El Congreso del Partido Justicialista no designará el reemplazante de Alberto Fernández y la conducción del partido quedará en manos de los cinco vicepresidentes Cristina Alvarez Rodriguez, Axel Kicillof, Analía Rach Quiroga, Juan Manzur y Lucía Corpacci.
Así lo indicaron fuentes del partido, quienes recordaron que el miércoles en una reunión del Consejo nacional le fue aceptada a Fernández el pedido de licencia que había solicitado. El Congreso del Justicialismo se realiza en las instalaciones del Club Ferro Carril Oeste en el barrio porteño de Caballito.
Entre los presentes, acompañando en el estrado a Gildo Insfrán (presidente del Congreso del Partido Justicialista), se encuentran los gobernadores Axel Kicillof, Juan Quintela, Raúl Jalil, así como los senadores Lucía Corpacci, Juan Manzur, Wado de Pedro, José Emilio Neder y los compañeros y compañeras Cristina Álvarez Rodríguez, Fernanda Raverta, Fernando Espinoza, Verónica Magario, José Luis Gioja y Juan Manuel Olmos, entre otros.
En el escenario, también se encuentran ubicadas las autoridades del Congreso Nacional entre ellos los vicepresidentes Fernanda Raverta, Mario Alberto Leito, Estela María Neder y Ricardo Pignanelli, el secretario de la rama gremial Andrés Rodríguez, la secretaria de la rama femenina Cecilia Guerrero García, la secretaria de la rama Juventud Micaela Olivetto, y los secretarios Hilda Celia Aguirre de Soria, Cristian Alberto Morales Rodríguez y Marisa del Carmen Oliva.
La cumbre justicialista discutirá el posicionamiento del partido como oposición al gobierno libertario.
Este medio habló con la senadora nacional y ex gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, quien anticipó que el Congreso emitirá un documento sobre la situación del país.
Por su parte, el ex gobernador de San Juan José Luis Gioja, señaló “vamos por un PJ de puertas abiertas”.
En tanto, el senador José Mayans dijo a este medio “que espera que el Congreso justicialista “recomponga todas las estructuras del partido” y, haga un llamamiento a otras fuerzas para enfrentar las políticas del gobierno de Milei”.
“Devaluación salvaje y salarios de pobreza”, fue la definición de Mayans sobre las políticas de Milei.
