En un debate exprés, el Senado convirtió en ley este jueves el proyecto de ley impulsado por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, para otorgar un nuevo alivio fiscal a contribuyentes, entidades sin fines de lucro y pymes que contrajeron deudas como consecuencia de la pandemia.
La iniciativa había sido aprobada este miércoles por la mañana en la Cámara baja y el Senado no había comenzado siquiera su tratamiento en comisiones, pero el oficialismo impuso su mayoría para incorporarla a la sesión. Finalmente, la oposición dio quórum para el debate y respaldó la ley, que fue sancionada por unanimidad, con 49 votos.
La flamante norma tiene tres ejes: la condonación de deudas para 1.042.381 pequeños contribuyentes, entidades sin fines de lucro y micro y pequeñas empresas con deudas inferiores a 100.000 pesos; la ampliación de la moratoria; y un “premio” a 663.000 contribuyentes cumplidores, propuesto desde la oposición.
El oficialista Ricardo Guerra explicó que el proyecto “está estructurado atendiendo la particularidad de los distintos grupos de contribuyentes, según su tamaño, composición y antigüedad de la deuda declarada y potencial”.
“Una vez más, nuestro espacio político propicia la regularización de deudas impositivas, sabiendo y considerando las dificultades que atravesaron los contribuyentes por efecto de la pandemia, en particular los más vulnerables”, destacó.
Desde Juntos por el Cambio, el radical Julio Cobos lamentó el escaso tiempo para revisar el proyecto de Diputados, pero anticipó el respaldo del interbloque debido a los efectos económicos de la pandemia.
“El problema de fondo que tenemos en el país, y que no resolvemos en muchos años, es la inflación. El mejor alivio fiscal, el mejor programa de inversión y de promoción del empleo es tener una inflación de un dígito, tasas bancarias de un dígito y unificar el tipo de cambio”, analizó.
Finalmente, el jefe del bloque del Frente de Todos, José Mayans, comentó que la vicepresidenta Cristina Kirchner pidió celeridad para sancionar esta ley y resaltó que “trae cierto alivio, porque condonamos deuda a personas y entidades sin fines de lucro que no la van a pagar, porque no tienen forma de hacerlo”.
Los tres ejes de la ley
En primer lugar, se condonan las deudas tributarias, aduaneras y de la seguridad social vencidas hasta el 31 de agosto de 2021, contraídas por entidades religiosas, cooperativas de trabajo y escolares, cuarteles de bomberos, bibliotecas populares, clubes de barrio y entidades benéficas.
Esta amnistía fiscal abarca, en total, a 6.727 beneficiarios, con obligaciones adeudadas por un monto de 2.175 millones de pesos.
También se condonan las deudas de micro y pequeñas empresas y pequeños contribuyentes que deban menos de 100.000 pesos. A pedido de la oposición en Diputados, en el texto se aclaró explícitamente que el beneficio abarca a monotributistas.
En este caso, serán 1.035.654 beneficiarios, de los cuales la mayoría son microempresas y monotributistas. La deuda total de este punto es de 17.489 millones de pesos.
Por otra parte, se amplía la moratoria para todas las deudas -no solo se limita a las deudas posteriores al 1ro de agosto, como decía el proyecto original-. Es decir que no habrá fecha de vencimiento hacia atrás, sino que todas las deudas podrán ser incluidas. El universo alcanzado es de 845.900 contribuyentes.
La última “pata” del proyecto aprobado tiene que ver con una serie de beneficios a unos 663.000 contribuyentes que sí cumplieron con sus obligaciones tributarias. Son similares a los de la ley sancionada en agosto del año pasado.
Para los monotributistas, se prevé la exención del componente impositivo de la cuota de acuerdo a la categoría: para las categorías más bajas -A y B- será por seis meses, y a partir de allí se aplicará un esquema decreciente.
Al resto se le permitirá un incremento de la deducción especial que prevé el artículo 30 de la Ley de Impuesto a las Ganancias, de un 50% por un período, mientras que para las pymes se establece un esquema de amortización acelerada.
