Por medio de un Memorándum de Entendimiento (MOU), los directores de la Agencia Nacional de Aviación Civil de Brasil (ANAC) y la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) de Argentina desregularon el mercado aéreo al adoptar, ambos países, la política de liberalización de vuelos de pasajeros y de cargas.
Desde el Ministerio de Economía informaron que “esta importante medida”, la cual se gestó el pasado 6 y 7 de marzo, “se plasmó en un acuerdo bilateral entre Argentina y Brasil, impulsado a través de la Cancillería y la Secretaría de Transporte –por medio de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC)–, y que dio por finalizado los límites de vuelos que existían hasta ahora, reposicionando al sector aéreo internacional dentro de una política de apertura de los vuelos”.
De esta forma, la medida que ya entró en vigencia establece que ambas naciones “se comprometieron a no limitar unilateralmente el volumen de tráfico, las frecuencias y la regularidad del servicio o el tipo de aeronaves operadas” en vuelos tanto de pasajeros como de cargas.
Previo a la desregulación del mercado aéreo, política que se alinea con la ideología del presidente Javier Milei, las compañías de cada país -y en correspondencia con sus normativas- ofrecían un máximo de 170 vuelos semanales en conjunto, precisó la ANAC de Brasil.
“Con este acuerdo, el objetivo principal del Gobierno Nacional es lograr mayor flexibilidad a las empresas para planificar sus operaciones, permitiendo aumentar la oferta de servicios y ampliar la competencia en las rutas que vinculan a Brasil con Argentina, además de generar más puestos de trabajo tanto directos como indirectos”, añadieron desde Economía.
El anuncio bilateral, aunque rubricado a principios de marzo, surge un día después en contraposición de la prohibición que impuso a aviones con matrícula argentina el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de atravesar su espacio aéreo.
La terminante decisión del venezolano afecta a vuelos de Aerolíneas Argentinas con destino a Punta Cana o Nueva York y a vuelos privados.
En respuesta, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró ayer que “Argentina inició acciones diplomáticas contra Venezuela, tras su decisión de prohibir el uso del espacio aéreo por parte de aeronaves argentinas con el perjuicio que eso conlleva para nuestro país. Esto forma parte de una represalia que tomó Venezuela porque Argentina aceptó la orden de confiscación del avión de Emtrasur vinculado a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Argentina no se va a dejar extorsionar por los amigos del terrorismo”.