En Mendoza, más de la mitad de los delitos que se producen no son denunciados por las víctimas que los sufren. En concreto, el 57,1% de los hechos no llegan a conocimiento de las autoridades, según revela un estudio muy fresco: la última encuesta de victimización, realizada por el Gobierno provincial a fines de 2021.
Esto significa que las autoridades sólo toman conocimiento del 42,9% de los hechos. Sin embargo, el Ministerio de Seguridad destaca que la cantidad de delitos denunciados, que ha tenido vaivenes y tuvo su mejor registro en 2018, con 46.1%, subió 6% a lo largo de los últimos cinco años.
En efecto, en 2016, la encuesta de victimización provincial daba que sólo 36,9% de los delitos se denunciaban. En 2017 bajaron más las denuncias, al 33.8%; y en 2019, daban 34,6%.
Para el ministro de Seguridad, Raúl Levrino, los resultados de la política de seguridad hay que medirlos “cada cinco o diez años”, por lo cual, hace un balance positivo del proceso iniciado en 2016, con el inicio de las gestiones radicales.
Por otro lado, si se compara entre 2019 y 2021, la denuncia de delitos subió más de 8%. Para Levrino, este fenómeno es fruto de que la existencia de “más bocas para hacer la denuncia, como el sistema online y los 0800″. También ayudan, dice, las campañas que impulsan a denunciar los delitos, aunque sea en forma anónima.
Además, el ministro está convencido de que los casos no denunciados no son los graves. “Los homicidios, los robos agravados y las entraderas, sí son denunciados”, afirmó ante la consulta de Los Andes.
LOS DELITOS QUE AUMENTAN
El delito “menor”, como ha quedado de manifiesto en los datos que viene dando desde comienzos de este año el Ministerio Público Fiscal, ha subido en la pospandemia.
Levrino calcula que la suba ronda este año el 29%. En cambio, le atribuye un logro a las gestiones radicales en el combate de los delitos más graves, que son aquellos que se cometen con armas. La fórmula para lograrlo ha sido “incautar las armas a la delincuencia y que no estén en el mercado”, detener a líderes de grandes bandas narco y en general llevar más gente a prisión, sostiene el funcionario. En este sentido, de alrededor de 1.300 personas ha sido el incremento de la población penitenciaria en los últimos años.
Tal como publicó Los Andes tiempo atrás, con cifras oficiales de la Justicia provincial, hasta marzo se observaban bajas pronunciadas de los homicidios y los robos agravados, que habían disminuido más del 50% respecto del mismo periodo del año anterior. Más allá de que este año también hubo tragedias, como el asesinato del ciclista a quien mató de un piedrazo un delincuente en una ciclovía de Las Heras para robarle.
En cambio, en el comparativo de la Justicia provincial, se habían incrementado en forma considerable los robos simples, el robo de vehículos y los asaltos con escalamiento.
Levrino insiste de todos modos en que el camino trazado es el correcto, aunque reconoce que el crecimiento delictivo en determinados rubros obliga a hacer mayor hincapié en la formación policial contra el ciberdelito y en la “prevención situacional”. Es decir, los patrullajes y la presencia de efectivos en aquellos lugares en los que pueden actuar los delincuentes. Las llamadas “zonas calientes”.
NÚMEROS OCULTOS
La famosa “cifra negra” del delito en la provincia, porque aporta datos que a través de los registros oficiales de denuncias no aparecen, deriva de un relevamiento que la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) realizó en noviembre del año pasado.
Fueron 1.510 las personas encuestadas por la DEIE en los departamentos de Gran Mendoza, tanto en las zonas urbanas como las rurales del área metropolitana.
El estudio se viene realizando desde 2016, pero en 2020 no se hizo por la pandemia. En noviembre, la DEIE volverá a medir la situación, aunque los datos luego se procesan en el Observatorio provincial de seguridad ciudadana que funciona hace dos años en la cartera de Seguridad, el cual también se nutre de los números y registros del Ministerio Público Fiscal y el teléfono 911 de la Policía.
