La Libertad Avanza parece desorientada y sin una dirección clara en el Congreso. Atrapado en el desorden y con una estructura en clara minoría, el partido del presidente Javier Milei perdió esta semana a dos miembros clave: Lourdes Arrieta, quien renunció a su cargo en la Cámara de Diputados, y Francisco Paoltroni, que dejó su puesto en el Senado.
La primera salida fue la de Lourdes Arrieta, la diputada mendocina que reveló haber sido llevada al penal de Ezeiza para visitar a genocidas condenados por delitos de lesa humanidad, incluyendo a Alfredo Astiz, a quien decía no conocer.
Arrieta también mencionó haber leído el libro “Nunca Más” y “entendido” por qué se estima que hay 30 mil desaparecidos. Además, mostró chats internos del bloque libertario que desmentían su supuesta ignorancia sobre la visita.
Por divulgar estas conversaciones privadas, LLA decidió su expulsión. Arrieta optó por irse antes de que se formalizara su destitución. Con su salida, el bloque oficialista en la Cámara de Diputados quedó reducido a 37 representantes, de un total de 41 que tenían tras las elecciones de 2023.
Por su parte, Francisco Paoltroni criticó a Santiago Caputo, uno de los tres miembros del “triángulo de hierro” que dirige el país junto a Javier y Karina Milei. El senador formoseño se alinea con la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien también ha quedado marginada del núcleo de poder en la Casa Rosada. Estas disputas reflejan las tensiones internas dentro del bloque.
Actualmente, el bloque de LLA, presidido por Ezequiel Atauche, cuenta con solo seis bancas de un total de 72. Necesitan 31 adhesiones para alcanzar el quórum necesario, es decir, sumar todos los bloques excepto el de Unión por la Patria, incluyendo al recién formado bloque unipersonal de Paoltroni.
El panorama no es alentador para el Gobierno en la Cámara de Senadores. Durante el último mes, no ha logrado ganar ninguna votación ni imponer su agenda legislativa. La semana que comienza probablemente traerá otra derrota parlamentaria para el oficialismo. El próximo jueves está prevista una sesión para discutir uno de los proyectos que llega con media sanción de Diputados: el proyecto de ley sobre el financiamiento de la educación universitaria.
Este proyecto, impulsado por la diputada radical Danya Tavela, propone una actualización del presupuesto universitario basada en la inflación del año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Además, sugiere una indexación bimestral que combine un 50% del Índice de Precios al Consumidor (IPC), un 25% de la variación del dólar y un 25% de las tarifas de servicios públicos. También incluye una recomposición salarial para docentes y no docentes basada en el IPC.
Es casi seguro que los libertarios enfrentarán una derrota. En la última sesión, el bloque radical propuso que se tratara este proyecto en la siguiente sesión, con o sin dictamen, lo cual fue aprobado por una amplia mayoría que probablemente respaldará la votación.
Además, el bloque de Unión por la Patria solicitará que se trate en comisiones el Decreto de Necesidad y Urgencia 656/2024, que asigna fondos reservados a la Secretaría de Inteligencia (SIDE). Este decreto ya fue rechazado en la Cámara de Diputados y es probable que enfrente el mismo destino en el Senado, perdiendo así su validez.
Simultáneamente, el Gobierno enfrenta dificultades para conseguir las firmas necesarias para dictaminar sus candidatos a la Corte Suprema de Justicia. Si no logra obtener la mayoría en la comisión de Acuerdos, será difícil que lo consiga en el pleno del Senado.
La única posibilidad sería recibir apoyo del PRO y algunos gobernadores (como Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil) que se encuentran en una posición ambigua entre la alianza y la distancia.