Miles de personas salieron ayer a las calles en distintos puntos de la Argentina para manifestarte en contra del nuevo período de confinamiento estricto determinado por el Gobierno nacional para intentar desacelerar la segunda ola de la pandemia de Covid-19.
Una de las concentraciones más grandes se registró en el Obelisco porteño, donde se congregaron ciudadanos autoconvocados que cuestionan las restricciones y comerciantes y profesionales que advirtieron sobre su situación de “quiebra” económica.
“No damos más”, fue una de las frases más recurrentes entre quienes pidieron al Gobierno que flexibilice las restricciones para impulsar el consumo. Gastronómicos, hoteleros, dueños de gimnasios, de estudios jurídicos y contables, entre otros dijeron presente.
La agrupación “Jóvenes Republicanos” colgó una bandera en las rejas perimetrales del Obelisco y dispuso enormes paquetes de polenta denominada “Presto Pobre”, para denunciar el avance del hambre en la Argentina.
Estos manifestantes son la juventud de “Unión Republicana”, una corriente interna del PRO que lidera Patricia Bullrich y es liderada, entre otros, por el abogado y ex funcionario macrista Ramón Lanús; los abogados Martín Pugliese e Inés Liendo; el coronel retirado Abel Catuzzi; y el brigadier retirado Vicente Autiero.
Durante varias horas, los manifestantes cantaron el himno nacional, envueltos con banderas argentinas y atuendos celestes y blancos. También aparecieron carteles pidiendo “cárcel para Cristina Kirchner” y “que se vayan los corruptos” del Gobierno.
Fuentes policiales consultadas por este medio señalaron que los cálculos preliminares daban cuenta de unas 5.000 personas concentradas en las inmediaciones del Obelisco. Entre quienes convocaron por redes sociales, señalaron que hubo “más de 10.000”.
“Vine por la dictadura sanitaria que estamos viviendo”, dijo una mujer que se identificó como Paulina Cuenca, activista de Nueva Centro Derecha, una de las organizaciones civiles convocantes a través de las redes sociales.
Cuenca afirmó que la política sanitaria del gobierno de Alberto Fernández es “un desastre” y se quejó porque “se vuelve a cometer el mismo error, estamos proponiendo otro confinamiento, otro receso económico, dinero que se pierde... me da mucha bronca, te están quitando las libertades”.
Frente a la quinta de Olivos, donde estaba el presidente Alberto Fernández, un grupo de manifestantes desplegó una larga bandera argentina con la leyenda “Libertad’'. Allí también se cantó el himno.
“Queremos libertad, que nos dejen trabajar y que les permitan a nuestros hijos ir a la escuela”, dijo una mujer que se identificó con el nombre Susana. Caída la noche, los manifestantes prendieron decenas de velas en la vereda de la quinta para “orar por el fin de la cuarentena”.
En el Obelisco como en Olivos y en otros puntos del país se escucharon quejas y leyeron pancartas contra el Gobierno por la “falta de vacunas” contra el Covid-19 y por su “impericia” para conseguirlas.
En la ciudad de Rosario la policía dispersó a manifestantes anti-cuarentena frente al monumento a la Bandera y por un momento la situación se desmadró debido a la resistencia de los asistentes y el avance de los agentes.
La protesta había sido convocada por la organización Médicos por la Verdad Argentina, según la cual la pandemia es una mentira y forma parte de un complot orquestado por el creador de Microsofot, Bill Gates. Sus adherentes no llevaban tapabocas.
Allí, al menos treinta personas fueron detenidas por presunta resistencia a la autoridad y violación de las disposiciones sanitarias dictadas por el gobernador peronista Omar Perotti, en consonancia con las disposiciones nacionales.