En busca de combatir el exceso de alcohol al volante, el Gobierno provincial impulsó una serie de leyes que se articularán en conjunto como un “círculo de contención”. Se trata de las modificaciones a la Ley de Tránsito, la Ley de Contravenciones y también al “orden del día” local.
Las sanciones legislativas vienen de la mano de un crecimiento importante de los controles de alcoholemia. Según datos aportados por el Ministerio de Seguridad y Justicia que encabeza Mercedes Rus, desde enero hasta el 15 de julio de este año, la Policía Vial realizó 22 mil controles con alómetros y otros 8 mil con alcoholímetros. Se trata de un aumento del 240%, período contra período, a comparación del año 2023. Un 14% de todos los conductores controlados, circuló con más de lo permitido (0.5 gr/alcohol en sangre) y en esa franja los infractores que superaron el gramo fueron el 8%.
Cabe aclarar que alómetros y alcoholímetros se utilizan de forma conjunta, con la ventaja de que el primero filtra sí una persona consumió o no alcohol cuando circula en un vehículo. El alómetro tiene un régimen binario: si da luz verde, se detecta que la persona controlada no consumió alcohol, mientras que el rojo establece que hubo una alcoholemia y allí se le da paso al uso del alcoholímetro, para determinar sí la gradualidad está por debajo o encima del 0.5 gr/alcohol permitido. De esta forma se ahorra el uso de la pipeta del alcotest, que es más cara que la de un alómetro.
Fuentes oficiales confirmaron que entre Provincia, municipios y Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Mendoza cuenta en la actualidad con 56 alcoholímetros y 25 alómetros. De allí se desprende que 20 alcoholímetros y 14 alómetros corresponden al ministerio provincial, mientras que los municipios del Gran Mendoza cuentan con 34 alcoholímetros y 11 alómetros, por su lado. En tanto, los otros dos alcoholímetros corresponden a la ANSV, que tiene una tarea más preventiva que disuasiva en la Provincia pero colabora en algunos departamentos.
En la modificación de la Ley de Tránsito, aprobada y promulgada la semana pasada, se estableció la posibilidad de calibrar alcoholímetros en Mendoza, sin tener que llevarlos a otra provincia como se prevé en la ley nacional. “Esta regulación nos va a permitir realizar convenios con instituciones auditadas y poder verificarlos en nuestra provincia, entendemos que puede agilizar y mejorar la estadía de los alcoholímetros en funcionamiento”, comentó la ministra Rus a este medio.
Los aparatos son sometidos a una evaluación anual y a una verificación cada seis meses para que el nivel de error sea “normal”. Esta última revisión particularmente se realiza en laboratorios de Santa Fe, por lo que es un trámite que conlleva sus demoras. Con la nueva disposición, incluso Mendoza podría abrir su propio laboratorio y es la idea a la que punta el ministerio. “Estamos en conversaciones con algunas instituciones para ver la posibilidad de tener un laboratorio aquí en Mendoza, pero no es en inmediato. Es una posibilidad que vendría a agilizar las revisiones”, agregó la funcionaria.
Siguiendo con la aplicación de nuevas disposiciones, la Legislatura también aprobó una modificación a la Ley 9019 que la amplía el alcance del “orden del día” local, que son aquellos datos que controlan los efectivos policiales con los controles biométricos a la ciudadanía.
Además de contar con la información de las solicitudes de captura y medidas sobre vehículos, ahora se incorporarán restricciones como paraderos, prohibiciones de acercamiento, prohibiciones para ingresar a eventos deportivos e inhabilitaciones para conducir. Este último punto servirá para potenciar la seguridad vial.
La ministra Rus aclaró que la policía cuenta con 300 dispositivos biométricos y se realizan 8 mil controles por día, pero en diferentes modalidades, no solo en controles viales aunque la ampliación tendrá su influencia en el combate contra la desobediencia vehicular. “Con la modificación de la ley vamos a incorporar a las alertas que ya tenemos, la posibilidad de determinar en un control vial si una persona que está conduciendo tiene una prohibición para conducir”, sostuvo.
La propia inhabilitación para conducir también gana rigurosidad, a través de modificaciones a las leyes de Tránsito y de Contravenciones. En cuanto a la primera norma, se incluyó la inhabilitación hasta por 365 días para aquellos infractores que cometan su “primera reincidencia” en el consumo de más de 0.5 gr de alcohol en sangre.
