es suficiente por sí solo. Es una condición necesaria pero no suficiente: hay que darle contenido.
-La UCR cumple 130 años. El partido de estos tiempos, aliado a una coalición, ¿qué desafíos tiene?
-La política institucional ha ido cambiando en todo el mundo. La época de los partidos políticos solos ha ido cambiando. La última vez que el radicalismo fue solo como partido, Lista 3, fue en el ’83 con Alfonsín, después fueron coaliciones. Desde Juntos por el Cambio hay que plantear, con las reglas democráticas, derrotar a un modelo que es muy negativo para la Argentina. Y hay que trabajar mucho adentro de la coalición, en la construcción del contenido de la coalición que es, más allá de los nombres, que haya un programa, que es el futuro.
-Esta UCR unificada que apunta a la provincia de Buenos Aires ¿qué puede aportarle a Juntos por el Cambio en esta etapa?
-Nos han criticado que durante seis años de vida de Cambiemos, hubo demasiado Pro y poco radicalismo. Fue una coalición electoral con fuerte impacto parlamentario pero nunca sacó DNI de mayoría de edad y no fue equilibrada. A partir del proceso de renovación, desde el año pasado, aparece todo un protagonismo del radicalismo que se consolida con la aparición de Facundo Manes y que de alguna manera cambia, reconfigura la discusión, de la discusión de liderazgos en Juntos por el Cambio, y también sobre la visión de país. Manes viene a romper el status quo, no podés reprocharle el pasado porque no viene de la política, pero además tiene llegada a otras capas sociales.
Aprendí, con los años, que si no se resuelve el tema político en la Provincia, es muy difícil resolver los del país. Me apena porque soy del interior y tengo visión federal. El AMBA, con más de 20 millones de personas, te define el país. Si querés cambiar el país, tenés que transformar esa realidad. Con este resurgimiento del radicalismo, puede aportarle contenido a Juntos por el Cambio, contenido programático, ideológico y de liderazgo.
-En el Pro la interna arde, ¿la UCR dejó de discutir egos?
-Sí, no tiene pelea de egos. Hay personas que tienen la autoestima muy elevada. Hoy no es el problema del radicalismo, es más un problema del Pro.
-¿Cómo ve hoy a Macri?
-No creo que tenga intenciones de ser candidato, no lo veo como candidato. Y además creo que no hay mucho espacio en la medida en que aparezcan propuestas de renovaciones en el futuro. Creo que en Argentina hay que revalorizar la función de los ex presidentes y los ex presidentes tienen que darse cuenta cuál es su rol. Y me parece que el mejor rol es el de ser consejeros, ayudar, guiar.
-La UCR reclamó al Pro que Cambiemos fue una coalición electoral y no de gobierno. En Mendoza, es el Pro el que reclama lo mismo, ¿Por qué sucedió eso?
-No es lo mismo. El radicalismo gobernante de Mendoza fue mucho más amplio y aperturista en su gobierno que el Pro en el Gobierno nacional. No se trata de un lugar más, sino en la concepción del Gobierno. El radicalismo consensuó debates con sus socios, es mucho más amplio. Que los otros socios que tengan aspiraciones está bien, y eso lo dirimió (Omar) de Marchi en una PASO, y no se rompió y se ganaron las elecciones. No hay una cerrazón, Suárez es un tipo abierto, de un temperamento que no está en la pelea ni cerrando caminos.
-¿Con Cornejo le dio la misma impresión?
-Los seis años que llevamos de Cambia Mendoza tienen la misma tónica, tuvo dos gobernadores radicales que por supuesto han tenido sus improntas. Cornejo con más presencia personal, en el caso de Suárez es más de gabinete, con mucha fuerza de algunos ministros. Los seis años del radicalismo en el gobierno han mostrado una provincia ordenada, con capacidad de gestionar y de resolver los problemas centrales del estado.
-Macri dijo que cree que no son necesarias las internas en Mendoza, ¿qué dice Sanz?
-Creo que por regla general siempre hay que aspirar a construir un consenso y trasladarlo a una lista de unidad. En alguna situaciones y territorios, las PASO terminan siendo algo muy positivo. Quizás en Mendoza no, en los lugares donde gobernás no porque tenés que poner como prioridad la cohesión y solidez del gobierno y ahí tenés que hacer mayores esfuerzos en las listas de unidad. Una PASO en Mendoza no es inteligente porque somos gobierno, pero claro que no hay un manual escrito.
-¿Cómo se van a resolver las tensiones en Cambia Mendoza?
-No lo sé, aspiro a que el liderazgo de Rodolfo Suárez en la Gobernación y la buena imagen que tiene y la buena imagen que tiene el gobierno. Y esto que digo: el mejor candidato de Cambia Mendoza es el gobierno porque es el que nuclea el conjunto de valores y de gestión que es lo que puede votar el mendocino. Sino se logra una lista de unidad, tampoco hay que dramatizar, ya se vivió en el 2019 con PASO Gobernador y no se rompió nada.
-Habla de apuesta a futuro, ¿cómo debería trasladarse a las listas legislativas?
