La Fiesta Nacional de la Vendimia y los anuncios económicos -que no fueron muchos – que trajeron a Mendoza funcionarios nacionales, causaron revuelo en una buena parte de los organismos que componen la actividad vitivinícola. La incertidumbre en el manejo de los fondos por U$S 40 millones para la segunda edición del Programa de Apoyo a Pequeños Productores de Argentina (Proviar) aún persiste, aunque el Gobierno Nacional calmó las aguas con algunas modificaciones de último momento.
Si bien ya se sabía que el crédito no iba a ser administrado principalmente por la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), como lo hizo en la primera edición, que se desarrolló de 2009 a 2014 con un monto de U$S 50 millones; el ministerio de Agricultura, que conduce Julián Domínguez, permitió que tuviera presencia importante con un lugar en el Consejo Técnico del Programa, mesa que decidirá el destino de los recursos.
El resto de los participantes serán el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); y el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), hoy liderado por el dirigente peronista Martín Hinojosa, que fue designado como el organismo subejecutor de los fondos.
Para los principales dirigentes de la Coviar, tener un lugar en la mesa de las decisiones, hoy se toma como una “buena noticia”, teniendo en cuenta el panorama oscuro que tuvieron cuando se enteraron que el INV sería el que iba a tomar las riendas de ese crédito millonario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Meses atrás la Corporación descontaba que, un nuevo Proviar, iba a tener la conducción de ese monto, como lo fue en el primer programa; pero no fue así.
Desde el INV fueron diplomáticos con sus declaraciones, al indicar que no ha sido una mala idea establecer una mesa de manejo de los recursos, y sostuvieron que, de igual manera, iban a convocar a los diferentes sectores para participar en las discusiones sobre los proyectos que se deberán llevar a cabo.
Una mesa con decisión unánime
Según surge del documento que se firmó entre el Ministerio de Agricultura, la Coviar y el INV en el tradicional desayuno de la Corporación el sábado de Vendimia, el Instituto será la unidad subejecutora de los fondos del BID.
No obstante, en el inciso Segundo, se creó un Consejo Técnico del Proviar II, integrado con un representante del INV, otro de la Coviar, y un tercero del INTA.
Lo importante de este punto es que el Consejo “sesionará con la presencia de todos sus miembros y adoptará todas sus decisiones por unanimidad, en cuyo defecto, el asunto será puesto a consideración y resolución del titular del Ministerio de Agricultura”.
De esta manera, en la Coviar se aseguraron voz y voto en la toma de decisiones, aunque en caso de no haber acuerdos, terminará decidiendo el ministerio de Agricultura, que fue el organismo que decidió girar la administración del crédito al INV.
Más allá de las tensiones previas, tanto Hinojosa; como el presidente del INTA, Mariano Garmendia; y Carlos Fiochetta, gerente general de Coviar, dieron por descontado la voluntad de llegar a acuerdos internos para no forzar una suerte de “laudo” del ministro Domínguez.
Del lado del INTA, Los Andes dialogó con Garmendia. El funcionario tucumano sostuvo que “desde hace años el INTA trabaja en conjunto con la Coviar y el INV”, y agregó que el Consejo “dará agilidad al programa para inyectar recursos y potenciar mejoras que harán crecer a la industria”.
En tanto, Fiochetta opinó que “lo más importante es que los fondos lleguen, y lo que pasó el sábado (de Vendimia) es positivo. La definición de la creación del Consejo se dio por una decisión del Ministro luego de mucho diálogo”. También marcó que tanto el INV como el INTA forman parte de la Coviar, por lo que aguardan poder resolver los temas sin necesidad del arbitrio de Domínguez.
Cabe destacar que este Consejo Técnico no estaba en los planes de manera primigenia, y surgió luego de la presión que realizó la Coviar ante el ministerio de Agricultura, y fruto de negociaciones destacaron que fue “el mejor acuerdo que se pudo conseguir”.
En tanto, Hinojosa valoró la resolución y comentó que el Ministro le pidió que, como responsable del programa, se busquen acuerdos y se trabaje en conjunto con el resto de las entidades. “Mientras más participen, mejor será”, acotó.
