El gobierno de Javier Milei emprendió gestiones focalizadas para tratar de reconstruir la relación con los gobernadores tras la crisis por la caída de la Ley Bases. Y esos contactos, bien diferenciados, empezaron a exponer tensiones en algunos sectores políticos que el oficialismo buscaría capitalizar en su afán de conseguir aliados con injerencia en el Congreso de la Nación.
Es que Milei y sus laderos midieron los gestos:el Presidente se mostró el lunes en Corrientes con el radical Gustavo Valdés, y el ministro del Interior, GuillermoFrancos, encabezó el martes un encuentro con algunos de los gobernadores del norte.
La reunión entre el funcionario nacional y los mandatarios provinciales se concretó enSalta, con el local Gustavo Sáenz como anfitrión.
Estuvieron presentes el gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua; el de Tucumán, Osvaldo Jaldo; el de Catamarca, Raúl Jalil, y el de Jujuy, Carlos Sadir. Y también participó la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, quien el lunes tuvo un primer contacto con Sáenz para tratar de resolver las diferencias.
El gobernador salteño fue uno de los más criticados por Milei por la falta de apoyo que frustró el avance de la Ley Bases, tal como el gobierno nacional pretendía.
“Necesitamos que en definitiva la Nación entienda que los recursos de Nación son los que pagan salteños, tucumanos, y que se requiere un reparto más equitativo”, planteó Sáenz ante la voluntad del gobierno nacional de retomar las conversaciones.
En declaraciones a la prensa que realizó antes de esa reducida cumbre, Francos ratificó el interés de la Casa Rosada por resolver las diferencias. “No hay que desperdiciar ninguna oportunidad para entablar diálogo y buscar acuerdos sobre los distintos aspectos”, dijo.
El ministro reconoció que lo que sucedió en la Cámara de Diputados, donde Milei ordenó volver a foja cero con su ley Bases ante la caída de varios de sus artículos, generó “rispideces” con varios gobernadores(a quienes el propio Presidente salió a tildar de “traidores”).
El conflicto se agravó con las posteriores decisiones del gobierno nacional de eliminar los subsidios al transporte de pasajeros en el interior y de ponerle fin al Fondo de Incentivo Docente.
Esas medidas representaron un golpe directo para las provincias y la situación marcó un quiebre entre la Casa Rosada y algunos mandatarios como MartínLlaryora (Córdoba), MaximilianoPullaro (Santa Fe), e Ignacio “Nacho” Torres (Chubut).
En ese contexto, la administración de Milei evitó extremar la confrontación con otros mandatarios, como los radicales Valdés y Alfredo Cornejo (Mendoza).
En sus declaraciones públicas del martes, Francos ponderó la buena sintonía con Cornejo y hasta aclaró que él no figura en la lista de “traidores” de Milei. “¿Cómo va a estar en la lista de traidores. El gobernador Cornejo siempre ha estado tratando de ayudar y colaborar con el gobierno”, diferenció.
“El vínculo con Cornejo es muy bueno, he conversado varias veces con el gobernador de Mendoza. Tengo la mejor relación con él y la seguiremos manteniendo, por ahi conversaremos sobre temas en los qu eno nos ponemos de acuerdo como a veces pasa entre las distintas responsabilidades que tiene la Nación y la provincia”, completó.
Por lo pronto, los contactos segmentados (vale recordar que la Casa Rosada rechazó la posibilidad de convocar al conjunto de los gobernadores) coinciden con las acciones del oficialismo para construir un nuevo espacio de aliados en el Congreso.
En ese contexto Milei promueve su alianza con el PRO de Mauricio Macri, quien el martes tuvo una reunión con su mesa chica para avanzar con ese armado.
Los movimientos del oficialismo provocaron tensiones, tales como las que salieron a la luz en la UniónCívica Radical (UCR) tras hacerse pública la foto de Milei conValdés.
El gobernador de Corrientes fue cuestionado por sectores vinculados con el titular de la UCR, el senador MartínLousteau, y les respondió con duros términos: “Me importa tres carajos lo que piense Lousteau”.
“Lousteau no me va a marcar la cancha. Fue ministro del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, yo hace 40 años años que soy radical”, sentenció.
Valdés aclaró que peleará por los “recursos de los correntinos” y advirtió que se trata de “la vieja disputa de la Argentina, desde que se creó el puerto de Buenos Aires, la pelea de unitarios y federales, y la lucha por los recursos es fundamental”.
“El Presidente no reconoce la plata, pero reconoce las responsabilidades de los gobernadores”, opinó.
Muchos gobernadores, como el de Chubut, decidieron judicializar los reclamos. Y otros, como Pullaro, empezaron a reagrupar a sus representantes en elCongreso de la Nación para definir la nueva postura.
“Mantuvimos una productiva reunión con diputados nacionales que representan a Santa Fe, enfocados en la importancia del diálogo y el consenso. Sabemos que ese es el camino que debemos desandar para que Argentina solucione los problemas que hoy tiene”, dijo el mandatario de Santa Fe tras la reciente reunión que mantuvo con sus legisladores.