El Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) anunció esta semana un ambicioso plan de construcción para lo que resta de este 2022 y gran parte del año que viene, con programas de edificación a lo largo y ancho de la provincia; con el objetivo de recuperar una baja significativa en la construcción, en parte por la crisis económica agravada por la pandemia del coronavirus.
Casi a contramano de la situación compleja que se vive a nivel provincial y nacional, la titular del organismo, María Marta Ontanilla, declaró que no solamente tuvieron un número de ofertas sensiblemente superior a las propuestas estimadas; sino que además marcó que los aumentos promedio por parte de los oferentes “no superaron el 10% del presupuesto oficial”, que fue presentado en marzo.
Además aseguró que la gran mayoría de las empresas constructoras “no han ralentizado las construcciones”, sino al contrario, varias están por encima de la curva de progreso. Desde la Cámara de Constructores Independientes de Mendoza (Cecim) expresaron que están tratando de mantenerse a tope cumpliendo plazos, pero alertaron que muchas obras “están en el inicio y eso implica que hay una incidencia de materiales menor”, que son los que están en falta según señalan desde el sector.
Lo cierto es que el IPV pensó una serie de licitaciones para la construcción de 1.300 viviendas, pero recibió para 1.789, lo que no solamente marca una buena expectativa para el organismo, sino también en términos de demanda de las empresas, quienes “se mantuvieron en los estándares que esperábamos con respecto a las ofertas”, marcó a Los Andes Ontanilla.
Tal como mencionó en base a casos testigo, las ofertas en promedio no superan el 10% del presupuesto oficial, comentó, y agregó que es el IPV el que maneja su propia evaluación de precios, lo que no depende de los diagnósticos de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), salvo en los momentos de las redeterminaciones de los valores.
Números del IPV
Hasta el momento, en la gestión de Rodolfo Suárez se han entregado sólo unas 2.000 viviendas, informó Ontanilla, de las cuales en 2020 fueron 846; y en 2021, 795 casas; por lo que en el transcurso de este año se llevan entregadas 360 casas.
La titular del IPV comentó que el balance “es positivo”, si se tiene en cuenta los problemas económicos que se vieron agudizados con la pandemia del coronavirus. “Muchas obras se ralentizaron y no pudimos llamar a nuevas licitaciones porque el presupuesto se destinó a Salud. Ahora estamos recuperando el ritmo”, consideró.
Si se compara con años anteriores, se ve una diferencia marcada: en 2019 se entregaron 2.078 viviendas; mientras que en 2018, fueron 2.322.
Por otro lado, actualmente hay 1900 casas en construcción en la provincia, a las que se deben sumar 828 mejoras habitacionales.
Además, hay licitaciones en distintos procesos de avances, ya sea con apertura de sobres, en estado de adjudicación, entre otros, de 4.399 viviendas. “Muchas de estas van a arrancar en agosto, queremos incentivar aún más la construcción”, añadió Ontanilla.
Valores en alza
La funcionaria expresó que una vivienda básica con 2 habitaciones, está valuada al mes de marzo en $8,5 millones (incluido terreno y urbanización), y comentó que las ofertas de las empresas variaron en promedio en los $10 o $10,5 millones.
Respecto a los precios de los materiales y la inflación en escalada, Ontanilla comentó que lógicamente afecta en la situación normal del IPV, pero que tratan de mantener constantes las cotizaciones para no tener desfasajes.
“No somos ajenos a la situación que vive el país y relevamos el precio de la calle. De hecho, nos ha pasado que en varias oportunidades no encontramos precios”, expresó, y agregó que por el momento “no hay ninguna obra ralentizada ni paralizada. Todas están realizándose con normalidad”.
No obstante, desde la Cecim, su presidente Dalmiro Barbeito, expresó que las empresas que están en el rubro de la construcción de viviendas “están tratando de mantenerse en la curva de progreso”, pero admitió que “existen demoras por falta de entrega de materiales”.
También aclaró que “en el cumplimiento de las empresas con respecto a sus comitentes hasta el día de la fecha es regular”, pero marcó que parte de esta situación se da porque “muchas obras están en el inicio y eso hace que la incidencia de los materiales es menor. Se ven más demoras en las obras que se encuentran en mayor avance”, argumentó.
En tanto, Gerardo Fernández, también de la Cecim, agregó que si bien es verdad que la mayoría de las empresas “venían por encima de las curvas, una caída en las entregas de materiales cómo la que está ocurriendo en las últimas semanas no impacta el forma inmediata en las curvas”.
Con relación a este programa, llamado IPV Mi Casa, la funcionaria indicó que el objetivo del organismo es “construir todas las viviendas” y comparó que a diferencia de este proceso de recepción de ofertas para 1.789 casas, el año pasado se presentaron propuestas para la construcción de 600 viviendas cuando el cupo era de 300.
“Tenemos una imputación preventiva para las 1.300 viviendas, pero lo ampliaremos si el Presupuesto 2023 nos acompaña. Vamos a adjudicar primero, la idea es arrancar en septiembre, y seguiremos en los primeros meses del año que viene”, auguró Ontanilla. Ese presupuesto, es de $13.000 millones, si se tiene en cuenta el cálculo de unos $10 millones por vivienda en promedio.
Dónde se licitarán las viviendas
Respecto al programa IPV Mi Casa, se establecieron seis grupos según la cercanía geográfica. El grupo 1, que abarca los municipios de Ciudad, Godoy Cruz y Luján, recibió 7 propuestas para construir 261 viviendas, que serán ejecutadas utilizando sistemas constructivos tradicionales e industrializados.
La mayor cantidad de proyectos se presentaron en el grupo 2, que comprende los departamentos de Maipú y Guaymallén. En este caso se recibieron 16 ofertas, con un total de 658 unidades.
En cuanto al grupo 3, de Las Heras y Lavalle, las 232 viviendas presentadas corresponden a 5 proyectos ubicados en la zona de El Challao.
El grupo 4, conformado por los departamentos de la zona Sur, San Rafael, General Alvear y Malargüe, fue otro con mucha convocatoria. Se presentaron 11 proyectos con un total de 443 unidades de diversas tipologías: viviendas individuales de 2 y 3 dormitorios, departamentos, dúplex y unidades adaptadas especialmente para personas con discapacidad motriz.
Para el grupo de los departamentos del Valle de Uco no se presentaron propuestas, y el cupo de viviendas previsto para esta región podría destinarse a aquellas que superaron el número estipulado en el llamado.
Finalmente, el grupo 6, que incluye a los departamentos de la zona Este, sumó 5 ofertas para construir 195 unidades, principalmente en el municipio de San Martín.
Cómo es el programa IPV Mi Casa
La particularidad de esta Línea es que el Gobierno provincial, a través del IPV, financia el 100% de la construcción de las viviendas, los terrenos y la urbanización si es que fuera necesario. Es decir que los futuros adjudicatarios podrán acceder a una vivienda terminada y deberán devolver el monto del crédito correspondiente al valor, lo que se conoce como sistema “llave en mano”.
Otra ventaja de este programa es que se admitirán postulantes mayores de 18 años que no posean vivienda y cuyos ingresos estén dentro de los 4 y 8 salarios mínimo vital y móvil.
Una vez que los proyectos se encuentren en ejecución, con avance superior a 40%, el IPV abrirá las inscripciones, que se realizarán de forma digital a través del sitio del Instituto.
Los interesados podrán conocer los proyectos y postularse para los que les resulten de su interés, según el valor de las viviendas y donde se encuentren ubicadas. Una vez completo el cupo, se adjudicarán a los inscriptos mediante sorteo.