El Gobierno provincial buscará la forma de “atenuar el impacto” del inminente aumento del boleto de colectivo, aunque advierte que elevarlo a 70 pesos sería el “mínimo” esfuerzo que tendría que hacer el pasajero en los próximos meses para que el sistema pueda funcionar, en base a la baja progresiva -en términos reales- de subsidios nacionales y el aumento de costos del servicio.
Así lo indicó el secretario de Servicios Públicos, Natalio Mema, ante la consulta de Los Andes. El dato que terminaría de complicar al Poder Ejecutivo sería el monto destinado por la Nación en el Presupuesto 2023 al Fondo de Compensación al Transporte Público del Interior, que subsidia el servicio de colectivos en todas las provincias.
Según Mema, en ese fondo (que es objeto de polémica hace meses) habrá el año que viene un “recorte” en términos reales del 20% “en el mejor de los casos”. Es que el subsidio, cuya suma todavía no se termina de definir, subiría respecto de este año y tendría 85.000 millones de pesos en 2023, pero con una inflación estimada en el 60%, que encima es muy poco probable que se cumpla.
“Eso pega muy fuerte en la tarifa, porque se hace insostenible”, aseguró el funcionario provincial. También remarcó Mema que Mendoza “es la única jurisdicción del país que no ha aumentado desde enero”, por lo cual “vamos a tener que aumentar” el pasaje, que hoy cuesta 40 pesos. Es importante marcar que si bien en enero se informaron todos los aumentos en el boleto, fue en dos tramos: el primero se dio en el mismo mes de enero (a 35 pesos la tarifa plana) y luego pasó a 40 pesos en julio.
Desde hace semanas se viene palpitando esta suba, que tendrá fuerte impacto, porque al servicio de micros lo ocupan los sectores de menores ingresos en forma masiva.
El primer dato en este sentido surgió del estudio de costos elaborado por el Ente de la Movilidad Provincial (EMOP) para fijar a cuánto tiene que subir el valor del kilómetro recorrido. Este estudio, que fue presentado en audiencia pública hace dos semanas, indicó que para el sector urbano el incremento tiene que ser del 72,9% y para el servicio de media distancia del 77%.
Los empresarios del transporte, que cobran el servicio a través del kilómetro recorrido, habían pedido subas mayores todavía: 80% y 102% para las dos categorías, respectivamente.
Sin embargo, es el Gobierno el que finalmente decide qué parte del costo del servicio es traspasado al precio del boleto y cuánto de ese valor lo absorbe el Estado. Sucede que, además del subsidio nacional, existe un fondo provincial para asistir al servicio de micros. En la ecuación, el subsidio provincial es la parte más fuerte: representa el 70% del costo total.
En tanto, el pasajero afronta con el pago del boleto el 15%, mientras que el 15% restante llega de las arcas nacionales.
El “recorte en términos reales” en 2023 del Fondo Compensador Nacional para el Transporte es lo que más preocupa a las autoridades provinciales, ya que la necesidad de sostener el servicio de micros con más fondos provinciales se suma a otras demandas generadas por la inflación, como las paritarias con los empleados estatales.
Como ya se sabe, esa negociación se acaba de reabrir y el gobernador Rodolfo Suárez está negociando con los gremios otro aumento salarial en diciembre. Además, les ha ofrecido ya una suba a cuenta de los primeros meses del año próximo.
En este escenario tirante se está terminando de definir el aumento del boleto, que se aplicará en los próximos meses y todavía no tiene una cifra definitiva. “El Gobernador está evaluando según el resultado del tratamiento de nuestra presupuesto, de las paritarias y de las posibilidades fiscales, junto al ministro de Hacienda, alguna forma de atenuar el impacto”, insistió al respecto el secretario Mema.