Una de las medidas económicas de ordenamiento fiscal que anunció este lunes la ministra de Economía, Silvina Batakis, apunta a que se implemente un congelamiento de personal en todos los sectores del Estado nacional, con la idea de dejar de incrementar el gasto en materia de erogaciones salariales.
Esto ocurrirá después de que en los últimos diez años y aún después de la pandemia de Covid-19, el empleo público haya sido uno de los principales motores de ampliación de la nómina del trabajo registrado en la Argentina, según datos oficiales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Hasta abril, último dato disponible en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en la Argentina había 12.621.840 trabajadores registrados. El 26,6% de ellos se desempeña en algún nivel del sector público (nacional, provincial o municipal).
Del total de empleo registrado, 6.090.729 son empleados asalariados del sector privado; 3.361.674 pertenecen al sector público; 474.004 son empleados de casas particulares; 397.579, autónomos; 1.862.027, monotributistas; y 435.827, monotributistas sociales.
La última década
En los últimos diez años, las tendencias indican que el empleo privado asalariado creció apenas 0,4%. Sí, en la actualidad hay solo 22.875 personas más trabajando en este sector clave de la economía del país.
Mientras el empleo público se disparó 32%, dado que los distintos niveles estatales tomaron 813.150 personas. Mientras tanto, los empleos en casas particulares aumentaron 21,7%; los autónomos se achicaron en 2,7%; los monotributistas se expandieron 41,6%; y los monotributistas sociales avanzaron 160%.
Del total de empleo público creado en la última década, el 67% se registró durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner; 14,9% corresponde a la gestión de Mauricio Macri; y los restantes 18,1%, a la actual administración del presidente Alberto Fernández. Estas son solo tendencias, dado que no todos esos empleos se formaron en el Poder Ejecutivo Nacional, sino también en otras áreas y en las provincias y municipios.
El shock de la pandemia
Al analizar los últimos años se podría marcar un momento bisagra en mayo de 2020. Fue el peor momento para el empleo privado, ya sea en relación de dependencia o independiente. Allí se sintió el impacto directo del frenazo de la economía ocasionado por la cuarentena casi total de la población por la pandemia de Covid-19.
Desde aquel momento para acá se crearon en Argentina 842.117 empleos registrados y la población con un trabajo “en blanco” se expandió 7,15%. No obstante, como en la cuarentena se habían perdido 359.814 empleos registrados, el 42,7% de lo que se generó fue recuperación y el 57,3% fue “nuevo empleo”.
Una observación más en detalle de la recuperación y posterior creación genuina de empleo registrado indica que: el trabajo formal asalariado creció 4,8%; el empleo público se expandió 5,11%; la plantilla se empleados de casas particulares se redujo en 1,9%; y los autónomos crecieron 4,3%.
Entre los trabajadores independientes hay datos llamativos. Desde mayo de 2020, la nómina de monotributistas dio un salto del 20%. Dos puntos de esos veinte fueron por los cambios realizados en el Régimen Simplificado en junio de 2021, a través de denominado Régimen de Inclusión para Pequeños Contribuyentes.
Y el monotributo social se expandió un 23,5%. Este régimen tributario promueve la inserción de emprendedoras y emprendedores en situación de vulnerabilidad, que realizan una única actividad económica por cuenta propia y se encuentran fuera del mercado formal laboral o trabajando en relación de dependencia con ingresos brutos inferiores al haber previsional mínimo.
De esa manera, el empleo privado asalariado de calidad es uno de los que menos está traccionando la generación de trabajo desde el sacudón de la pandemia. Llevan la delantera, y por gran diferencia, el empleo en el sector público y en los dos regímenes de monotributistas, al que se suman personas que mayoritariamente no encuentran de otra manera un empleo formal.
El mapa del empleo público
El ministerio de trabajo discontinuó en 2016 sus informes sobre el estado de situación del empleo público en el país. En lo último disponible, el 66% era empleo público provincial; 21% nacional; y 13% del nivel municipal.
En 2018 la cartera laboral publicó por última vez la conformación del empleo público de nivel nacional. Había 697.370 puestos ocupados. El 56,2% de los trabajadores dependía del Poder Ejecutivo; el 4,6%, al Poder Judicial; el 1,8%, al Legislativo.
En ese momento, el 3,1% de los empleados públicos nacionales estaba en Bancos oficiales y el 3,9%, en empresas públicas; el 27,2%, en Universidades; el 2,6% en entes reguladores, y el 0,6% en entes cooperadores.