El Gobierno Nacional desplazó este miércoles al embajador argentino en España, Roberto Bosch, y al cónsul en Nueva York, Pablo Piñeiro. Los cambios en la Cancellería fueron impulsados por el Ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein.
Se trata de dos diplomáticos en lugares claves para la Argentina. Ambos habían sido designados durante el gobierno de Alberto Fernández. Pero Bosch estaba en la mira de Gobierno debido algunos “errores”.
La Cancillería habría decidido desplazar al embajador argentino en España porque no tendría una buena relación con sus compañeros ni con algunas autoridades europeas.
Hace poco más de una semana, Werthein había recibido al embajador designado de España en la Argentina, Joaquín de Arístegui Laborde, con quien se encontró tras la presentación de las copias de sus cartas credenciales.
La reunión se llevó para poner paños fríos luego del conflicto entre Milei y el presidente español Pedro Sánchez, quien hace cinco meses retiró a su representante diplomática, María Jesús Alonso Jiménez, a raíz de los cruces con el mandatario argentino.
El jefe de Estado de España había decidido romper lazos con Argentina después de que Milei hiciera alusión en un acto del partido ultraderechista Vox a la causa por presuntos hechos de corrupción de Begoña Gómez, la primera dama ibérica.
Piñeiro, por otra parte, trabajó con Werthein durante su período como embajador en Washington. Según informó La Nación, en su lugar iría Gerardo “Gerry” Díaz Bartolomé, diplomático de carrera que estuvo a cargo de la comunicación de la Cancillería durante la gestión de Mondino.