La duda fue un umbral en el búnker del Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT) en calle 25 de Mayo de Ciudad. Del otro lado, en la planeada sala de cómputos en el primer piso, la esperanza alimentaba la ansiedad de consolidar el crecimiento que habían palpado, en el cara a cara, durante los últimos días de la campaña. El objetivo era llevar a Edgardo Videla a una banca de diputado en la Legislatura provincial.
Pero a las 21 de ayer, con los primeros guarismos oficiales, los votos necesarios para conseguir se transformaron casi en una herida. Si bien mejoraron la performance de las PASO, en la cuenta, el respaldo del FIT pasaba los 46.000 votos (4,85% del total) para ubicase en el cuarto lugar de la general, detrás del Partido Verde (que sumaba 88.000 electores, el 9.19%), que lo posicionaron como tercera fuerza.
En la conferencia de prensa, Lautaro Jiménez (primer candidato a Senador nacional), Noelia Barbeito (postulante a diputada nacional) y Edgardo Videla (a diputado provincial) se sentaron a la mesa para agradecer el esfuerzo de los fiscales y el voto del público que acompañó a la fuerza de izquierda. Señalaron la fortaleza del espacio y la militancia de los jóvenes, destacando además la elección histórica que realizó la Izquierda a nivel nacional y en la provincia de Buenos Aires, en lo particular, con Nicolás del Caño como protagonista.
Minutos antes, en la vereda unos militantes charlaban sobre el leve crecimiento de los votos en relación con lo sucedido en las Primarias mientras esperaban el turno para ir a la sala de comando.
Videla, que venía desde El Borbollón, fue el último en llegar hasta el búnker. “En la primera sección, después de la fiscalización en las escuelas vemos un crecimiento del Frente de Izquierda. Después evaluaremos si los porcentajes nos permiten llevar a un trabajador a la Legislatura, que fue nuestro slogan de campaña”, señaló Videla. El trabajador maderero, conocido en el ámbito gremial y también en el de las estructuras obreras, era el personaje emergente de la lista “roja” ante la opinión pública. “No sé si emergente, pero con esta elección sí hubo una proyección de imagen”, concluyó.
Lautaro Jiménez fue el primero en llegar, el que atendió a la prensa, el que ofició de anfitrión y marcó que “se está expresando un cambio a nivel nacional importante”. “Hay provincias donde el escrutinio está más avanzado y estaría entrando un bloque de legisladores inédito para la izquierda”, lanzó. Pero la alegría nacional era cautela en el ámbito local. Observando la pelea, el voto a voto para quebrar una Legislatura que se presenta bipartidista.
Barbeito, por su parte, hizo referencia a los “hombres de traje” y a las dificultades de competir contra los aparatos que montan los grandes frentes. La Izquierda promete seguir la lucha pensando en 2023, fiel a su esencia.