Juntos por el Cambio, a nivel nacional, cerró las especulaciones cuando los principales partidos que lo conforman ratificaron que mantendrán la alianza y que no habrá fisuras en el armado de las listas. No obstante, hay algunos espacios importantes en Mendoza que mantienen las dudas, en tiempos en los que se acercan los límites para presentar frentes electorales y luego precandidatos. Es el caso del Pro, cuyo principal referente, Omar De Marchi, mantiene una posición dura y presiona para que su partido tenga una mejor representación en la lista para las legislativas.
Para el radicalismo, “quedó en claro y ratificado en la reunión de ayer (por el miércoles) que el frente no se romperá más allá de ninguna situación que pueda presentarse”, y marcaron que en las provincias donde no haya consenso, la salida será la interna entre los partidos o espacios. “Esto se resolvió entre los principales partidos”, acotaron.
Sin embargo, en el Pro mendocino no están tan de acuerdo al análisis hecho por el radicalismo, y señalaron que el futuro del frente Cambia Mendoza “no se resolverá en Buenos Aires, sino que acá se realizarán las negociaciones pertinentes”.
Si bien Cambia Mendoza no tiene serios problemas internos, es cierto que han habido pequeños atisbos de sublevaciones con algunos comentarios que generaron ruido por parte de dirigentes importantes, como es el caso de Omar De Marchi, diputado nacional, y el mayor exponente del Pro en la provincia.
Concretamente, el ex intendente lujanino sostuvo a Los Andes días atrás, ante la consulta de si existe la posibilidad de que haya internas en Cambia Mendoza, que no cree que la salida ante la falta de consenso sean las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), y que “si hubiera un acuerdo razonable, el camino no son las PASO”.
Esto fue entendido por parte del radicalismo simple y llanamente como una amenaza a romper el frente si no hay entendimientos, más allá que luego De Marchi haya añadido que confiaba en un acuerdo razonable en estas listas. Pero hay otros dirigentes radicales que también señalan que lo que hace es “amagar” para tratar de negociar cargos, pero que finalmente todo se resolverá “con todos adentro”, es decir la UCR y el PRO, principales activos que tiene el frente.
En Mendoza, no en Buenos Aires
En diálogo con este medio, De Marchi de limitó a decir que “Mendoza resolverá lo que crea mejor de acuerdo a los intereses de la provincia”, y ratificó que “acá no se baila la música de Buenos Aires o la Capital Federal”. Además manifestó que se “extremarán” los recursos para que haya un buen acuerdo entre las partes, sin la necesidad de ir a las PASO. No obstante, dejó en claro que la relación dentro del frente es buena y que seguirán con el diálogo.
Desde el radicalismo, por su parte, salieron a cruzar a De Marchi al destacar que la idea resuelta a nivel nacional “no es propia de la UCR, sino que fue todo Juntos por el Cambio, incluido el Pro, el que consensuó mantener la unión de esta alianza” y que “más allá de opiniones individuales, lo importante es trabajar en proyectos colectivos para impedir el avance del kirchnerismo en el Congreso”.
Andrés Lombardi, presidente de la Cámara de Diputados, destacó que la situación política del país “requiere que nos mantengamos todos en posiciones unificadas dentro de Cambia Mendoza. El camino es fortalecerlo. Es participar de un frente que ha dado respuestas a los mendocinos y nos sentimos orgullosos”.
Mientras tanto, en el Pro se mantiene una posición al menos distante y expectante, pero volvieron a enfatizar que los dirigentes mendocinos son los que tienen que dar este debate. “Nada de lo que se habló ayer queda establecido como si fuera una Carta Magna, son situaciones informales. No vamos a dejar que nos presione el radicalismo desde la mesa central”, apuntaron contra Alfredo Cornejo, y manifestaron que el partido que hoy lidera Álvaro Martínez “hace de la defensa de las provincias y sus autonomías, un culto”.
Al parecer, el mensaje del ex presidente, Mauricio Macri, a los dirigentes de Cambia Mendoza, no ha surtido demasiado efecto hasta el momento. “Pido a todos que traten de conciliar y, donde no se pueda, que sea algo respetuoso”, había marcado a Los Andes el viernes pasado, con un mensaje claro para dentro del frente: tratar de acordar, o que al menos la discusión no tenga víctimas políticas.
Mientras tanto, hay quienes se envalentonan con la idea de que una tercera fuerza más potente de las que ya participan de la contienda electoral pueda competirle “cabeza a cabeza” al Frente de Todos, e incluso con la posibilidad de ganar bancas tanto en Diputados como en el Senado. “Aún está todo por verse”, zanjaron.