La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner dejó entrever este viernes que espera poder saber quién o quiénes fueron los autores intelectuales del ataque en su contra el 1 de septiembre pasado, cuando Fernando Sabag Montiel se le acercó en la puerta de su casa y le apuntó a la cara con una pistola Bersa 380, gatillando varias veces pero sin lograr que el proyectil saliera.
Mirando a cámara, porque la audiencia fue por medios virtuales, la vicepresidenta le preguntó a Jorge Gorini, uno de los jueces del tribunal que la juzga, qué hubiera sentido si sufría un ataque similar y los abogados de sus atacantes hubieran sido del peronismo. Así, puso la lupa sobre los abogados de quien sería el jefe de la banda que la atacó y que vienen de ser asesores de legisladores de Juntos por el Cambio.
Quien fue dos veces presidenta del país habló del intento de asesinato en su contra en la última audiencia de alegatos de su defensa en el juicio por la causa Vialidad, en la que está acusada de haber liderado una asociación ilícita para delinquir en torno a las adjudicaciones de obra pública al empresario Lázaro Báez en la provincia de Santa Cruz.
La vicepresidenta dijo que hasta el 1 de septiembre (día en el que Sabag Montiel intentó asesinarla), ella creía que las causas judiciales que tiene en su contra –con cinco acusaciones por asociación ilícita- eran para estigmatizarla, denigrarla, calumniarla, difamarla y también proscribirla políticamente.
“Pero desde el 1 de septiembre me di cuenta que puede haber otra cosa atrás de todo esto, porque de repente es como que desde el ámbito judicial se da licencia social para que cualquiera pueda pensar y hacer cualquier cosa”, afirmó la vicepresidenta mirando a la cámara, dado que la audiencia se realizó por vía virtual.
La vicepresidenta cuestionó que el 22 de agosto cuando el fiscal Diego Luciani terminó de expresar la acusación en contra de ella y pedir 12 años de prisión, los canales de televisión porteños transmitieron durante gran parte del día a pantalla partida: en una mitad, el momento de la acusación y el pedido de condena; en la otra, la puerta de la casa ubicada en la esquina de Juncal y Uruguay de la Ciudad de Buenos Aries.
“Fíjense que la única puerta que se conoce en la Argentina es la de Juncal y Uruguay. La única casa que se conoce es la de Juncal y Uruguay. Ahí mismito donde me quisieron pegar el tiro”, dijo Cristina en el juicio por la causa Vialidad.
Con ese hilo conductor, la vicepresidenta dijo que ahora se sabe por los mensajes que Sabag Montiel intercambiaba con su novia Brenda Uliarte y otros –también detenidos- que ellos habían estado muy atentos a la acusación de la fiscalía.
En ese sentido, aclaró: “los mensajes que intercambiaban quienes forman parte de la banda de autores materiales, eh, lo tengo clarísimo a eso. Nadie puede pensar que esa banda planificó e ideó la autoría intelectual de lo que me hicieron”.
Tras ello, comentó que en el intercambio Sabag Montiel y Uliarte dijeron “‘ah, se les acabó la joda, ahora van a tener...’. Y quiero que se entienda: esto es crear un clima también, en el que se ha contribuido cuando se hablaba de tres toneladas de prueba”.
También señaló la vicepresidenta que Nicolás Gabriel Carrizo, “el jefe de esta banda material” tiene como abogados defensores a asesores de un senador de la Nación, alguien que se sienta a 20 o 30 metros de mí. “Su asesor defiende al que me quiso matar”, señaló.
Efectivamente, el abogado Gastón Marano, quien representa a Nicolás Gabriel Carrizo, detenido y presunto jefe de “La Banda de los Copitos”, fue asesor del senador nacional de Chubut por Juntos por el Cambio, Ignacio Agustín Torres, hasta después del 1 de septiembre.
Por otro lado, Cristina señaló que también había una “asesora de otra diputada que también defiende (a uno de los acusados)”. Se refirió así a Brenda Selva, quien el 21 de septiembre fue desvinculada de su cargo de asesora por su ahora ex jefa la diputada nacional por San Luis Karina Bachey (PRO).
“Y sí, yo me siento un tanto en estado de indefensión, con este país y en este Poder Judicial, seguramente que sí. ¿Cómo se sentiría usted doctor (Jorge) Gorini si le pasara lo mismo que a mí? Que alguien que intentó matarlo, sus defensores son legisladores peronistas. Qué se yo. Imagínese. Imagínenlo por un instante nada más. Porque yo siempre recomiendo a todos que se pongan en el lugar del otro. Yo siempre me pongo en el lugar del otro. Por eso acuñé esa idea de que la patria es el otro. Esto ayuda a resolver mejor las cosas, sobre todo cuando se tiene tanta responsabilidad”, dijo la vicepresidenta.