Ernesto Mancinelli está parado en un polvorín. Es el encargado de llevar a cabo la política de asistencia social que realiza la Provincia en donde hay más de 160 mil indigentes según la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) y la pobreza infantil llega al 65% según el Indec, al segundo semestre del 2023. Hoy son 200.000 personas las que reciben ayuda del Gobierno Provincial. Explica cómo trabajan con los movimientos sociales y otras instituciones y le preocupa la estrategia del Gobierno Nacional sobre la distribución de los alimentos que estaban sin repartir.
-¿Cómo ves la situación social hoy de la provincia?
-Complicada, venimos con indicadores macroeconómicos malos durante muchos años y con inflación que arroja a la gente a la pobreza, además el ajuste fuerte que hizo el Gobierno Nacional se hace sentir, lo vemos con los directores de desarrollo social de los municipios. Se está construyendo una olla a presión que hay que ver cómo evoluciona. La sensación es que la gente tiene algunos mecanismos todavía.
-¿Cuáles?
-Se endeudan con Mercado Pago, con el fiado del almacén.
-¿Pero el que está más abajo no tiene ni Mercado Pago?
-Es parecido a lo que pasó en la pandemia, se activaron los comedores informales, son ollas populares y la gente va con el tupper y eso creció.
-¿Qué herramientas tenés dentro de la provincia para asistir?
-Con la crisis y la recesión ponemos más el foco en la asistencia y contención. Articulamos con los municipios y tenemos que poner recursos para que llegue la ayuda a la mayor cantidad de gente. La recesión impacta en el desempleo y se siente. Hay más gente en situación de calle y otros que revuelven la basura, aunque no duerman en la calle. Los que vienen a contingencia se incrementaron, atendemos 2.500 personas por mes, el año pasado venía la mitad. Trabajamos con merenderos y comedores informales, hay 160 organizaciones desde asociaciones, clubes, iglesias y movimientos sociales.
-¿Con cuáles además de Libres del Sur, el partido tuyo?
-Con el Evita, el Polo Obrero, la Corriente Clasista y Combativa, con todos. También articulamos con otras organizaciones que son más formales como los Ceos, los asistimos con raciones, les pagamos a los proveedores, son 128. Y están los informales que dije, los comedores, son más de 120, y los merenderos son unos 1.087. A todos algo les llega del Gobierno, las 160 asociaciones tienen los 128 comedores y los 1.087 merenderos.
-¿A cuánta gente asisten?
-A unas 200 mil personas.
-¿Por qué no vuela todo?
-Porque hay dispositivos de política social como la Tarjeta Alimentar y la Asignación Universal, ahí se garantiza un mínimo, hay una expectativa de supervivencia y de no desesperación porque saben que entre esos programas una familia de 6 personas recibirá unos 250 mil pesos.
-En tres o seis meses más, la situación social va a estar igual, mejor o peor.
-Creo que peor, no soy optimista. Si el gobierno logra que la economía crezca, la inercia de la recesión seguirá un tiempo más.
-Cómo ves el manejo que hizo el Gobierno Nacional de la distribución de los alimentos.
-Lo veo con preocupación, ellos tienen la legitimidad de desarmar un dispositivo y armar otro, pero me preocupa que se desarma uno, pero no se arma otro y esto no va por si lo nuevo es mejor o peor, la experiencia dirá. La política social de la Argentina ha sido buena en algunas cosas, hoy tenemos indicadores macroeconómicos peores y no reventó nada por lo que dije, la Asignación y otras cosas. Se reemplazaron los punteros por las organizaciones sociales porque estaban insertas en lugares donde no llega el Estado. Hoy están cuestionadas, habrá que ver costos y beneficios, pero que la nueva forma funcione porque definen políticas de ajuste y la gente necesita ayuda.
-¿Aquí en Mendoza no hay denuncias del manejo de planes por pedir que vayan a las marchas o que se quedaran con plata los que se ocupaban de gestionarla?
-Yo no conozco denuncias, muchos de esos planes antes eran socio productivos y la contraprestación era estar en un merendero, en un comedor u otros más productivos. La Nación los desarmó y la gente no tiene que hacer ninguna contraprestación, algunos siguen haciendo el trabajo en merenderos y otros no y se va licuando con la inflación el plan porque no se actualiza el monto.
-Pero en ningún movimiento pasaba que si no iban a la marcha no cobraban o les pedían dinero.
-No hay denuncia formal, pero por cada movimiento tenía su forma de manejarse y algún mecanismo de exigir participación había. Hoy los movimientos sociales ya no reciben dinero y subsisten con los alimentos que les damos y controlamos.
-Cómo te sentís en Cambia Mendoza, que cambia, se acerca a Milei, y vos venís de la izquierda.
-Cambia Mendoza nos permite estar porque la centralidad política la tiene el radicalismo y con el gobernador tenemos una mirada de que haya un Estado presente, con matices, pero con muchas coincidencias, que haya un Estado más eficiente y eficaz. El ordenamiento que hizo Cornejo en su primer gobierno, y que continúa, para tener mejor educación, seguridad y salud lo compartimos. Como debate para el mundo progresista es la hora de ver qué tan grande tiene que ser el Estado porque es difícil que sea sustentable y se generan estos fenómenos como el de Milei porque la gente se cansa. Lo ideológico lo vamos transitando, nuestro acuerdo es con el radicalismo y si avanza algún acuerdo provincial con La Libertad Avanza tendremos que debatirlo internamente, hoy hay incertidumbre porque no está claro cómo le va a ir a Milei. Nosotros estamos haciendo una gestión de mucha cercanía y nos juntamos y trabajamos con todos los actores territoriales vengan de donde vengan, desde los municipios, las iglesias, las organizaciones independientes, todos. Además, la Provincia también sufre la crisis en sus recursos.