“Quiero empezar”, dijo esta mañana el suspendido juez federal Walter Bento al arribar a la sala del Poder Judicial de la Nación, en Libertad 731 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se somete ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación, un juicio exprés en el que se decidirá si continua en su cargo.
“Jamás integre una banda, una asociación ilicita ni como miembro ni como jefe y jamás incurri en el mal desempeño de mis funciones”, sentenció Bento en sus primeras declaraciones.
Maletín en mano, el magistrado mendocino llegó al lugar acompañado del equipo de abogados que lo asisten, cerca de las 9.26 y se dirigió a la prensa brevemente ante la mirada de su abogado principal, Mariano Fragueiro Frías.
Luego, antes de dirigirse al jury, Bento giró y dejo a la prensa presente: “Son todas mentiras y hoy lo voy a dejar en claro”.
Se espera que Bento declare ante este tribunal -algo que puede realizar ni bien arranque la audiencia y también a modo de cierre- que tiene la potestad de destituirlo por mal desempeño en su función.
Si esto ocurriera, esto tendría una efecto directo sobre el juicio que está abierto en Mendoza donde se lo juzga por ser el presunto jefe de una asociación ilícita que daba coimas a cambio de beneficios judiciales.
Es que la destitución del juez implicaría la pérdida de sus fueros y deberían aplicarse inmediatamente los cinco pedidos de prisión preventiva que dispuso la Justicia en Mendoza.
Teniendo en cuenta los plazos legales, el Jurado de Enjuiciamiento definirá la continuidad o no en el cargo de Bento mucho antes de que concluya el juicio penal, que podría durar más de un año.
En cambio, el proceso de remoción en el Jurado tiene, de punta a punta, una extensión de sólo 180 días hábiles.