El Ministerio de Seguridad estableció la obligatoriedad para todos los presos del Servicio Penitenciario Federal (SPF) de realizar tareas de mantenimiento, limpieza, aseo e higiene en los espacios propios y comunes de los establecimientos donde están alojados.
Las actividades no serán remuneradas y tendrán una duración de cinco horas diarias, según la resolución 1346/2024 publicada este miércoles en el Boletín Oficial.
La medida apunta a promover la reinserción social y reducir la reincidencia, según lo estipulado en la Ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad (Nº 24.660) y la Constitución Nacional. Además, busca disminuir la ociosidad entre los internos, considerada un factor de incremento de violencia y desorden en los penales.
El Servicio Penitenciario Federal será el encargado de elaborar planes y cronogramas específicos para estas tareas, además de supervisar su cumplimiento.
La resolución, firmada por la ministra Patricia Bullrich, enfatiza que estas labores constituyen un deber derivado del mandato constitucional de mantener cárceles “sanas y limpias” y contribuyen a una convivencia ordenada dentro de los establecimientos.
Esta medida integra a todos los casi 12.000 internos que posee el SPF en todos los penales del país, incluido el Complejo Penitenciario Federal VI de Luján de Cuyo, sin discriminar que estén procesados o condenados. También están incluidos los presos calificados como de “alta peligrosidad” (entre ellos, varios narcotraficantes) y los que están alojados por delitos de lesa humanidad.
“Durante el kirchnerismo el interno era una víctima y no se le exigía ninguna labor. No había mantenimiento de los pabellones ni lugares comunes. Todos los hábitos de cuidado y mantenimiento es para la reinserción. Cuidar la celda, el pabellón y patios, son cuestiones básicas y no estaba reglamentado. A partir del programa ‘Manos a la obra’ lo ordenamos”, aseguró a Clarín Julián Curi, subsecretario de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Seguridad.