A nueve meses de la asunción de Javier Milei, en un contexto de fuerte recesión y una relación de idas y vueltas con el sindicalismo, es crucial el panorama del mercado laboral. Según reportó Clarín, los datos que el Presidente recibió en las últimas horas y que se publicarán este lunes subrayan que desde julio se interrumpió la tendencia de caída constante del empleo registrado, con cierta mejora en el nivel de las contrataciones en algunos sectores, aunque la recuperación del salario real sigue mostrando un nivel dispar, con actividades que lograron recomponerse tras la devaluación y otras que persisten en terreno negativo.
Esa dinámica cita el informe que formalizará la Secretaría de Trabajo, en base a los datos del Sistema Integrado Previsional (SIPA) y los resultados de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL). El relevamiento destaca que en julio se verificó el primer mes sin caída neta del empleo registrado en el sector privado luego de 7 meses consecutivos de contracción. Ese escenario es producto de un incremento de las contrataciones de personal (1,3 en junio al 1,6 en julio) mientras las desvinculaciones de personal de mantuvieron constantes (1,5 entre junio y julio).
De acuerdo con los datos relevados a dicho medio, por el área que conduce Julio Cordero bajo la órbita del mega-ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello, la desaceleración que registró la caída de empleo se observó especialmente en la dinámica de dos sectores de actividad que durante el primer semestre del año lideraban la contracción del mercado. Uno de ellos es el caso de la industria de la Construcción, que registró un incremento del nivel de empleo de 0,4% tras 11 meses consecutivos de caída. A su vez, en el caso de la industria manufacturera el nivel de empleo se mantuvo estable modificando la tendencia de caída que arrastró durante 8 meses.
En ese marco, otras actividades también mostraron variaciones expansivas del empleo en el último mes relevado por la EIL. Fueron los casos de comercio, restaurantes y hoteles que crecieron 0,3% intermensual, y servicios financieros que aumentaron su dotación un 0,2% después de 5 meses de contracción. Además, el informe mencionó que el freno de la caída del empleo registrado se observó principalmente en las empresas medianas, que expandieron sus plantillas 0,4%, en tanto que las pequeñas mantuvieron constante el empleo y las grandes registraron valores negativos (-0,2%).
Además, los datos procesados por el SIPA, que se presentan con un mes de rezago respecto a la EIL, reflejaron que en junio se contrajo el empleo asalariado registrado un 0,2%, contabilizando unas 13.000 desvinculaciones en el mes y totalizando en el primer semestre la pérdida de 125.000 empleos. Por fuera de esa dinámica relevada por el sistema de seguridad social se ubicaron dos modalidades ocupacionales de mayor precariedad que mostraron crecimiento del empleo: el régimen de monotributo con una suba de 1,9% (11% interanual) y el trabajo en casas particulares, con un incremento de 0,3% tras 8 meses de caída.
En cambio, el escenario en materia de recuperación del salario real relevado por el Gobierno alerta sobre una situación muy dispar. En conjunto, se observó la continuidad de la tendencia creciente desde abril: en julio el salario real medio creció 2% intermensual y acumuló un incremento de 12,6% por sobre las inflación en los primeros 7 meses del año. No obstante, el informe indicó que “persiste una situación heterogénea respecto al comportamiento del salario real al interior del empleo asalariado registrado” y que la evolución de los sueldos de esa modalidad laboral “podría no representar la dinámica del resto de los ingresos laborales de los hogares”.
Bajo esa línea, el informe apuntó dos observaciones. Por una parte, indicó que pese a la recuperación señalada, el salario medio real de julio todavía no logró compensar en forma total el deterioro del poder adquisitivo producto de la devaluación de diciembre (-0,3%). Y, por otra, mencionó que en conjunto el promedio de los salarios conformados negociados en 27 paritarias relevadas por Trabajo creció 9,7% en términos reales, aunque la recuperación solo alcanzó a 16 de esos 27 convenios, que lograron compensar o superar la inflación del período.
La imagen de la evolución salarial es clave en la expectativa del Gobierno, que ya anticipó a los gremios estatales que pretende congelar los salarios del sector y no conceder nuevas subas en el bimestre final del año. La apuesta de la administración de Javier Milei es que el esquema que pretende imponer en el sector público se generalice como la principal referencia para las paritarias en la actividad privada. El objetivo de fondo es moderar las subas salariales de modo tal de despejar cualquier factor de presión sobre la inflación que el Ejecutivo aspira a que converja en un nivel lo más cercano a 0% al final del año.