Ernesto Sabato supo manifestar alguna vez que “habrá siempre una mujer tal que, aunque el Universo se derrumbe estará preocupada por su casa”.
Bueno, Elba Muller de Fidel, fallecida ayer a los 88 años, contradeciría la aseveración del gran escritor porque ella siempre se manifestó interesada en su hogar, pero también por la comunidad en general y en especial por la educación de los niños, adolescentes y jóvenes.
Formó parte de esa pléyade de damas que hicieron causa con la enseñanza plural y democrática, desde las distintas instituciones en las que militó, como la Academia de Ciencias Sociales de Mendoza, el Foro de Mujeres del Mercosur y la Asociación de Mujeres de Negocios y Profesionales de Mendoza.
Fue gran amiga de este diario y de manera determinada de la recordada ex presidenta del directorio de Los Andes, licenciada Elvira Calle, con quien colaboró estrechamente en la beca de estudios Doctor Adolfo Calle, instituida en 1954 en homenaje al fundador del matutino. Durante muchos se desempeñó como jurado de esa convocatoria.
Asimismo, la hemos visto participar como promotora de eventos de índole cultural e interesada en el mundo científico y la política. Precisamente, su hijo varón, Gabriel Fidel, actual titular de la Agencia local de Promoción Científica y Tecnología, recordó que su último acto cívico fue sufragar en las elecciones generales de 2019.
Hace veintitrés años que había perdido a su esposo, Arnaldo Fidel, unión de la que nacieron dos mujeres, Viviana y Beatriz, y Gabriel. Precisamente, el vástago la despidió con estas líneas en las redes sociales: “Elba fue una gran madre, una mujer extraordinaria, inteligente, luchadora, integra, incansable, con fuertes convicciones. Tuvo una larga vida y se va con mucha paz. Será no tenerla entre nosotros, pero nos deja sus recuerdos, su ejemplo de vida y todo el amor y compromiso que puso por todo”.