La interna del Partido Justicialista de Mendoza atraviesa horas calientes, después de que el referente del Movimiento Evita, Lautaro Cruciani, se presente dispuesto a enfrentar al “oficialismo” que promueve la candidatura del exintendente sanrafaelino Emir Félix para las próximas elecciones del 1 de diciembre.
En ese marco, se conoció que la Junta Electoral definió un requerimiento económico alto para aquellas listas que deseen presentarse para dirimir una interna en las urnas: $3 millones a nivel provincial y $2 millones para aquella lista que quiera presentarse a una elección departamental. El plazo de presentación de dichas listas será el próximo sábado 19 de octubre.
Según explicaron desde el PJ, se incluyen en esos valores la impresión de boletas y la logística que conlleva el proceso eleccionario. Tal como el alquiler de los lugares de votación, los efectivos policiales que custodien el acto en cada escuela, el pago a veedores de la Justicia Federal ($120 mil la jornada), el traslado de urnas, etc.
Además, hay otros procesos administrativos que cumplir como juntar 2.060 avales en toda la provincia. Lo cual no parece un impedimento teniendo en cuenta que son alrededor de 70.000 los afiliados que quedarán habilitados para votar cuando se oficialice el padrón, informan desde el partido. También deben competir en al menos 16 departamentos y los dos que se exceptúen no pueden pertenecer al mismo distrito electoral.
El último antecedente de elecciones partidarias fue la del Pro mendocino que terminó ganando Gabriel Pradines, sobre la vicegobernadora Hebe Casado. Las dos listas que compitieron debieron abonar $2 millones para presentarse a nivel provincial, sin discriminar el nivel departamental como opción. Por lo que es un valor solo un poco más alto el que presenta el peronismo. “La plata saldrá de los afiliados porque el partido no tiene esa caja para afrontarla”, sostuvo una fuente del PJ.
Como detalle de la decisión de la Junta Electoral plasmada en el Acta N° 3 al que tuvo acceso Los Andes, solo tres dirigentes se opusieron: los dos de la CGT (Luisa Nasif y Alejandro Mosci) y uno de La Cámpora (Carlos Blanco). El resto votó a favor de ese requisito (siete dirigentes identificados con el bloque oficialista).
Cruciani está al tanto del costo millonario que definió la Junta Electoral del PJ, pero desconoce su formalidad hasta que “se expresen públicamente cuáles son los aranceles y los requisitos excluyentes para presentar una lista en el Partido Justicialista”, le afirmó a Los Andes.
“Hasta que no viertan dichos públicamente, yo me considero que todavía no estoy notificado de tal decisión”, sostuvo y de la misma manera señaló que “la candidatura de Emir aún no ha sido oficializada”. Es decir, hasta el momento el único candidato declarado, entiende que es él.
Cruciani contó que confirmaron el paso a la interna, como respuesta a la declaración de la senadora Anabel Fernández Sagasti que blanqueó en una entrevista con Canal 7 el interés de La Cámpora en que Emir Félix sea el candidato de la “unidad” del peronismo. Algo que, por debajo, habían anticipado desde el sector kirchnerista a Los Andes semanas atrás.
Félix es un dirigente alejado del espacio de Anabel y articula actualmente con intendentes “no kirchneristas”, entre ellos su hermano Omar (San Rafael), Matías Stevanato (Maipú) y los dos pupilos de Carlos Ciurca: Flor Destéfanis (actual presidenta del PJ y jefa comunal de Santa Rosa) y Fernando Ubieta (La Paz).
A pesar de las diferencias, lo ven como el mejor nombre para conducir la nueva etapa del peronismo mendocino por su trayectoria y su disponibilidad, ya que no ocupa cargos ejecutivos ni legislativos actualmente.
Cruciani indicó al respecto: “Veníamos charlando con compañeros hace ya cerca de un año. Nos venimos juntando desde distintas expresiones del peronismo y nos sorprendió el respaldo de La Cámpora a Emir Félix, que plantea lógicamente un acuerdo por detrás”.
Y agregó: “Entonces, que ya se haya cerrado un acuerdo sin la participación de todos los sectores y sobre todo de los dirigentes territoriales, nos pareció que ameritaba plantear nuestra posición”.
A pesar del abrupto lanzamiento, a días de la presentación de listas, el dirigente social cree que alcanzarán a presentar los avales como corresponde y también afrontarán el costo económico que se necesite, aunque reniegue de su oficialización aún.
Cruciani insiste en que tienen como objetivo “llegar hasta el final” y consideró que “intentar cerrar la discusión poniendo como requisito esencial para la presentación el aporte de esa cantidad de dinero, nos parece hoy que es injusto y que en realidad lleva hacia la cerrazón en vez de a la apertura que hay que propiciar desde el peronismo en estos momentos”.
“Nosotros tenemos una responsabilidad histórica y tenemos que estar a la altura. No queremos un peronismo que sea sectario ni excluyente, queremos uno que pueda articular entre las distintas fuerzas sociales, productivas y económicas para articular un nuevo proyecto de comunidad organizada”, sostuvo.
“La construcción tiene que brotar de abajo hacia arriba. Lo único que se construye de arriba para abajo es un pozo. Y fue el pozo al que fuimos en la última elección”, completó.
Cruciani no se quedará con el respaldo de una base militante, también buscará apoyo en los intendentes que quedaron fuera del nuevo bloque hegemónico. Se trata de Emir Andraos (Tunuyán), Edgardo González (Lavalle) y Celso Jaque (Malargüe).
También apuesta a dialogar con el sindicalismo estatal, pero según pudo averiguar Los Andes, la CTA que lidera Gustavo Correa entiende que “lo mejor es la unidad para construir una alternativa”.