El Gobierno provincial está convencido de que Anabel Fernández Sagasti ya no cumple el rol de nexo con la Nación que desempeñaba y que le permitía hacer gestiones “a favor de Mendoza”. En su lectura, como la mendocina está muy identificada con Cristina Kirchner, el gabinete, y en especial el sector más “albertista”, ya no la toma como personalidad influyente.
La versión es rechazada por el kirchnerismo local, que interpreta el cuadro de situación como una suerte de “guerra fría”, en la cual todos los integrantes del gabinete se cuidan de desatender a alguna de las dos partes en pugna, ya que desconocen cuál será el desenlace del enfrentamiento. “Eso la hace más influyente todavía que antes”, aseguran.
Lo cierto es que este escenario ha resultado propicio para que los funcionarios de Rodolfo Suárez encaren sus propias gestiones ante la Nación para obtener beneficios. Por ejemplo, la semana pasada, desembarcaron en el despacho del ministro de Obras de la Nación, Gabriel Katopodis (cercano a Alberto), una misión de funcionarios mendocinos encabezada por el vicegobernador de la provincia, Mario Abed; y a la cual se integraron el ministro de Obras local, Mario Isgró; y el intendente de Rivadavia, Miguel Ronco, entre otros.
La reunión tuvo como propósito principal la búsqueda de fondos nacionales para obras en el Este. Más concretamente, la construcción de un nuevo hospital para La Paz, además de la doble vía Rivadavia-San Martín y un centro de salud para la localidad de Palmira.
Los mendocinos fueron muy optimistas en cuanto a los resultados. “Estamos muy contentos por el recibimiento, la propuesta del ministro y el apoyo hacia esta doble vía”, dijo el intendente Ronco, en referencia a la obra vial que comenzará a hacerse con “el aporte de la provincia”, según anticipó.
“Nos prometió que van a hacer la doble vía y el hospital”, aseguró por su parte a Los Andes otro integrante de la misión local. En el caso del hospital de La Paz, se trata de una obra ya iniciada que continuará la Provincia y que tiene en el Presupuesto 2022 un pautado de 150 millones de pesos. Sin embargo, el Gobierno provincial aspira a conseguir una “ayuda nacional” para encarar una obra más ambiciosa.
“NO SABEN DÓNDE PONERSE”
En el Poder Ejecutivo mendocino señalan que los ministros de Alberto Fernández “no saben dónde ponerse” en la interna con la Vicepresidenta. La sensación de quienes están palpando el día a día de la confrontación es que está por precipitarse un desenlace que dejará solamente un vencedor y un vencido.
No desconoce el estado de situación el peronismo mendocino, aunque considera que la guerra fría del gabinete nacional está lejos de complicar la influencia de la principal dirigente del kirchnerismo mendocino en el Gobierno nacional. Menos aún de tener un impacto negativo para Mendoza.
De hecho, el propio Katopodis tiene agendada una visita a Mendoza para la semana que viene. El funcionario visitará precisamente La Paz el martes próximo, lugar al que fue invitado hace tiempo para participar de la inauguración del polideportivo municipal.
Consultado por este diario, el intendente Fernando Ubieta, hombre del PJ y del sector que responde a Fernández Sagasti, aseguró que fue él en persona quien invitó al ministro nacional para que visitara el departamento.
Ubieta, en cambio, no formó parte de la delegación “radical” que viajó a Buenos Aires la semana pasada para impulsar un paquete de obras que incluye a La Paz y dijo también que desconoce si Katopodis traerá alguna noticia en este sentido en su próxima visita a Mendoza.
“La obra arrancó pero está parada desde el gobierno de Alfredo Cornejo”, se quejó el intendente paceño, quien además señaló que el nuevo hospital fue anunciado en 2015 por Francisco Pérez cuando todavía era gobernador. “Todos los años aparece en el presupuesto”, expresó, con ironía.
Llamativamente Ubieta afirmó que ha pedido al Gobierno que la obra le sea transferida por la Provincia al municipio para que él se ocupe de conseguir los fondos necesarios para convertirla en realidad. “El hospital que tenemos (Arturo Illia) está en malas condiciones y cuando se producen accidentes en la Ruta 7 no hay condiciones para que las personas sean atendidas”, agregó.
“Yo tengo que luchar por mi departamento, así que no me interesa quién consiga los fondos”, resaltó también el intendente, quien aseguró desconocer las gestiones del Gobierno provincial ante la Nación y la inminencia de la licitación del hospital que anticiparon este viernes algunos funcionarios de Suárez.