También hay que marcar que la Nación, a través de la Dirección General de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales (Diprose), “tendrá derecho de veto de todo cuanto se decida y se aparte de las normas del Contrato de Préstamo y Reglamento Operativo”.
Causa-consecuencia
Mucho se ha hablado sobre las razones por las que se tomó la decisión de que el INV sea el subejecutor de estos fondos. En términos oficiales, en el ministerio de Agricultura sostienen que es el propio Estado el que tiene que administrar los propios créditos estatales, y así lo piensan también desde el INV.
“Son fondos y endeudamiento que asume el Estado, el sector público tiene que planificar y no se pueden asignar al libre arbitrio, existen normativas y procedimientos que cumplir y que también exigen los organismos internacionales”, señaló Domínguez en reunión del Consejo Federal Agropecuario en Mendoza.
Desde la Coviar, Fiochetta recordó que en su momento el organismo que tenía el crédito del Proviar I era la Unidad para el Cambio Rural (UCAR), que se trataba de un organismo autárquico y descentralizado, y que decidió que sea la Coviar. En cambio, ahora el mismo es administrado por la Diprose, que pertenece al ministerio de Agricultura.
No obstante, algunos de los jugadores del ámbito vitivinícola sostienen que varios factores influyeron en el desplazamiento inicial de la Coviar.
Una de ellas es la profundización del conflicto entre la Coviar y Bodegas de Argentina (y la posterior creación de la Mesa Nacional Vitivinícola), en la que aseguran que desde allí se ha perdido parte de poder o representatividad.
Otro motivo que se aporta, en este caso desde parte de la Coviar, es que el INV es un instituto afín al gobierno nacional, sobre todo porque es el peronismo quien lleva la gestión del organismo; y de allí reside cierto temor a un manejo de “poder político” con más recursos. “La Coviar tuvo un manejo excepcional de recursos del Proviar I, y no lo dijimos nosotros, sino el propio BID”, acotaron desde la Corporación, quienes también aseguraron que el INV “tiene un rol más fiscalizador y no gestor”.
En tanto, entre otros fundamentos que podrían aportar al “cóctel” de la no elección de la Coviar, está la candidatura de Carlos Iannizzotto a diputado nacional por afuera del Frente de Todos, en el Partido Federal, con la participación de un dirigente de la Coviar (Mauricio Ortiz) como operador de la campaña electoral.
Lo cierto es que el Consejo vino en cierta manera a saldar parte de las rispideces y especulaciones, con la participación activa de los tres organismos, más allá que el INV sea el brazo ejecutor.
En acción
De acuerdo a los plazos en mente, Hinojosa fue optimista y marcó que entre septiembre y octubre, si trabajan con velocidad administrativa, se podría a comenzar a ejecutar proyectos y fondos del BID. Además, de aquí a 10 días se prevé la primera convocatoria a las partes para comenzar a elegir a los futuros integrantes del Consejo Técnico.
“Tenemos varios ejes. Por un lado mejorar la eficiencia hídrica intrafinca, generando más productividad; y el de avanzar en comercialización, con proyecciones a mejores y mayores exportaciones, nuevos productos y trabajar en tendencias mundiales y planes integrales de negocios; entre otros”, comentó Hinojosa.
Garmendia, por su parte, expresó que “la inyección de recursos potenciará los procesos de crecimiento vitivinícola. Es lo que interesa y a lo que apuntamos no sólo con Mendoza y San Juan, sino con las 18 provincias vitivinícolas del país”.
“Hace tiempo que en la vitivinicultura se trabaja con responsabilidad y esfuerzo. Se ha evolucionado en los últimos años y pretendemos más continuidad y crecimiento. Es nuestro norte en el INTA y lo mismo con el resto de los organismos”, agregó el funcionario.
En tanto, desde Coviar señalaron que según estudios realizados, “el 94% de los productores cree que los proyectos tienen que ir destinados a la eficiencia hídrica”, y agregaron: ”Las grandes obras hídricas las tienen que hacer los Estados, y la eficiencia tiene que ser el destino del dinero”.