Después de un intento frustrado del año pasado, diputados del oficialismo y la oposición acordaron avanzar en una solución para los deudores de créditos UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) y podrían llegar a un consenso para cambiar el mecanismo de ajuste de las cuotas y generar un fondo compensador para financiar el desacople entre inflación y salarios.
Bajo presión del radical mendocino Julio Cobos (que había pedido una sesión especial sobre el tema y finalmente la bajó), se debatieron 11 proyectos en un plenario de las comisiones de Finanzas y de Presupuesto y Hacienda, que volverán a reunirse en las próximas semanas para emitir dictamen.
“No tenemos tiempo, tenemos que dar una respuesta urgente”, planteó Cobos, y agregó que “si el tema no lo soluciona la política, lo va a solucionar la Justicia”, como viene sucediendo con distintos fallos ante los reclamos de las familias deudoras, que no pueden afrontar el pago de las cuotas debido a la caída de los salarios frente a la inflación.
Los expedientes pasaron al debate de asesores y podría haber coincidencia en el mecanismo de actualización de las cuotas. La mayoría de los proyectos, como el de Cobos, el del oficialista Carlos Heller y hasta el del Frente de Izquierda, plantean que no se pague más allá del CVS (Coeficiente de Variación Salarial). En el caso del FIT, propone que la cuota no pueda ser indexada más allá del 50% y que no pueda superar el 25% del ingreso familiar (esto último, en línea con un reclamo del colectivo Hipotecados UVA).
El diputado de izquierda Alejandro Vilca citó un peritaje contable de la Justicia de Mendoza que concluyó que un deudor UVA sacó un crédito de 2,3 millones de pesos para una vivienda en 2017, y pagando estos cinco años la deuda se elevó a 22,5 millones. “Si ese préstamo hubiera sido por 30 años, bajo la inflación y la tasa de interés, alcanzaría 241 millones. Díganme si eso no es una estafa”, advirtió Vilca.
Paralelamente, evalúan la posibilidad de crear un fondo fiduciario para compensar el desfasaje entre inflación y salarios, con aporte de los bancos. Cobos propone que ese aporte sea del 0,015% de los pasivos remunerados y sostiene que podría ser cubierto con el fondo de garantía que ya tienen las entidades financieras, con lo cual no les significaría un costo extra. Otras iniciativas, como la de la mendocina Marisa Uceda (Frente de Todos), delegan esa decisión en el Poder Ejecutivo y en el Banco Central.
Otro punto a discutir es la fecha de corte: varios de los proyectos plantean que rija a partir de la vigencia de la ley, pero Cobos rechaza esa idea y propone retroactividad a la fecha del contrato, con opción de tomar la fecha del primer congelamiento de las cuotas, como ya estableció la Justicia.
Desde agosto de 2019 hubo cinco congelamientos en total. En febrero de 2021 los deudores comenzaron a pagar aumentos escalonados de acuerdo a un esquema de convergencia hasta llegar a agosto de 2022, cuando debieron pagar la cuota plena con la cotización del momento. “Un nuevo congelamiento sería trasladar el problema”, consideró Cobos.
Según el mendocino, en 2017 se otorgaron 75.000 créditos; en 2018, 80.000; en 2019, solo 9.000; del 2020 al 2022, 1.000 créditos promedio por año; y actualmente “no hay crédito”.
“Se rompió la equidad contractual, la evolución del salario y la cuota. La magnitud del problema equivale a 100.000 viviendas y 500.000 créditos prendarios. Tenemos un problema a solucionar reconocido por todos los poderes del Estado”, sostuvo Cobos.
Sentado a su lado, el economista Martín Tetaz se pronunció en contrario: “No hay que buscarle una solución a un problema que no existe. El UVA es un gran mecanismo que funciona muy bien y que tenemos que cuidar y mejorar. La consigna es más UVAs, pero mejor diseñados. No eliminarlos”.
“No es un problema del UVA, es un problema de la inflación y de la caída de los salarios. Es cierto que no hay crédito, pero eso no habla en contra del mecanismo UVA; si no hay crédito es porque se rompió la relación entre el salario real y el valor del metro cuadrado”, consideró el diputado de Evolución Radical.
Tetaz hizo una serie de propuestas de “mejora”, entre las que figura la posibilidad de generar un mecanismo voluntario para las familias que deseen salir del crédito. “Creemos un mercado para que la gente pueda vender la propiedad junto con el crédito”, sugirió, y agregó: “Hay muchísima gente que daría todo lo que tiene para entrar en las mismas condiciones que los que ya tienen un crédito UVA
Por otra parte, casi todos los proyectos contienen la suspensión de los desalojos. Y el de Cobos además propone actualizar la deducción de impuesto a las Ganancias para los préstamos hipotecarios.