Elisa Carrió se refirió este sábado a la interna que se vive dentro del Gobierno Nacional entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner. La referente de la oposición y líder de la Coalición Cívica (CC) aseguró que, con la salida de Martín Guzmán, lo que concretó la Vicepresidenta fue un fuerte golpe al jefe de Estado.
“Estamos en el peor de los mundos”, dijo en diálogo con Radio Mitre al respecto de la situación económica del país y tras ello justificó su postura al indicar que el panorama “se agravó sustancialmente cuando Cristina voltea finalmente al Presidente, que está pero no es más presidente, desde la renuncia de Guzmán”. Además, sentenció: “Efectivamente, si este hombre renuncia, es golpe de estado”.
Carrió también mencionó a un tercer integrante del Gobierno como uno de los involucrados en la disputa oficialista. “En realidad son tres, porque (Sergio) Massa quería quedarse con todo. Hay algunos empresarios detrás de Massa”, advirtió. Y si bien sostuvo que “Cristina ya no tiene legitimidad”, sí enfatizó que la presidenta del Senado cuenta con “mucho poder de daño”.
Tras ello, la líder de la CC apuntó al rol de Guzmán en la crisis desatada semanas atrás, con la presentación de su renuncia, y dijo: “¿Cómo iba a solucionar la deuda de los próximos meses si esto estaba trabado por Cristina? Guzmán piensa en su carrera personal, hizo lo que haría cualquier egoísta”.
Según La Nación, a continuación, volvió a apuntar contra la figura de la de vicepresidenta y la acusó de “alzamiento”. “Faltan pocos hechos para confirmar el delito de alzamiento contra las autoridades; la frase (de Cristina Kirchner) de ‘no voy a revolear ministros’ la conduce en una conducta” en esa dirección.
Al referirse a los objetivos que tiene la exmandataria, Carrió insistió en que lo que busca es impunidad, en medio de las varias denuncias en su contra por corrupción. “Cristina busca la impunidad, que no la va a lograr, pero en el medio hace caer [al Presidente] y licua la posibilidad de una Argentina que transite con no violencia”, afirmó.
En ese sentido, la puja pública dentro del Gobierno impacta de lleno en el clima social, y Carrió mostró su preocupación al notar que “la gente está muy angustiada”. Además, agregó que “la situación es extremadamente difícil. El pueblo hoy no está reaccionando porque no tiene energía”.
De cara al futuro, la ex diputada nacional pronosticó que se vienen “meses muy difíciles” para la Argentina y que “el cuello de botella está en septiembre”, debido a que “hay mucho conflicto social y mucha ruptura de la cadena de suministros”.