El panorama económico se palpita complejo desde hace tiempo. No está claro el número fino del ajuste fiscal pero en Mendoza ya hacen cuentas y planilla en mano empezaron a avisar cómo venía la mano.
Los intendentes asistieron a la Casa de Gobierno en dos tandas: los oficialistas por un lado, y los opositores por el otro. Entiéndase por oposición al peronismo. Ricardo Mansur (Rivadavia), Alejandro Morillas (San Carlos) y Estaban Allasino (Luján de Cuyo) no fueron invitados aun.
La enorme mesa del cuarto piso de la Casa de Gobierno fue, una vez más, puso frente a frente al gobernador Alfredo Cornejo y los intendentes. La charla informativa dejó a todos preocupados. “La caída de la recaudación, con todo el combo, es de entre 10 y 11 puntos”, dijo amargado un intendente.
Ulpiano Suárez (Capital), Diego Costarelli (Godoy Cruz), Marcos Calvente (Guaymallén), Mario Abed (Junín), Raúl Rufeil (San Martín), Gustavo Aguilera (Tupungato), Alejandro Molero (General Alvear) y Alejandro Gallego, secretario de Hacienda de Las Heras, fueron los oficialistas que asistieron.
Por el lado del peronismo, hubo asistencia perfecta: Edgardo González (Lavalle), Matías Stevanato (Maipú), Emir Andraos (Tunuyán), Flor Destéfanis (Santa Rosa), Fernando Ubieta (La Paz) y Omar Félix (San Rafael).
El ministro de Hacienda, Víctor Fayad, mostró la curva y fue el encargado de dar los números finos. Planilla en mano, comparó enero del 2023 con el de este año que acaba de cerrar. De allí surge la proyección de la caída.
Hay un dato alarmante que fue leído por un jefe comunal y eso le dio escalofríos. “La columna vertebral de la coparticipación es el IVA, y se cayó por la disminución del consumo, eso es tremendo”, dijo.
“Hay caída de la actividad económica, hay que ver qué pasa con los impuestos patrimoniales. A nosotros nos impacta muy fuerte el automotor, porque se coparticipa el 70%, pero si la recaudación viene como las tasas, no quiero ni pensar”, se sinceró otro de los presentes.
El panorama pinta tan desolador que hasta dicen que la reunión fue en muy buenos términos. De alguna manera, la sensación de todos es que en el espanto, no hay mucho margen para pelearse por un puñado de fondos.
Tampoco sobrevoló la expectativa del Gobierno por la recuperación de lo perdido por el Impuesto a las Ganancias y lo que pueda llegar por el Impuesto PAIS. “No nos quisieron ni ilusionar con eso”, se lamentó otro que llegó al edificio de calle Peltier.
La situación no dio ni para chicanas de Cornejo a los peronistas por el recorte de Ganancias que hizo Sergio Massa, ex ministro de Economía, en la campaña electoral. Sólo les mostró las planillas son la realidad en números con respecto a las arcas provincias y el origen de los recursos.
Los intendentes que administraron en la pandemia ven que la situación ahora es más compleja aun que en aquel momento porque “no tenías la inflación que hay ahora, y el factor social no jugaba. La violencia que hay en estos tiempos, es otra. Por cualquier cosa se ofrecen piñas”.
Igualmente habrá que ver las reacciones cuando el Gobierno provincial envíe a la Legislatura las nuevas reglas de la distribución de la coparticipación. Ya salieron algunos a despotricar por el Censo y han pedido una evaluación.
“Con inflación del 200% ves más pesos pero cada vez te sirven para menos cosas. La idea era trazar una línea común y contarles dónde estábamos parados. Cayó el IVA y empezamos a tener baja en Ingresos Brutos. Tuvimos baja en Sellos porque implementamos una reducción en las alícuotas. Cumplimos el pacto fiscal del 2017, bajamos muchas alícuotas pero eso lo tenés que acompañar con recursos”, explicó Natalio Mema, ministro de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial a Los Andes.
