Minutos después de que la fórmula del Frente Elegí Omar Parisi-Lucas Ilardo, lanzaran su principal eje de campaña, hacer 16.000 casas en caso de que sean electos, los adversarios internos de la lista Avanza Mendoza, que encabeza la fórmula Guillermo Carmona, Liliana Paponet, lanzaron su propuesta de vivienda.
La pelea que se viene en la Primaria Abierta, Simultánea y Obligatoria (PASO) en el peronista Frente Elegí, promete ser picante. Por un lado están el grupo que lideran los camporistas Anabel Fernández Sagasti e Ilardo, junto a Carlos Ciurca; del otro está Carmona junto a los intendentes Emir Félix y Roberto Righi.
En esa escenario es que aparecen las dos propuestas de vivienda con una diferencia de minutos.
La vivienda suele ser una promesa repetida, e incumplida, en las diferentes campañas electorales. Ahora, en las PASO del peronismo, habrá dos propuestas de vivienda en pugna. Una con un número inalcanzable desde hace 32 años, pero sin haber dado una explicación en profundidad de cómo; la otra con mucha explicación y sin número.
Parisi-Ilardo fueron por el número emblemático de la democracia: en los cuatro años de gobierno de José Octavio Bordón se hicieron 16.400 casas, la gestión que más casas construyó desde 1983 y que lo hará con el superávit fiscal que construyeron los dos gobiernos de Cambia Mendoza.
“El plan es multidisciplinario, vamos a ser el que más casas va a hacer en la historia de Mendoza, que es una deuda con 60 mil mendocinos y el gobierno que haga más lotes con servicios. Es un plan ambicioso y realizable”, agregó.
“Hay un superávit de alrededor de entre 80 y 100.000 millones de pesos que están en un plazo fijo en las arcas del Gobierno que no se utiliza. Hay posibilidades de conseguir dinero afuera a través del Fonavi, hay perspectiva, hay proyectos como Casa Propia o como Techo Digno que son programas nacionales que están disponibles si uno tiene los proyectos armados”.
El dato del superávit parece exagerado. Lo oficial es que el actualmente el Gobierno tiene guardados unos 30.000 millones, que alcanzan para cubrir un mes y medio de salarios estatales, incluidos los aportes patronales. Pero es el dato que tiró Parisi anoche.
Del otro lado, Carmona evita las promesas y va una propuesta organizativa para estimular la construcción de viviendas.
“El gobierno de la provincia ni ha aprovechado la disponibilidad de fondos nacionales ni ha dispuesto de recursos propios para hacer frente a la creciente demanda en los sectores populares y medios, dejando librado a los emprendedores privados y a las entidades privadas de crédito la iniciativa en la respuesta a las necesidades de vivienda de nuestra población”, dice un comunicado del espacio, para luego ir por la propuesta.
“Los profesionales, técnicos y personal administrativo deben ser reconocidos y potenciados como actores fundamentales en la promoción y ejecución de un ambicioso plan de viviendas”, dicen como una forma de superar la supuesta parálisis del IPV.
“El nuevo IPV debe articular fuertemente con los municipios para generar un proceso de descentralización en la gestión administrativa y en la ejecución y control de las obras”, acotan luego.
“Al mismo tiempo el nuevo IPV debe optimizar la articulación con el gobierno nacional, trabajando en conjunto con cooperativas, mutuales, entidades vecinales y empresas en la formulación de proyectos a ser ejecutados en la provincia”. La articulación con el Gobierno nacional que quieren promover lo harán sin importar el signo político que gane la presidencial.
Además prometen un plan para el acceso a lotes urbanizados y con servicios, en conjunto con los municipios y un programa de créditos hipotecarios subsidiados para la adquisición de la primera vivienda, para jóvenes y mujeres jefas de hogar.
Además aseguran que promoverán la adopción de sistemas de construcción ecológicos que apunten al ahorro energético, con métodos “tradicionales y no convencionales sustentables”. Incluso prometen generar incentivos fiscales para quienes construyan sus viviendas con sistemas ecológicos y sustentables.
También prometen gestionar “ante el gobierno nacional la reconversión de los créditos uva en créditos que no impliquen la indexación de tasas”, algo que ya hizo la actual gestión del IPV sin ir a Nación.