En tanto, la Ley de Contravenciones fue modificada para que aquellos infractores que circulan con igual o más de 1 gramo de alcohol por litro en sangre, deban cumplir una inhabilitación para conducir que oscila entre los 90 a los 545 días, es decir hasta un año y medio.
El principal endurecimiento es que el pago de la multa no librará a los infractores de tal inhabilitación y deberán cumplirla a rajatabla, entonces la medida estará seriamente vinculada al control que se realizará con el dispositivo biométrico, tras la ampliación del orden del día. También se establece en las modificaciones contravencionales, un incremento considerable del valor de las multas y un posible arresto de hasta 120 días.
“Se puede vislumbrar a partir de los porcentajes en los controles, que un 86% de la gente controlada maneja reglamentariamente, de 0 a 0,5 gramos de alcohol. Después existe un 6% que se maneja antirreglamentariamente bajo el alcance de la Ley de tránsito, que sería de 0,5 a 0,99 gr. Mientras que un 8% corresponde a la franja contravencional”, explicó Rus y aseguró que es una “tendencia” que se mantiene, por lo cual se apunta a disminuir ese núcleo duro de infractores graves, a partir de esas modificaciones.
Entonces desde el Gobierno buscan que se pueda “traccionar como disuasoria” la aplicación de la inhabilitación de conducir, debido a que hasta el momento el pago de la multa permite la posibilidad de levantar tal restricción.
“En realidad lo que más duele es la inhabilitación. Y si nosotros unimos este cumplimiento, más un control efectivo con la incorporación en las alertas y un aumento considerable de los controles de alcoholemia como hemos tenido período contra período, vamos a generar un círculo de contención que puede ayudar a la prevención”, aseguró Rus.
Qué sucede en los municipios
Los Andes relevó los municipios del Gran Mendoza, que son los que cuentan con sus propios equipos para realizar controles de alcoholemia. Capital y Guaymallén son los dos que más dispositivos cuentan. Los alómetros aún no llegan a todas las comunas.
En el caso de la Capital, tienen 10 alcoholímetros y 4 alómetros a disposición. Además buscan incorporar otros cinco alcoholímetros más en lo que resta del año. En el primer semestre se realizaron cerca de 2.000 mil controles y de ellos, el 20% dio positivo. Específicamente fueron 98 conductores con menos de un gramo de alcohol en sangre los detectados y otros 108 que superaron esa barrera.
Por el lado de la Municipalidad de Guaymallén, esta semana incorporó dos alcoholímetros nuevos y su primer alómetro, para contabilizar en total nueve dispositivos (ocho alcoholímetros) a su infraestructura vial. Según cuentan desde el municipio, en lo que va del año se han realizado 97 operativos de control vehicular en conjunto con la Provincia y ANSA. Además, tienen contabilizados 133 hechos con alcoholemia: 53 secuestros y 80 accidentes vinculados a la ingesta excesiva.
Las Heras los sigue en el ranking con 5 alcoholímetros y 4 alómetros a disposición, con la intención de incorporar más en lo que resta del año, informaron desde la comuna. “Realizamos tres controles viales por semana que incluyen alcoholemia y desde enero hasta junio tuvimos más de 20 alcoholemias positivas”, contaron desde el entorno del intendente Francisco Lo Presti.
Por el lado de Maipú, la comuna informó que cuenta con cuatro alcoholímetros y ningún alómetro. De 855 controles realizados entre enero y el 25 de julio, hubo 84 alcoholemias positivas. 20 de ellas menores a un gramo y 64 superiores al gramo de alcohol en sangre, incluso una que rompió la barrera de los 3 gr.
En el caso de Luján de Cuyo, el municipio cuenta con cuatro alcoholímetros y la Dirección de Tránsito ha solicitado el ingreso de otros dos de estos aparatos y cinco alómetros. Según contó el director del área, Antonio Cáceres, a Los Andes “por fin de semana tenemos la estadística de 10 alcoholemias positivas, de los cuales 7 son mayores a un gramo”.
Por último, Godoy Cruz cuenta con tres alcoholímetros y dos alómetros para llevar adelante sus operativos. Anticipan la incorporación de más equipos, pero no precisamente cuantos. En el primer semestre se realizaron más de 3.600 mediciones con los alómetros y posteriormente se detectaron 100 alcoholemias positivas: 84 menores a un gramo y otras 16 cruzaron el límite hacia la aplicación contravencional.