En las hojas que fueron mostrando, se vieron las distintas situaciones de los tributos y los que más tenían que ver con la coparticipación municipal. Uno de ellos es el Impuesto Automotor que se distribuye en un 70% a las comunas.
“Más del 90% de los autos de hasta 15 millones tiene tope, y eso se ha hecho con el fin de que no suba la morosidad. Se recauda menos que sin el tope, pero a su vez hace que la gente tenga más posibilidad de pagarlo”, explicó el funcionario provincial.
El pedido del PJ
La porción peronista de las comunas ve que la inflación se disparará cuando se blanqueen los aumentos de luz y gas. Además de lo que les costará a los municipios pagar estas boletas por los servicios que prestan.
También advierten la migración que habrá a los servicios públicos. “El transporte es uno de los que va sufrir ese impacto. Fuera del Gran Mendoza, el servicio ya era malo, los colectivos nuevos salen mucho más caros, y ahora con más gente usándolo por el aumento de combustible, va a ser duro”, dijo uno de los presentes.
Este panorama, entienden, se replicará en la salud pública y la educación. Por ese motivo han pedido seguir teniendo reuniones para encontrar un paliativo a la situación. Desde el Gobierno provincial no le cerraron la puerta y evaluarán medidas conjuntas.
“Quedamos en estar permanentemente en contacto por las decisiones de fondo que repercutan. La mayoría de los servicios de mayor demanda están en la Provincia, como la salud y la educación”, indicó Mema. Sí resaltó el tema de la seguridad y el hecho de tener abierto el canal de diálogo con la ministra Mercedes Rus: “Hay que conversar mucho porque esta situación social provoca conflicto social”.
La salida de la reunión fue con preocupación porque no se vislumbra una mejora en el corto ni mediano plazo. El peronismo no acompaña las reformas que quiere hacer el gobierno de Javier Milei y los intendentes tienen que administrar en medio del vendaval económico.
En muchos casos, el intendente es el que recibe las piñas hasta por temas que no les competen, como la inflación o demoras en la atención del hospital, por citar un ejemplo. Están cotidianamente cerca de los vecinos. “Queremos laburar temas juntos y en épocas de crisis hay que redoblar esfuerzos”, destacó el titular de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial.
Mientras se termina de definir el ajuste fiscal, la advertencia de la caída de la recaudación los obliga a afinar aun más el lápiz de lo que lo venían haciendo. En ese contexto, cualquier estrategia es válida.
Algunos piensan en replicar la estrategia del lasherino Francisco Lo Presti que sortea un auto entre los contribuyentes. “No está tan mal sortear algunos electrodomésticos para que paguen las tasas”, confesó un intendente que entre risas y lágrimas de desazón volvió a su municipio pensando en cómo amortiguar el golpe.
No desmarcarse
Otro tema que se tocó en la charla, al menos con los intendentes radicales fue el de las negociaciones salariales con los gremios estatales. Ya hubo un primer ofrecimiento que fue rechazado por los sindicatos y la semana próxima se volverán a reunir. “La propuesta será superadora”, dicen en el Gobierno, pero no hay detalles de lo que llevarán a la mesa paritaria.
La intención es que los jefes comunales no se descuelguen con una oferta superadora o algún arreglo suculento. Mucho menos si después se dificulta el pago. Quien solía tener esas conductas es el ex intendente de Las Heras, Daniel Orozco. Más de un intendente masticó bronca al enterarse que el bono ofrecido a sus municipales quedó pobre al lado de la propuesta del lasherino.
Mema dejó claro que cada comuna tiene realidades distintas. Hay intendentes que ya cerraron sus acuerdos pero otros aun no. Hablar de un monto similar en cuanto a sumas fijas, expondría esos escenarios diversos.
“Una suma de 60 lucas en algunos sueldos municipales más de la mitad, pero en otros compensa una parte. Hay que ver cada caso”, dijo un intendente que todavía no abrocha con el gremio el esquema de aumentos para este año.
El planteo de austeridad de gastos va hacia quienes todavía no firman o no confirman aumentos o bonos a cuenta. “Sabemos que los sueldos son malos y que nadie le ganó a la inflación. Tiene que ser pagable”, expresó Mema.