El Gobierno argentino teme que, si el candidato de la ultraderecha José Antonio Kast gana el balotaje y asume la presidencia de Chile, se desate una fuerte tensión política y comercial con ese país, con el que la Argentina conserva su mayor superávit de intercambio bilateral.
Así lo explicitó el embajador argentino en Santiago, Rafael Bielsa, al analizar el resultado de las elecciones que se desarrollaron el domingo y del balotaje que el país trasandino celebrará el 19 de diciembre próximo.
Kast alcanzó el 27,9% de los votos. El izquierdista Gabriel Boric logró el 25,8%. Atrás quedaron Sebastián Sichel (12,64 %), Franco Parisi, (12,95 %) Marco Enríquez-Ominami (7,59%) y Eduardo Artés (1,46%). La participación ciudadana fue del 47,3% del padrón.
Bielsa describió a Kast y su entorno como “antiargentinos”, “hostiles con el peronismo”, “rupturistas y pinochetistas”. En declaraciones a las radios Con Vos y El Destape, expresó su preocupación por lo que puede venir.
“Kast ha exhibido su antiargentinismo como una etiqueta más de las frases que pronuncia”, dijo Bielsa y planteó interrogantes acerca de lo que podría pasar con el comercio bilateral en caso de que finalmente gane una derecha que se propone “desmantelar el Estado chileno”.
Los últimos datos de la balanza comercial que informa el Indec señalan que en septiembre la Argentina tuvo un superávit de 344 millones de dólares con Chile, acumulando así un saldo favorable de 2.383 millones de dólares en los primeros nueve meses del año. En 2020, el superávit había sido de 2.350 millones de dólares.
Para Bielsa, Kast es comparable con Jair Bolsonaro y Donald Trump. El 15 de noviembre, este candidato publicó en su cuenta de Twitter: “El triunfo de Javier Milei en Argentina es una gran noticia para Latinoamerica. Argentina es un gran país y durante décadas ha sido arrasado por el populismo y la incompetencia. Basta de abusos y corrupción”.
Incluso Eduardo Bolsonaro, diputado e hijo del mandatario Jair Bolsonaro, celebró el lunes el desempeño de Kast en las elecciones. “Es un patriota, bien relacionado internacionalmente y una piedra en el zapato del Foro de San Pablo”, escribió en su perfil en Twitter.
En la vereda de enfrente está Boric, un diputado de 35 años y abanderado de una formación de izquierdas que cuenta con el apoyo del Partido Comunista. Tiene un programa radicalmente opuesto al de Kast en su naturaleza política, económica y social, lo que obligará a los chilenos a elegir entre dos proyectos muy diferentes en el balotaje.
Ecuaciones hacia diciembre
El Embajador argentino en Chile analizó que hubo un resultado “ajustado” en la primera vuelta, pero aclaró que desde que volvió la democracia a Chile en 1990 nunca un segundo en primera vuelta ganó el balotaje.
Y sacó la calculadora. Si uno suma las afinidades hay un leve predominio del candidato Kast respecto de Boric. Esto es porque apareció una figura impensada, Parisi, que vive en Estados Unidos y ni siquiera votó porque no puede ir a Chile por una deuda familiar de alimentos.
“La suma para el balotaje es sencilla. El candidato oficialista Sichel sacó el 11% más el 28% de Kast más el 12% de Parisi. Sin lugar a dudas (quedó mejor posicionada la derecha)”, consideró Bielsa.
Si bien no hubo un apoyo explícito antes de las elecciones, el candidato con mayor afinidad con el presidente Alberto Fernández era Enríquez-Ominami. Son amigos y ambos forman parte del autodenominado “Grupo de Puebla”.
Bielsa dijo que si bien hay cierta incógnita sobre adónde se van a volcar los votos de Parisi, desde 1990 hasta la actualidad la suma de las fuerzas progresistas nunca pudo superar el 50%. “Entonces la segunda vuelta por lo menos va a ser muy tensa y difícil”, dijo.
La búsqueda del “centro implosionado”
Con la totalidad de los votos escrutados, Kast y Boric han salido desde este lunes a la caza de los votos de centro y del altísimo porcentaje de chilenos que no participó de las elecciones presidenciales, en una carrera a La Moneda que parece tener final abierto.
En ese sentido, Bielsa analizó que el discurso de Kast es muy poco flexible, por lo que podría costarle más sumar votos en el centro. No obstante, dijo, “también es genérico e impreciso, y dentro de la generalidad y la imprecisión, se pueden hacer algunas concesiones”.
El embajador analizó que la de Kast no es una derecha comparable con la de Piñera o de Sichel o con algunas de las derechas que transitaron en los escenarios políticos de Chile en las últimas tres décadas.
“Esta es una derecha que no teme decir su nombre, es una derecha rupturista, explícita, pinochetista, que no habla de derechos humanos ni de desaparición de personas ni de torturas ni de responsabilidades estatales”, describió el diplomático.
Asimismo, afirmó que hace dos meses le parecía “impensado” que el proceso constitucional pudiera ser interrumpido en Chile. “Ya no se vuelve tan incontrolable imaginar cualquier cosa que podría pasar porque la propuesta de Gobierno de Kast, tan sencilla, tan fácil de entender, y con tantas recetas inadecuadas, abre un escenario institucional muy complejo. Es la primera vez en democracia que la derecha tiene más del 50% de los escaños en el Senado”, evaluó.
En ese sentido, dijo que él siempre creyó y así lo informo vía cables a la Cancillería que la derecha no iba a dar necesariamente espacio a un ciclo de signo inverso. “Para mí esto no es una novedad, pero lo que sí lo es cómo se polarizó el país. El centro implosionó”, aseguró.