El viernes pasado, el gobierno nacional anunció que enviará al Congreso un proyecto de ley de Reforma para el Fortalecimiento Electoral, que incluye la eliminación de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), la modificación de la ley Orgánica de Partidos Políticos y el sistema de financiamiento de las fuerzas que compiten en los comicios.
El vocero presidencial Manuel Adorni aseguró que, desde su creación en 2011, las elecciones “han funcionado como una encuesta millonaria al servicio solo de la política y en detrimento de la economía y el tiempo de los argentinos”.
“Solo en 2023, tuvieron un costo de 45.445 millones de pesos, a valores históricos y en términos reales, esto fue mucho más gravoso. Y obligaron a los argentinos a tener que ir a votar tres veces”, sostuvo Adorni.
Mientras tanto, en Mendoza se distanciaron de la idea de suprimir la herramienta electoral, teniendo en cuenta que la provincia debería sancionar su propia reforma para llevarlo adelante en las elecciones a gobernador, legisladores provinciales e intendentes.
Una alta fuente del Ejecutivo provincial, le confirmó a Los Andes: “En Mendoza no lo estamos analizando. Nos parece mucho más democrático que sean los ciudadanos quienes puedan definir los candidatos de los frentes electorales y no que sea una decisión de un grupo de dirigentes”.
La definición del entorno del gobernador Alfredo Cornejo condice con lo plasmado en las últimas dos elecciones PASO, por parte de Cambia Mendoza. En el 2023 el frente oficialista dirimió su primaria entre el actual mandatario y Luis Petri; mientras que en 2019 ocurrió lo mismo con Rodolfo Suárez (luego electo gobernador) y Omar De Marchi.
El año pasado se registró el piso histórico de participación en las elecciones PASO provinciales, que datan -a diferencia de la Nación- desde el año 2015. Hubo un 66% de participación en los comicios provinciales del 11 de junio, cuando veces anteriores no bajó del 70%.
Lo mismo ocurrió en las elecciones generales, que alcanzaron un 71% y significaron la participación más baja desde el 2003 a la fecha. Históricamente entre una elección primaria y una general existe un 3% de mayor asistencia de diferencia. En 2023 esa brecha fue de un 5%.
No fue menor el debut de la Boleta Única de Papel, que significó un cambio profundo para los electores mendocinos, con toda la oferta dispuesta en una sola papeleta (menor costo de impresión) y la agilidad para sufragar por la eliminación del cuarto oscuro, entre otros aspectos positivos.
Qué dice la ley provincial
En el año 2013 se sancionó la Ley PASO 8.619, que permitió a Mendoza tener su primera experiencia con elecciones primarias en las ejecutivas de 2015. Luego, en 2017 a través de la Ley N° 8967, se aplicaron modificaciones a ese texto, que son las que rigen actualmente.
El Artículo N°3 de la norma establece los plazos para la realización de las elecciones y también la autorización de que la Provincia adhiera al calendario nacional. Primero señala que “la convocatoria a elecciones primarias deberá realizarla el Poder Ejecutivo Provincial y/o Municipal con una antelación no menor a los noventa (90) días corridos previos a su realización”.
“Las elecciones PASO provinciales se llevarán a cabo el segundo domingo del mes de junio, cuando corresponda la renovación del Poder Ejecutivo y Legislativo provincial y Municipal. En el caso de las elecciones del Poder Legislativo provincial y municipal exclusivamente, se realizarán el primer domingo de febrero, del año que corresponda a la renovación legislativa”, añade el texto.
Aquí yacen puntos importantes pensando en las elecciones intermedias, ya que si Mendoza decidiera desdoblar su calendario electoral legislativo debería trasladar sus comicios a febrero (PASO) y abril (generales) de 2026, teniendo en cuenta que los nuevos legisladores y concejales asumen bancas recién el 1 de mayo de ese año.
Y por otro lado, se autoriza a que el Poder Ejecutivo Provincial adhiera a “lo dispuesto por la Ley Nacional Nº 15.262 y su Decreto Reglamentario 17.265/59, o las normas que al respecto se dicten en el futuro, en consecuencia las elecciones PASO y Generales –provinciales y municipales- podrán celebrarse en forma conjunta o simultáneas con las elecciones PASO y Generales nacionales”.
Es decir, en el caso de que el Gobierno nacional no prospere con su intento de suprimir las PASO, Mendoza podría adherir al calendario nacional como ha ocurrido en elecciones anteriores. En ese caso, las elecciones legislativas se desarrollarán el año próximo en conjunto. En Casa de Gobierno advierten que tomarán una decisión al respecto, recién en 2025.
Por último, la ley también habilita a los municipios a desdoblar sus comicios del calendario provincial, lo que se ha repetido en comunas opositoras los últimos años y que produjo en 2023 que algunos vecinos deban asistir siete veces a las urnas en solo un año.
“Los municipios que realicen elecciones PASO separadas de las provinciales deberán llevar a cabo dichas elecciones el último domingo del mes de abril, cuando corresponda la renovación del Poder Ejecutivo y Legislativo municipal; y el primer domingo de diciembre, en el caso de las elecciones del Poder Legislativo municipal exclusivamente”, dice la ley.
Y deja en claro, que en ambos supuestos, “asumirán el costo económico total de realización de las mismas. Al momento de la convocatoria a elecciones, el Poder Ejecutivo Departamental, deberán convenir con la Junta Electoral de la Provincia el modo de integración del costo de la elección que la Autoridad de Aplicación Electoral le determine”.
Una diferencia clave entre las PASO provinciales y las nacionales, es que según el artículo 17 de nuestra ley, en Mendoza los frentes electorales deben llegar a un piso del 3% de los votos afirmativos para lograr competir en las generales. Mientras que a nivel nacional, el filtro se ubica en un 1,5% de votos.