El peronismo mendocino se ilusiona con la llegada de Sergio Massa a un balotage y con meter dos diputados nacionales. Si este domingo se repiten los resultados de las PASO sería uno solo, Martín Aveiro. El intendente de Tunuyán cerró el acto en el Club Petroleros en donde la Confederación General del Trabajo (CGT) tuvo mucho protagonismo.
Además de los candidatos de la lista de Unión por la Patria en Mendoza, estuvieron presentes los dirigentes del PJ que ocupan distintos cargos. Anabel Fernández Sagasti estaba en Buenos Aires por lo que no asistió, al igual que el intendente de Maipú, Matías Stevanato. Desde Lavalle no llegó nadie: Roberto Righi (también en la Ciudad de la Furia) y Edgardo González se ausentaron.
“Acá tiene que nacer la recuperación de Mendoza para que en 2027 tengamos un gobierno peronista que esté cerca de la gente”, se envalentonó Martín Aveiro en el cierre del acto. Humo de bengalas, bombos y banderas le pusieron color a un acto peronista que tuvo, después de mucho tiempo, a gran parte de los gremios presentes.
Ya lo había destacado Sergio Massa en un video que envió para el evento. “Los gremios se han unido”, dijo el candidato presidencial y eso tiene que ver con la nueva conducción de la CGT que está en manos de Ricardo Letard (Camioneros) y Luis Márquez (Unión Obrera Metalúrgica). Ambos fueron oradores en el estadio techado del club.
Camioneros tiñó de verde a parte de las tribunas que continuó con otros sindicatos. Enfrente estaba La Cámpora con remeras azules y banderas. Otros gremios, movimientos sociales y agrupaciones peronistas de los distintos departamentos completaron las gradas.
Las sillas frente al escenario fueron para la dirigencia política. Intendentes, sus sucesores, funcionarios nacionales, legisladores y referentes de distintos sectores fueron copando los lugares. En la primera fila se ubicaron las autoridades del PJ, con Flor Destéfanis a la cabeza y también las de la CGT, dejando en claro el protagonismo que pretenden tener en esta nueva etapa de liderazgo.
Los discursos, en la previa, y durante el acto, apuntaron a una etapa nueva y con aires de esperanza. No es la oposición quiere volver a gobernar. Es que es el oficialismo el que quiere seguir. Despegarse de la gestión de Alberto Fernández es una necesidad, aunque Sergio Massa sea el ministro de Economía y no haya frenado la escalada inflacionaria ni la disparada del dólar.
El propio Aveiro reconoció que hay más compromiso por parte de algunos dirigentes y resaltó la figura de Massa. “Candidatos hay muchos. Presidentes uno solo y se llama Sergio Tomás Massa, y es él quien tiene que conducir un nuevo proyecto político para la reconstrucción de la Argentina”, dijo.
“El peronismo sacará adelante al país como siempre lo ha hecho. El único que da garantías de una Argentina de productividad y trabajo, de educación y salud pública es Sergio Massa”, afirmó el metalúrgico Luis Márquez. También habló de la herencia recibida y le apuntó a Macri, porque criticar públicamente al compañero Fernández se tornaría incómodo.
No se habla de ganar en primera vuelta el domingo, la ilusión del balotage es a lo que se aferra el peronismo ante la posibilidad de que Javier Milei sea electo presidente el domingo. Por eso cada voto vale oro y allí están todos ante el mismo desafío, el de conseguir más votos que los que obtuvo la coalición en agosto.
Todos se juegan algo. Quizás, el kirchnerismo más aun porque la única banca que arriesga en el Congreso Nacional (la de Marisa Uceda) es la que podrían perder si se repiten los resultados de las primarias. María Amalia Granata, la candidata kirchnerista no ingresaría.
Podría decirse que hay una cierta distancia entre La Cámpora y otras organizaciones. Se vio manifestada cuando anunciaron que Anabel Fernández Sagasti no estaría en el acto por estar abocada a sus tareas en el Senado. Los aplausos bajaron desde el sector que ocupaba la agrupación y casi que no hubo contagio por parte del resto.
La estrategia es clara: abrazarse entre trabajadores porque, aseguran, Patricia Bullrich y Javier Milei proponen ir en contra de los derechos conseguidos, como condiciones laborales, educación pública, entre muchos otros que mencionaron. “Los derechos de los trabajadores son irrenunciables para nosotros”, expresó Letard.
En ese contexto, el papel de la CGT asoma con poder de convocatoria. Si gana Massa, está claro que tendrán protagonismo. Lo mismo busca el peronismo que atraviesa una transformación profunda después de la derrota electoral en las elecciones provinciales.
La marcha peronista, un clásico en los cierres de campaña, dio pie para el papel picado, las fotos finales que mantienen viva la ilusión. “Hemos recuperado la mística”, dijo una dirigente.