El acuerdo anunciado entre el Gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) será completado en las próximas semanas con el detalle de los aspectos técnicos de las políticas financieras, fiscales y monetarias, de acuerdo con lo adelantado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el propio organismo multilateral de crédito en su declaración formal.
El entendimiento que se suscribirá no será un stand by como el de 2018, sino uno de Facilidades Extendidas o “Extended Fund Facility” (EFF). La principal diferencia entre ambas modalidades es la duración más larga del EFF pero también su mayor nivel de exigencia en los requisitos, algo que no formaría parte del entendimiento alcanzado según lo señalado por Guzmán en la conferencia de prensa de ayer.
Respecto de la redacción definitiva, Guzmán aclaró que el trabajo de los memorandos de políticas económicas y financieras va a demandar “algunas semanas”, en tanto en el Fondo se indicó que proseguirán las gestiones “en las próximas semanas para llegar a un acuerdo a nivel del personal técnico”.
”Como siempre es el caso, el acuerdo final sobre un acuerdo de programa estaría sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI”, completó el organismo.En ese sentido, el jefe del Palacio de Hacienda puntualizó el hecho de que “no haya políticas de ajuste”, en tanto el presidente Alberto Fernández precisó en su mensaje que no habrá reforma laboral ni previsional, del mismo modo que no se pondrá como requisito la privatización de empresas públicas.
La duración del acuerdo será de treinta meses, con diez revisiones trimestrales. Del resultado de esas revisiones dependerán los desembolsos periódicos del programa, equivalentes en su totalidad a los US$ 44.500 millones que deben refinanciarse del préstamo de 2018.
”Con esos desembolsos se irán haciendo los pagos del programa que había acordado el gobierno anterior y el remanente se utilizará para ir acumulando reservas”, aclaró Guzmán.
El FMI señaló que se convino con el gobierno que “una estrategia para reducir los subsidios a la energía de manera progresiva será fundamental para mejorar la composición del gasto público”, aunque no se aportaron precisiones sobre a cuánto ascenderían esos recortes, tanto para el gas como para la electricidad, además de no incluir al transporte público.
Ambas partes coincidieron en la necesidad de subir las tasas de interés a niveles reales positivos, de manera de “respaldar el financiamiento interno y fortalecer la estabilidad”.