Después de cuatro días seguidos de negociaciones frenéticas, el Gobierno concedió cambios en los cinco puntos más conflictivos de la “ley ómnibus” y destrabó la discusión en la Cámara de Diputados. Por presión de la oposición “dialoguista”, la Casa Rosada aceptó postergar la votación para la semana que viene y quedó enterrada la posibilidad de sesionar el sábado.
Las negociaciones llegaron a buen puerto tras una serie de reuniones en el despacho del presidente de la Cámara baja, Martín Menem, donde asistieron el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el asesor presidencial Santiago Caputo, quienes comunicaron en nombre del presidente Javier Milei las modificaciones que están dispuestos a aceptar.
Aunque aún falta pulir la letra chica, Francos le comunicó a los jefes de los bloques del PRO, Cristian Ritondo; de la UCR, Rodrigo De Loredo; de Hacemos Coalición Federal, Miguel Pichetto; y de Innovación Federal, Pamela Calletti, que están dispuestos a cambiar los artículos sobre facultades delegadas, privatizaciones, retenciones y jubilaciones, y retirar parte de la reforma electoral.
Ese fue el mensaje que llevó el ministro en reuniones que mantuvo por separado con los representantes de cada bloque. En los próximos días, enviarán la redacción final y las bancadas confirmarán si acompañan, aunque las reacciones fueron de satisfacción y todo se encamina a un dictamen conjunto con el oficialismo.
“Nos encaminamos a que la semana que viene la ley tenga media sanción”, destacó Ritondo, y mencionó que se retocarán unos 100 artículos. El macrista llegó a la cumbre acompañado por la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. Otro diputado del PRO, Damián Arabia, posteó una imagen de una fumata blanca.
“Fue una buena reunión. Nos trajeron un punteo de los temas y se mostraron receptivos ante nuestros planteos”, coincidió De Loredo, que asistió solo y luego reunió a su bloque para informarle sobre las novedades.
El último en ingresar a las oficinas del primer piso del Palacio fue Pichetto, quien lo hizo junto a Emilio Monzó, Nicolás Massot, Ricardo López Murphy, Juan Manuel López y Florencio Randazzo, además de la salteña Calletti, que preside otro bloque “colaborativo” referenciado en gobernadores.
“Vimos una predisposición que hasta el momento el Gobierno no había mostrado”, resaltó Massot. “Lo positivo es que por primera vez abrimos el diálogo”, aportó Calletti.
Modificaciones
Según confió De Loredo a la prensa acreditada, el Gobierno aceptó limitar los “superpoderes” a Milei. Se acotará la cantidad de emergencias que se declaran en el proyecto y se reducirá el plazo a un año. Era uno de los puntos que figuraban en rojo en los “semáforos” que elaboraron todos los bloques no kirchneristas.
En cuanto a la movilidad de las jubilaciones, Francos transmitió que evalúan dos opciones: ajustarlas por IPC de manera mensual desde el mes anterior a la sanción de la ley, o directamente retirar el tema y continuar con la fórmula actual, que actualiza los haberes semestralmente por una combinación de evolución salarial y recaudación de ANSES.
También se abordó el capítulo retenciones, con más buenas noticias para la oposición: aceptan dar marcha atrás con la alícuota del 15% para las economías regionales y llevarla nuevamente a cero. No se habló de que pasará con el sector industrial.
La reforma electoral, por la cual se implementaba el sistema de circunscripción uninominal para elegir a los diputados nacionales, quedará para una discusión posterior, pero podría mantenerse la eliminación de las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias). El Gobierno también insiste en mantener el artículo que elimina los topes para el financiamiento privado.
En cuanto a las privatizaciones, Francos comunicó que retirarán YPF del listado de 41 empresas, y el resto se someterá a evaluación del Congreso caso por caso. Se enviarían los pliegos a una comisión bicameral de seguimiento que fue creada en los ‘90.
Otro cambio importante es que eliminarán del proyecto el artículo que ratificaba el DNU de desregulación económica. El tratamiento del decreto quedará en manos de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, pero Menem sigue dilatando la conformación parte de Diputados.
El presidente de la Cámara finalmente tuvo que desistir de la posibilidad de sesionar el sábado, como venía insistiendo en público. El propio Pichetto le había advertido al titular de la Cámara que dejara de lado la idea ante el escaso tiempo que había para consensuar un texto y dictaminarlo en las tres comisiones.
“No hay posibilidades materiales de que mañana (por este viernes) haya un dictamen serio”, fue el mensaje que le hicieron llegar a Menem desde Hacemos Coalición Federal.
Mientras tanto, en Unión por la Patria reinaba el enojo y la indignación: los diputados del interior que integran el bloque de Germán Martínez se quedaron en Buenos Aires por si Menem convocaba a sesionar, mientras varios oficialistas partían hacia sus provincias. “Esto no se vio nunca en la historia de la Cámara”, se quejaban en el peronismo/kirchnerismo.