Los sueldos de los representantes legislativos, elegidos por el voto popular, vienen siendo cuestionados sobre todo cuando se compara con lo que se percibe en otras actividades. Uno de los ítems que despierta polémica es el que se abona a quienes están radicados a más de 100 kilómetros de la Legislatura, que aumenta en función de la distancia.
La remuneración mensual bruta (sin descuentos) de legisladores y legisladoras provinciales, según estipula la ley 5.811, es equivalente al 95% del sueldo del gobernador. Sobre ese sueldo bruto, se suma un 3,5% para quienes viven a una distancia de entre 100 y 200 kilómetros y del 5% para los casos en que están domiciliados a más de 200 kilómetros.
De acuerdo con el cálculo, el sueldo bruto de un senador o senadora es de aproximadamente $ 267.500, sobre los que se deducen aportes, Impuesto a las Ganancias y otros descuentos. Para el caso de diputados y diputadas, el monto es de unos $ 259.000 con el mismo sistema de rebajas.
El ítem por desarraigo va, de acuerdo con la distancia del departamento de origen del legislador y de la Cámara, desde $ 8.752 a casi $ 13 mil, superando al Ingreso Familiar por Emergencia (IFE) de $ 10.000 que se pagó periódicamente el año pasado a las personas que se quedaron sin ingresos por la cuarentena.
En el caso del Senado, que paga ese plus a 10 de sus 38 integrantes, con el primer incremento paritario del 7% (restan otro 7% en julio y 6% en octubre) ya efectivo en los sueldos brutos, el monto también subió. Hasta febrero de este año, era de $ 8.752 y ahora es de $ 612 más, es decir $ 9.364 para quienes vivan a más de 100 km. Quienes se encuentran radicados a más de 200 km, percibían $ 12.503 y ahora cobran $ 874 más para llegar a $ 13.377. El monto mensual destinado al ítem desarraigo es de $ 125.728.
La Cámara de Diputados tiene a 12 legisladores y legisladoras, sobre un total de 48 ( o sea el 25%), en esa situación. Antes del incremento salarial, el ítem desarraigo variaba entre 8.745 y 12.108 pesos. Desde marzo oscila entre 9.364 y 13.377 pesos. En caso de pagar la totalidad del ítem a los 12 representantes, el monto a erogar mensualmente es de 148.485 pesos.
El Senado nunca dejó de pagarlo
El año pasado se había alborotado la opinión pública cuando se supo que había legisladores que siguieron cobrando el ítem desarraigo cuando sesionaban en forma virtual. Es decir, pese a que no se trasladaban a la Ciudad de Mendoza como lo hacían habitualmente.
Sin embargo, la Resolución N° 229 de 2006 así lo marca y las justificaciones se centran en que aunque no estén presentes en el recinto legislativo los martes, hay quienes sesionan desde sus oficinas en el Nuevo Anexo Legislativo. Otros también participan presencialmente de las comisiones o utilizan sus oficinas para reuniones o el trabajo legislativo.
“Como regla general se trasladan, normalmente de lunes a miércoles. Algunos alquilan o pagan alojamiento y, si a eso le sumás el costo de combustible, supera lo que cobran por desarraigo. Se hace un control de presencialidad y en función de eso se hace un informe y a mitad de mes se liquida el ítem a los que les corresponde”, explicó Pablo Gómez, a cargo de la Secretaría Administrativa de la Cámara de Senadores. Durante 2021, se han computado 17 sesiones: 14 sobre tablas y 3 sesiones de Acuerdo que exige la presencia in situ de senadores y senadoras para votar con bolillas a favor o en contra de algún aspirante a cargo de rango constitucional. Con el avance de la pandemia, las sesiones volvieron al formato semipresencial como en gran parte de 2020, es decir sólo con jefes y jefas de bloque y autoridades de Cámara en el recinto.
La mayoría de senadores y senadoras que cobran el ítem están radicados en el Sur provincial, principalmente en San Rafael: Samuel Barcudi, Cecilia Canizzo, Lucas Quesada y Mauricio Sat. Por Malargüe están Silvina Camiolo, Gladys Ruiz e Hilda Quiroga, mientras que el alvearense Leonardo Viñolo completa el grupo de más de 200 km. Gustavo Pinto (La Paz) y Marcelo Romano (San Carlos) son los que tienen domicilio a más de 100 km de la Capital.
En Diputados, no siempre se paga
La Cámara baja tiene un sistema distinto que da margen para una liquidación automática en función de la presencialidad. Por ese motivo, el año pasado, durante varios meses, no se abonó el ítem desarraigo.
“La resolución marca que se les descuenta cuando no van a la sesión y por eso no lo pagamos el año pasado. Cuando volvieron las sesiones se volvió a liquidar y ahora, en función de que haya más restricciones, se verá”, indicó Andrés Lombardi, presidente de la Cámara, a Los Andes.
En lo que va del año, se han llevado adelante 14 sesiones desde el 26 de enero. Cabe recordar que para bajar la circulación, y con el mismo formato que en el Senado, se apostó a las sesiones semipresenciales .
Pero si faltan a una sesión (de las cuatro o cinco que pueden haber en un mes) el descuento que se aplica al ítem se calcula sobre el total de días del mes, o sea que terminan restando algo más de $ 300 solamente.
Al igual que en el Senado, la mayoría de los alcanzados por el ítem son de San Rafael (más de 200 km): Paola Calle, Liliana Poponet, Hebe Casado, Germán Gómez, Adrián Reche, Gustavo Ruiz y María José Sanz.
Marisel Arriaga es de General Alvear al igual que Gustavo Majstruk. Jorge Difonso y Mauricio Torres tienen domicilio en San Carlos y Carolina Lencinas en La Paz, por eso los tres cobran el adicional por desarraigo de los que viven a más de 100 kilómetros.
