El mandatario estadounidense Donald Trump afirmó, en el Despacho Oval de la Casa Blanca, que su país no necesita a Latinoamérica y que, al contrario, la región sí necesita a Estados Unidos. “Nos necesitan mucho más de lo que nosotros los necesitamos. No los necesitamos; nos necesitan. Todos nos necesitan”, respondió Trump a una periodista brasileña sobre cómo veía la relación de EE.UU. con América Latina y con Brasil.
De todos modos, Trump hizo hincapié que la relación con los países latinoamericanos “debería ser genial” durante su mandato. Cabe mencionar también que después de la investidura presidencial de Trump, el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva le deseó al líder republicano un mandato “exitoso” que promueva “la prosperidad y el bienestar del pueblo de EE.UU.” y “un mundo más justo y pacífico”.
Además, Lula señaló a través de las redes sociales que las relaciones entre Brasil y Estados Unidos, uno de sus socios comerciales más importantes, están “marcadas por una trayectoria de cooperación, basada en el respeto mutuo y la amistad histórica”. Y agregó: “Nuestros países mantienen fuertes vínculos en varias áreas, como el comercio, la ciencia, la educación y la cultura. Estoy seguro de que podemos seguir avanzando en estas y otras áreas”.
Cabe recordar también que, antes de la ceremonia de investidura, el mandatario brasileño ya había subrayado en una reunión con sus ministros, en Brasilia, que no quería “peleas” con Trump, a pesar de sus profundas divergencias ideológicas. “Yo deseo que los estadounidenses continúen siendo los socios históricos de Brasil porque, de nuestra parte, no queremos pelea ni con Venezuela, ni con los estadounidenses, ni con China, ni con la India, ni con Rusia”, había manifestado durante la primera reunión del año con su gabinete.
Al respecto, Estados Unidos es el segundo socio comercial de Brasil, con una corriente comercial de 80.910 millones de dólares, que está equilibrada entre ambos países, según estadísticas brasileñas.
Por otra parte, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum minimizó este martes el impacto de las primeras órdenes firmadas por el presidente Donald Trump tanto en temas migratorios como de seguridad y económicos. En ese marco, la mandataria confió en que los ministros de Exteriores de ambos países puedan iniciar las conversaciones bilaterales este mismo martes.
Es “importante tener la cabeza fría y referirnos a los decretos firmados... a lo que vale en el sentido estricto de la ley” y no a las declaraciones, aseguró durante su conferencia matutina en la que reiteró su postura de defender la soberanía mexicana y a sus conciudadanos. Sheinbaum señaló además que México pudo gestionar en la primera administración Trump la declaración de emergencia en la frontera sur estadounidense —que luego su sucesor, Joe Biden, levantó— así como la devolución de solicitantes de asilo para que esperen su resolución en México, el programa “Permanecer en México”.
Mientras aguarda por saber cuándo Estados Unidos pondría en marcha este programa, Sheinbaum destacó que, después de darles atención humanitaria, el objetivo final de su gobierno con esos retornados sería enviarlos a sus países de origen. Para ello la presidenta confía en contar con el apoyo económico de Estados Unidos: “Eso es lo que vamos a platicar”.
Otro punto de fricción con Trump en el continente es su intención de reclamar para Estados Unidos el Canal de Panamá. “China está operando el canal de Panamá. Pero no se lo dimos a China, se lo dimos a Panamá, y lo vamos a retomar”, había dicho el mandatario estadounidense el lunes. En respuesta, el presidente panameño, José Raúl Mulino, rechazó “de manera integral” los argumentos de Trump y señaló que “el Canal es y seguirá siendo de Panamá”.
Ante este escenario, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se puso del lado latinoamericano al comentar que es “incontestable” la soberanía de Panamá sobre el Canal y rechazó “la amenaza del uso de la fuerza” por parte de EEUU. “Reiteramos nuestro más absoluto compromiso con los Tratados Torrijos-Carter. La vigencia de estos Tratados es incontestable, como lo es la soberanía de Panamá sobre el Canal”, había argumentado en un mensaje en su cuenta de X.
Según consignó Infobae, al ser socios naturales, la mayoría de países latinoamericanos esperan llevar “la fiesta en paz” con su vecino estadounidense. Por ejemplo, el ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Elmer Schialer, indicó que confía en que la relación bilateral sea “fructífera”, mientras que un portavoz del Gobierno de Chile expresó que la forma de trabajar entre las dos naciones será “la de siempre”.
Mientras tanto, desde el Gobierno de Uruguay identificaron a EE.UU. como “un aliado estratégico”, y la mandataria de Honduras, Xiomara Castro, reiteró el compromiso de “fortalecer el diálogo sobre migración, abordando enfoques conjuntos para una migración ordenada, segura y legal”. Finalmente, el número dos del régimen chavista de Venezuela, Diosdado Cabello, manifestó que “respeto” es lo único que pide el presidente Nicolás Maduro, quien tomó posesión para un nuevo mandato el pasado 10 de enero, a pesar de que Estados Unidos no lo reconoce como presidente por las denuncias de fraude electoral.