Una sanción irrisoria tendrá para los vecinos de siete departamentos mendocinos no ir a votar este próximo domingo en las elecciones PASO.
El valor de la multa resiste al fenómeno de la inflación y no se actualiza desde hace muchísimo tiempo, por lo cual, equivale a apenas 100 pesos argentinos. Si bien alguna vez existió la intención de actualizarla para el proceso electoral en marcha, nunca nadie promovió el cambio legal respectivo.
El marco normativo que rige las elecciones del domingo es la ley provincial 2551, que data de 1959, pero ha tenido actualizaciones. La redacción vigente de la ley electoral de la provincia dice, en su artículo 112, que “el elector que sin causa legítima dejase de emitir su voto en cualquier elección efectuada en el distrito donde se encuentre inscripto, será penado”.
Luego precisa las dos sanciones para el que incumple el acto cívico. La primera es “la publicación de su nombre por la junta electoral, como censura por haber dejado de cumplir su deber electoral”. La segunda, una “multa de cien pesos argentinos ($ a 100) y en caso de reincidencia con el doble de la multa que se le haya impuesto por la infracción anterior”.
De las dos penas, la primera puede ser mucho más relevante que la segunda para quienes no quieran ir a votar, ya que implica que la constancia del voto será exigible en determinados trámites oficiales, como los concursos de cargos en el Estado.
Hay que destacar en este sentido que el Poder Judicial abrió hace poco un concurso para incorporar auxiliares que tuvo una demanda enorme: se inscribieron para competir por estos puestos un total de 51.954 ciudadanos.
Quienes viven en Maipú, San Rafael, Tunuyán, Lavalle, San Carlos, Santa Rosa o La Paz, deberán tener en cuenta que no votar en la PASO de este domingo podría dejarlos fuera de carrera en este concurso.
En cuanto a la simbólica multa de 100 pesos, que correrá para quienes no voten y no se encuentren fuera de la provincia o con inconvenientes de salud, desde la Junta Electoral confirmaron que es el valor vigente para esta elección.
Inmemorial
La vieja multa por no votar es, en realidad, una sanción apenas testimonial desde hace muchísimos años. Ni en el Gobierno ni desde la Legislatura pudieron precisar cuándo se aplicó la última actualización. Hay quienes dicen que la ley 2551 no cambia en este sentido desde la década de 1980.
Por supuesto que han existido varias modificaciones sobre aquel texto. La última fue la ley que impulsó el Poder Ejecutivo para cambiar la herramienta de votación y aplicar la Boleta Única Papel, que por el adelantamiento electoral que resolvieron los intendentes de siete municipios, entrará en vigencia el domingo en los departamentos mencionados.
A la hora de explicar por qué no se ha cambiado el valor de la multa por no votar, el Gobierno provincial indicó que su preocupación puntual fue la eliminación de la lista sábana. “Trabajamos solamente el cambio de herramienta, no avanzamos en la reforma de la ley electoral en su totalidad porque para ello creemos que antes hay que hacer la reforma constitucional”, afirmó el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez. En ese modelo de reforma, la gestión actual propone la eliminación de las elecciones intermedias.
Las preocupaciones de autoridades y partidos políticos hoy están concentradas exclusivamente en el debut del sistema de Boleta Única Papel, ante la cual hay un alto grado de desconocimiento todavía, que se suma al desinterés que parece generar en la sociedad el acto cívico de la votación.
Polémicas a destiempo
En distintos ámbitos reconocen que la capacitación para el uso de la Boleta Única ha sido escasa y deberá mejorar para las elecciones provinciales, que se desarrollan a partir del 11 de junio, día en que se realizarán las primarias para elegir candidatos a gobernador e intendentes en 11 departamentos. Los postulantes a las intendencias de los otros siete se elegirán el domingo.
Por lo pronto, para la primera elección del año, la Junta Electoral de la provincia ha ratificado que habrá centros de información en los colegios en las que se harán votaciones simuladas con selecciones de fútbol para orientar a la gente respecto de la nueva herramienta.
“Es esencial que la gente no se apure a la hora de votar y para esto es clave que haya dos boxes”, señaló en este sentido el secretario de la Junta Electoral, Jorge Albarracín. Y reconoció que uno de los puntos a considerar para la elección provincial es que “la capacitación sea más fuerte”.
Las boletas del domingo que viene no serán iguales en todos los departamentos, ya que dependerán de la cantidad de precandidatos que haya en cada uno. Su implementación en los comicios de este año despertó algunas discusiones, incluso dentro del propio oficialismo. Y la polémica todavía no se agota: el precandidato a gobernador Alfredo Cornejo la reavivó en declaraciones periodísticas este miércoles.
Mirando los comicios en los que va a competir, Cornejo advirtió que “la Boleta Única va a ser más grande que la boleta sábana en la elección PASO provincial”. Y agregó: “El sistema me gusta pero para la elección general, pero en una PASO va a ser una confusión enorme”.
Aunque nadie quiere en el oficialismo que se reabra una polémica interna en medio del proceso electoral, el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez, saltó en defensa de la nueva herramienta. “La boleta única no va a generar más problemas que la boleta sábana en primarias, porque ahora están limitadas las adhesiones o colectoras”, destacó. También expresó que “si nosotros hacíamos una ley para la elección general y una para las PASO, la gente hubiera dicho que seguían las trampas y la reforma hubiera quedado manca”.
El funcionario enumeró una vez más las bondades del nuevo instrumento local. “Las opciones van a estar todas en una sola boleta y con una birome se podrá marcar la boleta completa también. Simplifica la presentación de toda la oferta y si el elector se equivoca, puede volver a votar. Además, pone a todos los candidatos en igualdad de condiciones y nadie puede caer al colegio con boletas truchas”, afirmó.
“Los sistemas no son perfectos. Esta no es una herramienta mágica, es compleja en primaria, pero sería más confusa con boleta partidaria. Solo en Argentina y Uruguay tienen boletas partidarias”, remató.
El sistema “ideal”
Tanto en el Gobierno provincial como en la Junta Electoral creen que las PASO del domingo servirán como una suerte de “práctica” para la adaptación a la Boleta Única y que peor sería que se avanzara a un sistema nueva en una elección general.
Pero, ciertamente, el proyecto que se aprobó hace más de un año provocó al comienzo cierto ruido en el oficialismo, más allá de las diferencias con el justicialismo y el resto de la oposición.
“Había diferencias de criterio, no una interna, pero todos acompañamos para ser orgánicos y porque Suárez quería que se concretara esta reforma”, reconoció un legislador del cornejismo.
La reforma que se practicó el año pasado dejó como un mero “elemento decorativo” o como “una expresión de deseo” otros sistemas, como la Boleta Única Electrónica (BUE).
En la Junta Electoral creen que este sistema para votar es el más completo, porque es “híbrido”: el voto se emite en forma electrónica, con el uso de una tarjeta y a través de pantallas, pero también se imprime una copia en papel que va a la urna.
La BUE se utilizó en las elecciones de Neuquén, es la que se emplea en Salta y es además la que se aplicará en Ciudad de Buenos Aires. El gobierno de Suárez cree que sería sencillo dar ese paso, por lo menos desde el punto de vista legal.
Lo que sería difícil sería conseguir el presupuesto. Costaría 4 dólares por voto y Mendoza debería haber invertido, para PASO y elecciones generales, 12 millones del inalcanzable billete verde solo para el proceso de votación.
Se gastará bastante menos con la boleta única papel. Incluyendo las capacitaciones y demás agregados del proceso electoral, serán unos 3.000 millones de pesos. No es lo óptimo, pero sí lo que se puede gastar.