Dos asesoras del diputado nacional del PRO, Gerardo Milman, declararon ante la justicia en calidad de testigos, y entregaron sus teléfonos celulares al fiscal federal Carlos Rívolo. Las mujeres estuvieron con Milman en el bar Casablanca, en donde otro testigo declaró haber escuchado un comentario del diputado referido al intento de homicidio de Cristina Fernández de Kirchner, dos días antes de que ocurriera. El aporte a la investigación de los dos teléfonos será relativo: una de las asesoras informó que cambió el aparato y la otra que borró información.
Carolina Gómez Mónaco e Ivana Bohdziewicz declararon por segunda vez bajo juramento de verdad, ahora fue ante la fiscalía de Rívolo, a quien la jueza federal María Eugenia Capuchetti delegó la investigación.
Primero declaró Gómez Mónaco, quien accedió a entregar el celular con su clave de acceso. Informó, no obstante, que hace poco había cambiado el aparato. Dijo que el teléfono anterior se lo dio a su hermana y que si era necesario, podía aportarlo.
Rívolo informó a Capuchetti que ambas testigos hicieron entrega “voluntaria” de los teléfonos. Gómez Mónaco se desempeñó en el Ministerio de Seguridad en 2017, cuando Patricia Bullrich era ministra y Milman su vice. Después fue nombrada como asesora en el Congreso.
Según fuentes judiciales, se le preguntó a la asesora cómo reaccionó el equipo de trabajo de Milman tras enterarse del intento de magnicidio. Respondió que hubo un clima de “consternación”.
Después quien declaró fue Ivana Bohdziewicz, también asesora de Milman. Tras aceptar entregar el teléfono para ser peritado, aclaró que había borrado información.
Ambas estuvieron con Milman en la confitería Casablanca, próxima al Congreso, el 30 de agosto pasado, dos días antes del atentado. Un testigo (asesor del diputado oficialista, Marcos Cleri) declaró en la causa haber estado ese día en una mesa contigua y haber escuchado de Milman decir “cuando la maten voy a estar camino a la costa”.
“Marcos ayer cuando salí de tu oficina fui con mi cuñado a comer a Casablanca. Al lado mío estaba Milmann (sic) con dos pibas y graciosamente decía cuando la maten yo estoy camino a la costa. Y se mataban de risa”, escribió el testigo a Cleri.
Antes de la audiencia judicial, las dos mujeres conversaron con la prensa acreditada en tribunales. “No es cierto para nada”, dijeron sobre los dichos del testigo del bar Casablanca. “Es todo un falso testimonio”, afirmó Gómez Mónaco. Las declaraciones fueron también presenciadas por los abogados de la Vicepresidenta querellante en la causa, José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal.
En la causa está probada la reunión de Milman con sus asesoras en Casablanca, no así, aún, los dichos imputados.
El fiscal Rívolo quiere volver a escuchar al testigo de la supuesta charla en Casablanca. Trascendió, sin embargo, que esa persona, un colaborador del diputado Cleri, tuvo un ACV, por lo que el trámite deberá esperar un tiempo.
El secuestro de los teléfonos de las asesoras había sido reclamado por los abogados de Cristina Kirchner -sin éxito- la primera vez que declararon frente a la jueza Capuchetti, antes de pasar la investigación a Rívolo. La Cámara Federal porteña, contra lo considerado por la jueza, indicó investigar los teléfonos.
El 23 de septiembre el colaborador de Cleri se presentó ante la jueza Capuchetti y contó lo que había visto y escuchado en el bar Casablanca, 48 horas antes del magnicidio fallido.
El lunes pasado el diputado Cleri mostró en la justicia el mensaje que le envió su colaborador. Los cuatro mensajes de Whatsapp recibidos por Cleri tienen como fecha el 1 de septiembre a las 22.36, casi dos horas después del atentado. “Créeme estoy temblando”, decía el cuarto mensaje aportado por el testigo.
Después de varios días sin ser visto en Diputados, Milman participó ayer de la convulsionada sesión.