- Las listas, a mi juicio, siempre tienen que ser un mix y tener la inteligencia de combinar renovación, frescura con experiencia y con trayectoria. En Mendoza, con la sabia resolución de nuestra Constitución, que no permite la reelección del gobernador, hace que acá que haya una permanente renovación en los partidos.
-¿Qué mirada tiene del Frente de Todos con Anabel Fernández Sagasti en la conducción del PJ?
-Creo que tienen una gran virtud que es que disimulan en Mendoza, con un discurso y una imagen edulcorados y con la ayuda de muchos medios de comunicación a Sagasti. Ayudan a disimular que es kirchnerismo puro y duro porque cuando toman el avión y llegan a Buenos Aires, se sacan el disfraz del edulcorado y ahí son lo que son. Ahí votan lo que votan por kirchnerismo. Acá parecen más republicanos, democráticos y no son así. ¿Sabés por qué? Porque no pueden defender el modelo acá, porque acá hay una cultura diferente, porque en Mendoza el kirchnerismo siempre fue refractario, porque el ADN de Mendoza no les permite entrar.
-De cara a las elecciones aparecen pequeños espacios buscando aliarse a un frente grande o a una tercera fuerza, ¿a qué se debe?
-En las elecciones de medio término es un fenómeno natural y en Mendoza siempre dieron lugar a una tercera fuerza. Este año se exacerba, a mi juicio, porque según las encuestas, hay una suerte de partido de los indecisos o de los desencantados que es una laguna donde está lindo ir a pescar. Y aparecen los que quieren ir a pescar, pero creo que es un error y lo va a ir corrigiendo la misma realidad, se va a polarizar la elección.
-Ricardo Alfonsín fue el último candidato a presidente del radicalismo en 2011 y en el 2023 quieren hacer lo mismo ¿qué pasó en estos años?
-Es la consecuencia de la pérdida de protagonismo en CABA y la Provincia de Buenos Aires, y el mantenimiento del protagonismo en el interior que no fue suficiente. Ahora el radicalismo vuelve a resurgir y lo lógico sería que el candidato fuera radical.
-Fue el último intendente radical en San Rafael, ¿por qué no volvieron a ser gobierno?
-Por dos razones, primero porque las generaciones que me sucedieron a mí nunca tuvieron un verdadero proyecto de poder municipal. Siempre quisieron, de alguna manera, más los cargos legislativos que la pelea por la intendencia. Y además, los peronistas fueron muy vivos y construyeron un modelo de poder que les ha dado muchos resultados, aunque a mí no me gusta, mezclando obras muy vistosas con un manejo político e institucional, y de medios .
-¿Qué opinión tenés de Emir Félix?
-Félix es un genuino representante de modelo de construcción de poder muy local. San Rafael ha crecido en algunas cuestiones estéticas, ha sido un buen gestor de cuestiones estéticas pero no ha hecho crecer a san Rafael en su modelo de desarrollo.
-Si hoy Alfonsín viera esta UCR, a 130 años de su fundación como partido ¿qué cree que diría?
-Estaría muy feliz de poder participar en la construcción de un radicalismo protagonista porque por sus venas corría la sangre esta del radicalismo protagonista. Nos enseñó que en la adversidad hay que tener más fortaleza para luchar.
La Hugo Cirilo
Ferviente hincha de Independiente Rivadavia, Sanz integra una agrupación llamada “La Hugo Cirilo” (por Mémoli, uno de los ídolos leprosos), con la particularidad de que sólo forman parte de ella dos personas: además del ex senador nacional, está Gabriel Fidel, también radical y que hoy conduce la Agencia de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia.
“Días atrás se lo dijimos al presidente actual del club (Carlos Castro) que tenga en cuenta nuestra agrupación, integrada por sólo dos personas”, contó Sanz entre risas.
Perfil
Edad: 64 años
Profesión: Abogado y docente de Derecho Constitucional
Trayectoria: Senador provincial (1999-2003), intendente de San Rafael (1999-2003), senador nacional por Mendoza (2003-2015) y presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (2009-2011 y 2013-2015). Fue distinguido con el Premio Konex de Platino en la disciplina Legisladores (2008-2017).
Signo: Sagitario
PINGO PONG –Política y la pasión por el fútbol
Sanz en 5 palabras: “Militante, apasionado del progreso”.
Cornejo o Cobos: “Ambos son activos muy valiosos del radicalismo mendocino”.
El peor error que cometió en política: “Fueron tantos que no tengo un ránking”.
Un libro para recomendar: “Dios en el laberinto, de Juan José Secrelli”.
¿Los Reyunos o Valle Grande? “Agregá a El Nihuil y te digo que los tres”.
Tévez o Riquelme: “Tévez”.
Ameal o Angelici: “Angelici”
El jugador de Boca que más insultó: “Qué linda pregunta… Ruggeri y Gareca cuando se fueron a Ríver”.
Un anhelo con el Deportivo Argentino (San Rafael): “Jugar algún torneo nacional como Godoy Cruz”.