El Gobierno provincial prepara el terreno para la presentación en la Legislatura sobre la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto de extracción de cobre Cerro Amarillo, que quedó trunco en el año 2014 y que ahora busca ser reactivado.
En el Poder Ejecutivo enviaron por la tarde de este viernes a la Cámara Alta el proyecto con los estudios de la Declaración de Impacto Ambiental para la etapa de exploración, que viene con el visto bueno de organismos técnicos de la secretaría de Ambiente, por lo que solamente le resta la aprobación tanto de la Cámara de Diputados como la de Senadores, tal como establece la ley que regula la explotación minera 7722.
El texto remitido, que cuenta con 1.080 páginas, no solamente tiene incluidos todos los informes técnicos, más las aprobaciones de los organismos ambientales, sino que también están adjuntadas las notas y documentos por parte de sectores políticos, muchos de los cuales en 2014 -como por ejemplo sectores de izquierda e incluso del radicalismo- solicitaban que no se aprobara desde la Legislatura la DIA, teniendo en cuenta que no estaba hasta ese momento finalizado el relevamiento de glaciares en las cuencas de los ríos Grande y Malargüe, situación que fue resuelta en 2018 y la cual determinó que no habrá ningún tipo de afectación de la posible explotación de Cerro Amarillo con los glaciares del país, ya que está fuera de las zonas protegidas.
Optimismo radical
De igual manera, hay optimismo en el Gobierno de acuerdo a obtener el aval de los legisladores, por varias razones. En primer lugar, indicaron que el proyecto “está dentro de la 7722″, lo que descomprimiría una suerte de tensión que reina en el ambiente político cuando se tratan los temas mineros, así como también que se trata de un proyecto de exploración, donde el impacto “es mínimo”, según expresaron.
“Creemos que no deberíamos tener problemas. Está en el marco de la 7722 y en su momento no se aprobó porque no se había terminado el relevamiento de la Ley de Glaciares. Ahora concluido eso, está todo listo para ser votado”, manifestaron.
Por otro lado, hay otro motivo que da tranquilidad al oficialismo, y es que los proyectos se aprueban con la mitad más uno de los legisladores, y si bien hay legisladores tanto de Cambia Mendoza como del Frente de Todos que no se han expedido al respecto, se espera que no haya problema en conseguir los números.
Los Andes se comunicó con diferentes legisladores tanto de Cambia Mendoza como del Frente de Todos, quienes prefirieron aguardar a tener en sus manos el proyecto para luego considerar si aprobarán o no la DIA. Más allá del apoyo natural del radicalismo, el resto de igual manera marcó que siempre y cuando estén dentro del marco de la ley, no tendrá obstáculos.
No obstante, la razón más fuerte que agrega el Poder Ejecutivo es que la iniciativa “está encuadrada dentro de todas las leyes y con todos los requisitos aprobados”. En este sentido, hicieron referencia al inventario de glaciares en las cuencas de los ríos Grande y Malargüe, que en 2014 no estaba terminado, lo que fue el escollo que no logró superar el proyecto de Cerro Amarillo 8 años atrás.
Quien asistió a la Legislatura a defender esta iniciativa fue Emilio Guiñazú, asesor ad honorem de la subsecretaría de Energía; quien señaló que fue en 2018 cuando se terminó el inventario nacional de glaciares, por parte del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla).
“El proyecto ratifica lo que en su momento se había informado, que no tiene interferencia con los glaciares”, argumentó el funcionario, quien además es el titular de la empresa Potasio Río Colorado SA (PRC).
Por otro lado, dijo que desde la Dirección Provincial Ambiental (DPA) de la secretaría de Ambiente, se verificó que no haya habido ningún cambio en las condiciones que fueron aprobadas en el año 2014; se certificó que que la información adicional que se agregó “coincidía con lo que en su momento había informado el proyecto”, y por ende ahora seguirá “los pasos administrativos que tiene que seguir cualquier proyecto de esta naturaleza”, que es prácticamente seguir en base a la aprobación legislativa.
En referencia a esto, se espera que el proyecto ingrese por lo menos a dos comisiones: por un lado, a la comisión de Hidrocarburos, Minería y Energía del Senado, lugar donde será evaluado en un primer momento la DIA; mientras que por el otro también se especula que estará en la de Ambiente, Cambio Climático, Riesgo de Desastres, Asuntos Territoriales y Vivienda.
Dentro de la ley
Guiñazú explicó que se encuentra el proyecto de Cerro Amarillo dentro de la ley 7722 porque el tipo de mineralización se produce por un proceso llamado “flotación”.
“No se utiliza ni ácido sulfúrico, ni cianuro, ni ninguna de las sustancias peligrosas que están prohibidas por la ley. Es un proceso en el cual la roca se muele muy finita, se la pone en agua con un detergente y eso genera burbujas; el material flota y se lo va ‘sacando’ físicamente de la superficie”, marcó de forma general el funcionario, quien remarcó que “es un proyecto absolutamente compatible con las restricciones legales que tenemos en la provincia de Mendoza. Es una buena oportunidad que tiene la provincia para empezar a avanzar en trabajos mineros dentro del marco legal”, añadió Guiñazú.
Con relación a Cerro Amarillo, se encuentra a 60 kilómetros al oeste del centro de Malargüe, y está a una altura promedio de 2800 metros. Tal como informó Los Andes este jueves, el dato más importante que esgrimen desde el Ejecutivo es que el proyecto se encuentra fuera de las cuencas de los ríos Atuel y Malargüe “por lo que no existe ninguna potencial afectación del agua utilizada para consumo humano o usos productivos ni en el departamento de Malargüe ni en los departamentos de San Rafael y General Alvear”.
En tanto, Guiñazú indicó que se trata de una zona con pórfido de cobre, que son formaciones que contienen diferentes tipos de cobre, y en este caso “lo que se ha encontrado son sulfuros de cobre”, que son materia prima para producir el cobre tal cual lo conocemos.
Si bien también marcó que aún no se conoce el nivel de beneficios económicos que podría tener la provincia y la empresa que lo explote, agregó que Cerro Amarillo se encuentra en la Faja Miocena, la misma formación geológica en la que se encuentran algunas de las principales minas de cobre de Chile, entre ellas, El Teniente, que es la mayor mina subterránea del mundo.
“La exploración está destinada a determinar el volumen y la calidad del mineral que se encuentra. Con los resultados de la exploración, se avanzará un proceso se llama prefactibilidad, en la cual se podría dar o determinar el tamaño de la mina, y con eso, se determinará el volumen de la inversión y la cantidad puesto de trabajo. Estamos todavía en una etapa preliminar”, añadió.
Por último, Guiñazú destacó que el proyecto interesa al Gobierno porque “es compatible con la 7722, dentro de Malargüe y en una zona donde no tiene absolutamente ningún tipo de impacto ambiental en ningún otro departamento de la provincia”.
Sobre el departamento sureño, cuyo intendente Juan Ojeda presentó otra iniciativa de zonificación minera, y que no ha tenido el visto bueno del gobernador, Rodolfo Suárez, fue el propio mandatario el que dijo este jueves que Cerro Amarillo “es una gran oportunidad de desarrollo del Sur”.
“Si a eso le sumamos lo que ya está ocurriendo en Hierro Indio y Potasio Río Colorado, que el potasio es uno de los minerales que más se requieren en el mundo en la actualidad sobre todo en Brasil y Chile, estamos ante una gran oportunidad para generar mucha riqueza para Mendoza desde Malargüe”, confió Suárez.