Los Andes accedió en exclusiva a la mayoría de los resultados de la última encuesta de victimización, cuya realización distingue a Mendoza de otras provincias, según afirmó el Ministerio de Seguridad. “Ni la Nación la hace, se hizo una vez con Patricia Bullrich como ministra (de Seguridad) y dio que el 65% de las personas no hacía la denuncia”, afirmó Levrino.
Los datos ventilados por el Ministerio de Seguridad de la provincia señalan que, según la encuesta de victimización, hubo otras mejoras. Por ejemplo, bajó la denominada “sensación de ser posible víctima”, que llegaba al 70.1% en 2016 y se redujo a 56.3% en el estudio del año pasado. Respecto a 2019, la sensación de inseguridad bajó 10 puntos.
También mejoró la “condición de victimización”, que mide qué cantidad de la población fue realmente víctima de delitos hasta fines del año pasado. En 2016, la población victimizada por los delincuentes ascendió, según el registro de la DEIE, al 33.3%. En cambio, de acuerdo con el relevamiento del año pasado, la condición de victimización bajó casi 10 puntos: dio 23.9%. “La curva a lo largo de los años siempre ha sido descendente”, resalta Levrino.
Por otro lado, el año pasado la población mendocina atribuyó en mayor medida el fenómeno de la inseguridad a factores sociales ajenos a la pelea contra los delincuentes. La gente podía dar tres razones y prevalecieron en la encuesta las siguientes: pobreza (45.9%), desempleo (41.9%) y falta de educación (41.1%).
La corrupción fue considerada como factor de inseguridad por el 29,6% y el narcotráfico fue señalado por el 21,5%. Abajo en el relevamiento quedaron también la Policía, la Legislatura y la Justicia. El 21,6% respondió que el delito se debía a “leyes poco adecuadas”; el 20,6% a un “sistema judicial deficiente” y sólo el 15.3% señaló que el origen del flagelo era la “poca o nula presencia policial”.
En el Ministerio de Seguridad agregan que en el periodo 2016-2021 creció entre 7% y 12% la cantidad de la población que atribuye el delito a los bajos ingresos, la pobreza y el desempleo.
Lo cierto es que, en Mendoza, la inseguridad sigue siendo una gran preocupación ciudadana. Tanto que, en otras encuestas de la provincia, surge como el segundo problema para la gente.
Por ejemplo, aparece consolidada en ese segundo lugar, detrás de la situación económica y la inflación, en todas las encuestas realizadas por la consultora Reale Dalla Torre entre agosto del año pasado y junio del actual. Según Levrino, esto se debe principalmente a la suba de “hurtos y robos de bicicletas, autopartes, computadoras y celulares”, delitos que son de gran impacto en la sociedad hoy.
Casi sin variaciones y más allá de las razones por la cual existe, en las encuestas de Reale, alrededor de la mitad de los mendocinos se sigue mostrando preocupada por el delito.
LA GENTE PREFIERE AL EJÉRCITO Y A LA GENDARMERÍA
En la encuesta de victimización 2021, la imagen de la Policía de Mendoza ha crecido, pero sigue siendo para los mendocinos menos confiable que las fuerzas de seguridad federales.
En el relevamiento del año pasado apareció que la Policía provincial era “muy confiable” y “confiable” para el 47,1% de la población. Ese índice era de apenas 36,8% en 2016.
Pero para la gente, son más confiables que la Policía de Mendoza el Ejército (84,1%), Gendarmería nacional (83,4%) y Policía Federal (63,2%). El dato, según Levrino, está relacionado a acciones solidarias, no a lo operativo, aspecto en el cual las fuerzas federales no tienen incidencia en Mendoza porque “no están en el territorio haciendo prevención”.
Párrafo aparte, hay un palo fuerte para la Justicia: los mayoría de los mendocinos consideró en la encuesta de victimización del año pasado que “jueces y tribunales” eran las instituciones menos confiables de todas y apenas les asignó el 31,6% de apoyo.