El nuevo gabinete del presidente Alberto Fernández guarda una característica llamativa: en los últimos años, sus integrantes estuvieron fuertemente enfrentados entre sí, con denuncias cruzadas, descalificaciones y críticas que alcanzaron hasta a la vicepresidenta Cristina Fernández.
Por ejemplo, el flamante jefe de Gabinete Horacio Manzur soñaba hacia fines de 2017 con un peronismo renaciendo sin la figura de Cristina. Consideraba que la entonces senadora electa por la provincia de Buenos Aires ya tenía su propio partido.
“Hay ciclos, y creo que la expresidenta cumplió un ciclo político”, dijo en ese entonces el gobernador tucumano.
Meses después, en septiembre de 2018, insistió con esa tesis en una entrevista concedida al diario Clarín.
“¿Le gustaría que Cristina sea candidata?”, le preguntaron.
Y Manzur respondió: “Lo digo con respeto y humildad. Fue elegida dos veces presidente y es una dirigente importante. Pero en política los ciclos se cumplen. Bush, Clinton o De Gaulle cumplieron ciclos, ella también. Valoro que sea senadora y que pueda aportar. Pero ya está, terminó”.
El designado Jefe de Gabinete no fue el único de los nuevos ministros que estaba en esa postura de jubilar a Cristina. En las elecciones de 2017, el peronismo bonaerense llevaba a Florencio Randazzo como candidato enfrentando a la actual vicepresidenta, que había fundado Unión Ciudadana. Esa lista también era apoyada por otros hoy ministros como Juan Zabaleta y Gabriel Katopodis. El jefe de campaña no era otro que Alberto Fernández.
Otro de los nombres fuertes era el flamante titular de Agricultura, Julián Domínguez, quien por entonces también creía que Cristina no se iba a presentar en esas elecciones y que era “lo mejor para el peronismo”.
Domínguez mantuvo también varios enfrentamientos con duras acusaciones con el que hoy es su compañero en el gabinete nacional: el nuevo ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.
La disputa nació en 2015, cuando se enfrentaron en la Paso para definir la candidatura a gobernador por la provincia de Buenos Aires. Fernández acusó a Domínguez de estar detrás de la difusión de una denuncia de un detenido, que lo vinculaba con la muerte de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.
“Es una agresión lisa y llana, financiada por la millonada que pusieron mis contrincantes en las Paso del Frente para la Victoria”, aunque luego aclaró: “Yo no responsabilizo a nadie. Responsabilizo al programa ( PPT ) y al canal”, dijo entonces Fernández.
Luego, en 2017, Domínguez aseguró que hubo fraude en esas Paso, que terminó ganando Fernández.
La respuesta de Aníbal Fernández no se hizo esperar. Apeló a su cuenta de Twitter, donde lo trató de “mugre” y “burro”.
El ministro de Seguridad también tuvo en el pasado duras calificaciones hacia La Cámpora, la agrupación política liderada por Máximo Kirchner y que tiene a Wado de Pedro, ministro del Interior, como uno de sus máximos referentes.
“No hay nadie que no los odie. No hay provincia, ni distrito que no los odie. Salvo el núcleo de ellos”, dijo en 2018 en una entrevista con Alejandro Fantino.
En 2019, el actual ministro de Turismo, Matías Lammens, calificó como “locura” y “una demencia” los dichos de Aníbal Fernández sobre María Eugenia Vidal, a quien había comparado con el odontólogo femicida Ricardo Barreda.
Pero los cruces entre miembros del gabinete no termina ahí. En 2019, la actual ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, contó en su cuenta de Twitter que había presentado una denuncia contra el ahora Jefe de Gabinete Manzur por “abuso de autoridad”.
“Denunciamos por abuso de autoridad a Manzur, las autoridades de salud de Tucumán y una fiscal por obstaculizar el aborto legal de la niña Lucía, quién había sido violada”, escribió Gómez Alcorta.
La niña, que había sido violada por la pareja de su abuelo, fue sometida a una cesárea debido a las medidas interpuestas por el gobierno de Manzur, en lugar de que se le practicara un aborto, tal como preveía el Código Penal.
*Este texto fue publicado originalmente por La Voz. Se reproduce aquí con la autorización correspondiente.