Después de un año y medio, se realizó la primera sesión presencial en el Senado de la Nación. Lo destacable de la misma fue el emotivo aplauso del cuerpo legislativo para Esteban Bullrich, que ocupaba su banca de Juntos por el Cambio y lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) que le dificulta el habla.
Los senadores de todas las bancadas vivaron a Bullrich, que continúa en la lucha contra la enfermedad. Fue cuando el jefe de los senadores del Frente de Todos, el formoseño José Mayans, ponderó su esfuerzo.
“Está pasando un momento duro, tiene fuerza evidentemente”, sostuvo Mayans tras manifestar su “alegría” por volver a encontrarse con sus compañeros del Senado tras un año y medio de restricciones como consecuencia de la pandemia.
Las imágenes de la transmisión oficial mostraron a Cristina Kirchner, en su caracter de presidenta del Senado, que fue quien inició el aplauso que siguieron el resto de los legisladores.
Visiblemente emocionado, Bullrich agradeció por el homenaje desde su banca en el hemiciclo de la Cámara alta.
El senador de PRO fue diagnosticado con ELA este año luego de presentar dificultades en el habla, aunque no abandonó sus tareas legislativas y se comunica a través de un dispositivo electrónico en los debates de las reuniones de comisión.
El diagnóstico en abril
El senador Esteban Bullrich reveló en abril reveló que padecía ELA, una enfermedad neurodegenerativa. Tras la angustia inicial, comenzó a luchar en todos los frentes y hasta tendió puentes con sus adversarios políticos.
“Al principio me angustié muchísimo, pensaba en todo lo que me iba a perder. Cuando te dan un diagnóstico así, con una expectativa de vida tan corta, automáticamente pensás en todo lo que no vas a poder hacer”, le contó Bullrich a Clarín en una extensa entrevista.
“Pero pude salir rápido de ahí, me concentré en todo lo que sí puedo hacer, que todavía es un montón. Hay días que me cuesta más que otros, pero te diría que una de las cosas que me produjo el diagnóstico es afinarme el foco. Tengo muy claro lo que quiero hacer y cómo me tengo que organizar. Hoy mi referencia es Jesús y el apoyo del abrazo de la Virgen. Y, por supuesto, María Eugenia”.
El hecho de que se trata de un funcionario público y una figura reconocida, se puso a la ELA en la agenda de los medios de comunicación y en la conversación pública cotidiana. Incluso motivó uno de los grandes episodios “anti-grieta”.
Cristina Fernández de Kirchner lo llamó personalmente apenas se dio a conocer la noticia de su situación médica. “La grieta no es algo que exista, es algo que se ejerce. Si uno no la practica, desaparece”, dijo Bullrich.
“Creo que estamos ante una gran oportunidad para terminar con esta manera de entender la política. Cuando me llamó Cristina, o en tantas otras ocasiones en que dejamos de lado la grieta para concentrarnos en lo importante, lo que estamos haciendo es poner el foco en lo que podemos hacer y no en lo que no podemos hacer. Ojalá se haga una práctica constante de esto”.