Será un Boca-River de la política penal, aunque siguiendo con la metáfora futbolística, no se jugará por los puntos sino solo por el honor. La audiencia pública sobre la constitucionalidad o no de la prisión perpetua, convocada por la Suprema Corte de la provincia para mañana y el viernes, pondrá en escena los dos extremos de un debate que es más político que jurídico y que, además, no será vinculante para la decisión que deberán tomar después los siete jueces del tribunal, en plenario.
Por eso la audiencia -con más de 100 expositores inscriptos para los dos días- servirá como una demostración de fuerza de los dos bandos en pugna como previa al fallo final de la Corte. Y tendrá una pelea de fondo entre los dos abanderados de cada lado: en un rincón Alfredo Cornejo, el ex gobernador que impulsó las reformas judiciales para Mendoza que barrieron de los puestos de decisión penal al “garantismo” que representa, en el otro rincón, Eugenio Zaffaroni, el ex juez de la Corte Suprema de la Nación. Ambos expondrán el viernes a favor y en contra de la constitucionalidad de la prisión perpetua, respectivamente.
“La prisión perpetua es indispensable para tener seguridad”, dijo hace pocos días Cornejo. “Una pena de 50 años es una locura”, argumenta Zaffaroni cada vez que lo consultan por su posición. Mano dura vs. saca presos, podría simplificarse este duelo según la calificación con la que mutuamente se acusan, en un debate que, hay que decirlo, parece estéril porque en la Argentina nadie va preso de por vida. Hasta los mismos garantistas reconocen que la prisión perpetua no existe en el país, aunque está estipulada en el Código Penal desde la década del ’20.
Quién es quién entre los oradores
En la previa, podría decirse que el actual diputado nacional copó la parada de la audiencia, ya que la mayoría de los anotados para argumentar son pro constitucionalidad de las prisiones perpetuas. Se trata de un equipo hecho a imagen de su mentor, casi sin juristas: aparecen funcionarios, ex funcionarios, legisladores, concejales y, sobre todo, representantes de víctimas de delitos graves que quieren ver a los asesinos de sus seres queridos encerrados en las cárceles.
Entre estos últimos el nombre más destacado de la lista de expositores de mañana es el de Horacio ‘El Oso’ Quiroga, a quien el sector garantista llama el “Bloomberg de Mendoza” porque se transformó en un portavoz de la mano dura luego del asesinato de su hijo a manos de una banda que intentó asaltar un blindado en Godoy Cruz en 2010.
A él le pondrán contenido político en la audiencia, además del propio Cornejo, Néstor Majul (funcionario de Seguridad de Cornejo y hoy de Suárez), Luis Petri y Claudia Najul (diputados nacionales de la UCR) , Gianni Venier (ex ministro de Seguridad y miembro del think tank penal del cornejismo, el Instituto de Altos Estudios de Derecho), Marcelo Dagostino (subsecretario de Justicia de Cornejo y Suárez), Rubén Castro y Jorge Luis Cervasco (otros dos juristas del IAED) y los diputados provinciales radicales José Orts y Mercedes Rus. Pero como cantidad mata calidad, en la extensísima lista de oradores de este bando aparecen dirigentes sin antecedentes conocidos en el tema, como el concejal radical Fabián Forquera (Guaymallén). También inicialmente el intendente de Rivadavia, Miguel Ronco, y el director de Personas Jurídicas de la provincia, Sebastián Soneira, que finalmente se bajaron de la lista.
Por el contrario, al lado de Zaffaroni se encolumnarán voces con un perfil más académico, aunque también militantes de una visión del derecho que ve al sistema penal como una instancia de resocialización y, por ende, un lugar de paso y no de confinamiento perpetuo para los culpables de delitos graves. Allí podemos anotar a Viviana Beigel (abogada de organismos de DDHH), Francisco Machuca (de la organización Xumek), Claudia Cesaroni (Centro de Estudios en Política Criminal y DDHH) y Fernando Peñaloza (penalista que fue querellante en Mendoza en las causas de lesa humanidad). También a Silvia Ontivero, que como madre del asesinado Alejo Hunau se para del lado de enfrente de la mayoría de las víctimas de delitos graves. En abril de este año, cuando el asesino de su hijo fue beneficiado con la prisión domiciliaria, ella respaldó la decisión de la jueza.
Pero lo que está en juego en realidad no es el dolor de Ontivero y el resto de las personas que han visto morir a seres queridos a manos de delincuentes. Más bien lo que se escenificará mañana es otra batalla de la interna que divide a la Corte mendocina, que no tenía necesidad de hacer esta audiencia pero que decidió con ella buscar legitimidad social a su pelea política.
Así, el duelo Cornejo vs. Zaffaroni es en realidad el de José Valerio vs. Omar Palermo. El del “ala radical” contra el “ala peronista”. El de la política contra la justicia, que anticipa un previsible triunfo de la primera.