El clima de tensión en Misiones se acrecienta en las últimas horas, luego de que varios manifestantes fueron reprimidos con gas lacrimógeno frente a la Legislatura provincial por la policía federal. Allí, personal docente y no docente, en compañía de la fuerza de seguridad de esa provincia, intentaba ingresar al establecimiento en reclamo por mejoras salariales.
En las últimas horas comenzaron a circular videos e imágenes en redes sociales en los que se puede ver que los educandos, uniformados y personas que concurrieron en apoyo a su pedido irrumpieron en el hall de la Legislatura de Misiones, donde hoy se sesionó.
Los hechos se desarrollaron en lo que es la séptima jornada de protestas, misma en la que el vocero de la policía, Ramón Amarilla, anunció que rechazaron la propuesta del Gobierno provincial de un incremento en sus haberes del 30%. “Ese monto es irrisorio”, aseguró. Los uniformados reiteraron que esperan un aumento del 100%.
Las medidas de fuerza se mantienen en las calles y los efectivos cuentan con el apoyo de personal docente y no docente, quienes reclaman por los acuerdos paritarios firmados por los sindicatos que rondan el 20%. En avenida Uruguay, se mantiene el acampe que comenzó el pasado fin de semana, tras la toma de la sede del Comando Radioeléctrico de Posadas.
Esta tarde, quienes sostenían la medida de fuerza frente a la Legislatura, rompieron vallas en su intento por ingresar al establecimiento y se enfrentaron con la fuerza federal. Allí, los uniformados tiraron gas pimienta y desalojaron a los presentes.
“Nos reprimieron con gases lacrimógenos; hay docentes que fueron hospitalizados; nos estamos muriendo de hambre, me estoy cagando de hambre, 257 mil pesos mi sueldo”, expresó María Luisa Ríos, docente, en diálogo con LN+.
Otra pedagoga secundaria y universitaria, Tania, detalló a La Izquierda Diario que cuando llegaron al Congreso se encontraron “con policías de civil con la cara tapada con barbijo dispuestos a reprimir con todo, cosa que hicieron. Tiraron gas pimienta y después fuimos desalojados. Esto demuestra que la Policía es el brazo represivo del Estado y no forma parte de la clase trabajadora”.
Hacia las 20:30, al menos 200 personas se encaminaron hacia la casa del Gobernador misionero, Hugo Passalacqua, donde se encontraron con una decena de agentes de infantería en el frente de la vivienda. Allí, fueron nuevamente reprimidos con gas pimienta, y, de acuerdo con el medio Misiones Cuatro, los protestantes contestaron con golpes, piedras y palazos.
En horas de la mañana, el ministro de Gobierno de Misiones, Marcelo Pérez, había amenazado con expulsar a los efectivos que participaran de las protestas y habló de “sublevación”. “Es inadmisible y está fuera de la ley”, añadió.
