El tradicional PD encara una renovación con la mira puesta en 2021

De la mano de nuevos dirigentes, el Partido Demócrata quiere ser alternativa electoral. Y le dice “No” al proyecto de reforma de la Constitución de Suárez.

El tradicional PD encara una renovación con la mira puesta en 2021
La diputada provincial Mercedes Llano representa a la nueva camada de dirigentes “gansos”. / Mariana Villa

“Es una coalición electoral, no de gobierno”. Así definen los principales referentes del Partido Demócrata (PD) a Cambia Mendoza, frente que gobierna Mendoza desde 2015. La presentación del proyecto de reforma de la Constitución abrió nuevamente un cruce de posturas entre los “gansos” y la Unión Cívica Radical (UCR), mostrando que a veces son más las diferencias que los puntos en común.

Si bien la fuerza del centenario y tradicional partido, que llegó a competir cabeza a cabeza en las elecciones para Gobernador hace ya una veintena de años, hoy se centra en dos diputados provinciales (Mercedes Llano y Guillermo Mosso), su discurso no deja de ser a veces una piedra en el zapato del Gobierno, más allá de la lógica confrontación entre el oficialismo y la oposición.

Hoy el PD se suma a la fila de las críticas al proyecto de reforma de la Constitución, sosteniendo un discurso en el que no sólo opina que no es oportuno por la crisis económica, sino que denuncia que la iniciativa que envió Rodolfo Suárez a la Legislatura favorece el caudillismo, la concentración del poder, la posibilidad de erosionar las instituciones y que fomentaría una democracia más débil a futuro.

El presidente del PD, Roberto Ajo, expresa a Los Andes que no son oportunistas al salir a oponerse a la reforma, sino “coherentes” con la posición histórica del partido y creen necesario marcar “nuevamente” las diferencias en este momento.

El dirigente señala que la militancia por el “No” a la reforma no es una estrategia electoral pensando en 2021, ya que “la oportunidad de que el PD tenga más adhesión al electorado no basta sólo con la posición en la reforma” sino -dice- en que la sociedad vuelva a confiar en el partido como alternativa de gobierno. Una de sus espadas en la Cámara baja, Mercedes Llano, agrega que “la coherencia y esfuerzo pueden hacer recuperar la confianza de la gente” en el PD.

“Nunca nos convocaron para debatir la reforma, pero desde que Suárez visitó la sede en campaña electoral, le adelantamos que nuestra postura era contraria al unicameralismo o a la eliminación de las elecciones intermedias”, señaló Llano, quien supo oponerse a viva voz a otra fuerte apuesta de Suárez que no salió bien: la reforma de la 7.722.

Los demócratas aseguran que para la baja del gasto político (fundamento con el que el oficialismo pretende establecer consenso) no bastará con eliminar una Cámara o suprimir una elección, sino que “debería verse en otros gestos, porque no va a incidir en un ahorro considerable en una Cámara que no llega al 1% de los gastos anuales”.

Llano, de todas maneras, indica que en el partido sí son proclives a las reformas, pero destaca que se debería avanzar por medio de las enmiendas. “Las reformas parciales se venden con paquetes pero detrás aparecen otros artículos que pueden debilitar la democracia”, considera.

Por otro lado, en el PD dejan en claro que la visión del partido puede o no ser tomada por sus legisladores, teniendo en cuenta que la dura posición de Llano no se condice con la de Mosso, que ha solido estar más cerca del Gobierno. “Todos tienen sus libertades como legisladores. El partido puede dar sugerencias, pero son las personas las que votan”, acota Ajo.

Enemigos íntimos

Respecto de por qué el PD sigue en un frente con el cual tienen estas disidencias, el presidente del partido marca que “participar en un frente tiene sus riesgos”, pero indica que se suscribió un acuerdo programático en el cual está establecida la defensa de la República. “Como en todo frente hay disidencias, pero nos unen causas mayores”, cerró.

La relación que hoy parece tensarse entre el PD y la UCR se ha visto en otras oportunidades desde que conformaron Cambia Mendoza. La situación más significativa fue con el ex diputado Marcos Niven (antecesor de Ajo como presidente del partido), quien truncó con su voto negativo en la Legislatura las aspiraciones del ex gobernador Alfredo Cornejo de ampliar la Suprema Corte de la provincia.

“Últimamente el oficialismo no ha acompañado nuestras iniciativas”, señalan los “gansos” ahora, y marcan algunos proyectos presentados y que duermen en los cajones legislativos, como terminar con el nepotismo en los cargos en el Estado; la modificación en la elección de jueces y magistrados por parte del Senado (con la necesidad de llegar a los dos tercios de los votos y que los mismos no sean secretos), además de otro que propone bajar el sueldo de los funcionarios públicos.

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